Montaje con una imagen de archivo de una vivienda y de Chris.

Montaje con una imagen de archivo de una vivienda y de Chris. Freepik

Sociedad

Chris (30), propietario de 6 viviendas: "Mi primer chalet lo compré por 280.000€ y tenía un salario de 1.200€"

El inversor inmobiliario explicó el punto de inflexión que le motivó a poner su capital en la compra y alquiler de viviendas.

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Las claves

Chris Hernández, inversor de casi 30 años, ha adquirido seis viviendas y aspira a tener diez antes de cumplir los 30.

Comenzó comprando un chalet por 280.000 euros en la Sierra de Madrid con un salario de 1.200 euros mensuales.

Tras vender su primera vivienda, Chris y su pareja decidieron invertir en alquileres por habitaciones, logrando una rentabilidad anual del 27%.

El acceso a la vivienda es cada vez más difícil en España, lo que impulsa a inversores como Chris a aprovechar el mercado inmobiliario para buscar libertad financiera.

El sector de la vivienda vive un momento complicado en España. La gran escasez de oferta ha provocado que los precios suban y que en las grandes ciudades se alcancen máximos históricos.

Así, ante esta escasez, muchos inversores buscan hacer crecer su patrimonio adquiriendo viviendas y luego alquilarlas por un precio acorde con la demanda.

Uno de ellos es Christopher Hernandez, un inversor inmobiliario de (casi) 30 años que se propuso alcanzar la libertad financiera y lo compartió en el canal de YouTube de Magnates del Ladrillo.

Invirtiendo en vivienda

El acceso a la vivienda en España se ha convertido en un desafío creciente en los últimos años. Los precios de los inmuebles continúan aumentando, especialmente en las grandes ciudades y zonas turísticas, mientras que los salarios no han crecido al mismo ritmo.

Esto ha generado una situación en la que cada vez más familias se enfrentan a dificultades para adquirir o alquilar un hogar, incrementando la demanda de soluciones habitacionales accesibles y poniendo de relieve la necesidad de políticas públicas efectivas que garanticen un mercado más equilibrado.

Paralelamente, este contexto ha atraído a numerosos inversores que ven en el mercado inmobiliario una oportunidad para incrementar su patrimonio.

La compra de propiedades, ya sea para alquilar o para su revalorización, se ha convertido en una estrategia recurrente para generar ingresos y asegurar rentabilidad a largo plazo.

Este fenómeno ha contribuido a la presión sobre los precios, dado que la inversión masiva puede limitar la disponibilidad de viviendas para quienes buscan un hogar, reforzando así la tensión entre la rentabilidad financiera y la accesibilidad habitacional.

Muchos ven la vivienda como una oportunidad para obtener la libertad financiera, tal y como señaló Chris: "La libertad no es irte a una playa a tomar mojitos sino el tomar decisiones conscientes y 100%, bajo tu criterio, sin tener tantos condicionantes como pueda tener una persona sin activos".

Esta decisión llega después de que Chris y su pareja Marta se encontraban en una situación financiera ajustada después de comprar un chalet en la Sierra de Madrid por 280.000 euros más IVA.

"Nos endeudaba en una cuota cercana a 900 euros más 100 de comunidad y en ese momento Marta y yo cobrábamos 1.200 euros cada uno", afirmaba. El hostelero reconocía cómo uno de los sueldos iba para pagar la hipoteca y el otro para los gastos de los dos.

Por ello decidieron dar un punto de inflexión, se sentían "esclavos" trabajando y decidieron cambiar su vida: vendieron su vivienda y decidieron poner ese dinero en otra cosa.

Tras considerar invertir en criptomonedas y en bolsa, Chris concluyó que "la única alternativa que te da, para mi gusto, cash flow recurrente a día de hoy y te permite poder escalar a nivel de financiación es el sector inmobiliario".

De tal manera decidió lanzarse a la inversión de alquiler por habitaciones, allí ha encontrado "tranquilidad y rentabilidad".

"Al final sobre el capital aportado la rentabilidad que estamos obteniendo es del 27% anual, lo cual para mí hace que el inmobiliario tenga sentido gracias al poder del apalancamiento", indicaba Chris.

La estrategia de su pareja y él es comprar cada uno a su nombre para "exprimir más la financiación", ya que al comprar con otra persona, uno es responsable del 100% de la deuda aunque solo posea el 50% del inmueble.

A día de hoy Chris tiene seis inmuebles en propiedad y un séptimo bajo contrato. Su patrimonio se estima que está en torno a los 5 o 10 millones de euros.

Sin embargo, su sueño es conseguir 10 inmuebles antes de los 30 años, aunque tan solo le quedan 8 meses para alcanzar esa edad.