Imagen de archivo de una familia viendo la televisión.

Imagen de archivo de una familia viendo la televisión. Freepik

Sociedad

Cambian las normas: a partir de 2026, la televisión en España se escuchará a un volumen más bajo de lo usual

Desde el 1 de enero de 2026 entrará en vigor la nueva normativa que controlará el volumen de los anuncios en los canales de televisión.

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Las claves

Desde el 1 de enero de 2026, la televisión en España emitirá la publicidad al mismo nivel de volumen que el resto de la programación.

La CNMC establece que los anuncios deberán ajustarse a un nivel de referencia de sonoridad de -23 LUFS con una tolerancia de ±1 LU.

Esta medida busca evitar los habituales aumentos de volumen en las pausas publicitarias, mejorando la comodidad de los espectadores.

La nueva normativa afectará tanto a canales de televisión tradicionales como a plataformas como YouTube o Spotify.

A pesar del auge de las plataformas de streaming y el consumo a través de internet, es innegable el gran impacto que tiene la televisión dentro del entretenimiento de los ciudadanos.

Ya sea para ver concursos, tertulias, realities o informativos, la televisión es el segundo medio más consumido en el país. Según Barlovento, se estima que unos 27 millones de españoles ven cada día la televisión tradicional.

Por ello, muchos de estos televidentes se darán con una sorpresa el próximo 1 de enero en 2026 cuando entre en vigor los nuevos cambios de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la Ley General de Comunicación Audiovisual.

Cambios en la televisión

En España, el consumo de televisión sigue siendo muy relevante, aunque haya cambiado con la irrupción de plataformas de streaming.

Según los últimos estudios, los espectadores tradicionales siguen dedicando varias horas al día a canales lineales, especialmente para informativos, programas de entretenimiento y deportes.

Sin embargo, los hábitos de consumo son cada vez más fragmentados, con un aumento de la visualización a la carta y a través de dispositivos móviles.

De ese modo, para supervisar y regular los mercados de telecomunicaciones y audiovisuales en España está la CNMC.

Entre sus funciones se incluye garantizar la competencia efectiva en el sector audiovisual, proteger a los consumidores, y supervisar que los operadores de televisión cumplan con la normativa vigente, especialmente en materia de publicidad, contenidos y derechos de los usuarios.

Asimismo, la Ley General de Comunicación Audiovisual regula todo lo relacionado con los servicios audiovisuales en España, incluyendo televisión y plataformas online.

De hecho, un cambio en esta normativa entrará en vigor el próximo año y obligará a los canales a controlar el volumen de la publicidad que se emita.

Antes era usual que, mientras se disfrutaba de un programa, al marcharse a pausa publicitaria, sorprendentemente el volumen se percibiese más alto. Esta práctica era bastante común con el objetivo de llamar la atención del público, asegurándose de que les llegase el mensaje aunque quitasen su atención de la pantalla.

"Hasta ahora algunas cadenas lograban que los anuncios sonaran un poquito más fuerte usando técnicas de compresión de audio pero eso se termina", aseguraba José A. Cuadrado Roca en sus redes sociales (@cuadradoroca).

A partir del 1 de enero de 2026, la CNMC obligará a los canales de televisión, así como a plataformas como Youtube o Spotify, a vigilar el volumen de sus anuncios. Se fijará un nivel de referencia de sonoridad de -23 LUFS con una tolerancia de ±1 LU.

"La normativa obliga a que la publicidad mantenga el mismo nivel del volumen que el contenido anterior usando mediciones mucho más precisas", apuntaba Cuadrado. "El objetivo es bastante claro: una experiencia mucho más cómoda para los espectadores, sin sobresaltos y sin estar todo el rato tocando el mando a distancia".

De este modo, por fin diremos adiós a las pausas publicitarias con volumen desorbitado que nos obligaban a bajar rápido el sonido y que ha despertado a más de uno de la siesta. Ahora la televisión se podrá disfrutar de una forma mucho más homogénea.