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Las claves

Mario y Laura. Dos jóvenes de distintas edades pero que comparten el mismo sueño: volar. Él ya está a los mandos de una aeronave. Ella aún está en prácticas. Pero ambos compondrán la parrilla de pilotos que necesitará España próximamente.

De acuerdo con el informe Pilot and Technician Outlook 2023-2042 de Boeing, solo Europa necesitará 128.000 nuevos pilotos comerciales en los próximos 20 años. Y a nivel mundial, 600.000.

Mario Escobar, (Madrid, 1986) ha pasado por todos los puntos posibles en materia de vuelo. Comenzó como alumno, pasó por el oficio de instructor y ahora es piloto.

"Empecé más tarde de lo habitual. Siempre fue algo que me gustó", relata este joven a EL ESPAÑOL en una conversación telefónica. Con sus orígenes en el mundo náutico, obtuvo la licencia de patrón de yate, hasta que se decantó por los aviones.

Escobar tiene varios amigos trabajando como pilotos en una de las compañías punteras de la aviación española. "Me lo pintaron difícil, que era un mundo muy hermético... y sobre todo caro", sostiene el madrileño.

Y a pesar del importante desembolso de dinero y de sus otros quehaceres, ya que gestiona una empresa inmobiliaria desde hace 12 años, no se lo pensó dos veces y pagó el curso.

"Al principio fue todo un poco shock. Bastante duro y exigente. Pero ahora estoy encantado y súper feliz", agrega el también empresario, quien afirma que en su familia no hay ningún piloto.

Compaginar la gestión de una sociedad con los mandos de un avión no es tarea fácil, y Escobar lo sabe bien, de primera mano. "Al final, tenía que sacar tiempo de donde no había y dormir unas horas menos", comenta entre risas el piloto.

Escobar dice que "hace cinco años, no hubiera podido, pero ahora ya lo tengo todo organizado".

Forma física

Uno de los aspectos más relevantes en un piloto, independientemente de si es comercial, transporte de pasajeros o emergencias, es la forma física. Sin olvidar tampoco el bienestar mental.

El piloto madrileño hace especial hincapié en este aspecto: "Considero que la forma física al final es importante para todo, para cualquier trabajo y para cualquier función a desarrollar en tu día a día".

"Estando en un entorno tan hostil como es el aire, tienes que estar en forma. Mentalmente, también. La cabeza te puede jugar muchas distracciones, malas pasadas, olvidos... Una mala noche o una preocupación que tengas hace que tu rendimiento decrezca", agrega el piloto.

"Esto es una carrera de fondo. No requiere que seas un superhéroe. Solo vocación, tesón y constancia", concluye.

Escobar, antes de ser piloto e instructor de vuelo fue alumno. Como lo es Laura Carretero. Esta joven, de tan solo 18 años y natural del barrio madrileño de Las Tablas, lo tenía claro desde el principio.

Bien es cierto que al tener un padre piloto, todo impulsó sus ganas por el mundo de la aviación. Lleva un año en el curso y está "muy contenta". "Siempre lo he vivido mucho. Es un trabajo diferente y que no tiene horario fijo", apunta esta joven a EL ESPAÑOL.

Laura Carretero.

Advierte de que, para acceder al puesto de piloto, es recomendable haber cursado un Bachillerato de Ciencias y tener unos buenos conocimientos en Matemáticas y en Física.

También señala otro aspecto relevante como es el del reconocimiento médico, una prueba a la que se tienen que someter cada año estos expertos en aviación.

Carretero detalla cómo es un día en su vida de aprendiz de piloto: "Me levanto e intento tener todo planificado. Miro lo que pueda afectar a la ruta, consulto la climatología o el combustible disponible. Hago una pausa para comer y por la tarde tengo clases, desde las 16:00 hasta las 21:00".

Ella, pronto, será una de las pilotos que tendrá la aviación española entre sus filas, un sector que demanda y demandará muchos profesionales en un futuro no tan lejano.

Faltan 600.000 pilotos

"Hay una demanda de pilotos muy grande. La necesidad de ellos va a ascender hasta los 600.000, de aquí a 2040".

Quien pronuncia estas palabras es el director general de European Flyers, Luis Miñano, a EL ESPAÑOL en una entrevista reciente.

Miñano sostiene que en Europa se necesitarán alrededor de 130.000 pilotos, y en el caso de España, unos 1.200 de forma anual. El año pasado se emitieron 800 licencias de piloto. "Queda mucho margen para lo que requiere el sector", agrega Miñano.

El director general de la entidad subraya que esta gran demanda de pilotos se debe al incremento de vuelos, en general, y al relevo generacional, las jubilaciones.

"A partir de los 60 ya no pueden volar dos pilotos de la misma edad. Y a los 65, no se pueden realizar vuelos de transporte público de pasajeros", apunta Miñano, sobre las restricciones a una determinada edad.

A estos trabajadores les destinan a otro tipo de tareas aéreas, como las de vigilancia forestal, extinción de incendios, vuelos de fotografía...

Y destaca la alta presencia femenina: "Tenemos promociones donde el 30% de las personas son mujeres, chicas que terminan sus estudios y vienen a las escuelas de pilotos".

Sueldos de 100.000 euros

El sueldo de un piloto varía en función de los años que lleve a los mandos de una aeronave. Un piloto de líneas aéreas puede llegar a cobrar 30.000 euros al año.

Aquellos que gocen de una experiencia superior a los cinco años, tienen un importante incremento en su salario, que ascendería hasta los 70.000 euros anuales. Y en el caso de los comandantes, las máximas autoridades aéreas, los sueldos superarían la barrera de los 100.000 euros al año.

Los cursos rondan los 85.000 euros, pero "se recupera pronto". "Es una profesión muy bien remunerada, es una inversión, es cara, pero luego se recupera en un periodo relativamente corto", añade Miñano.

"La persona que entra tiene claro qué es lo que quiere hacer, es algo muy vocacional y que garantiza un puesto de trabajo. Requiere dedicación exclusiva, sus 10 horas de estudio diarias aproximadamente. Obtienes una licencia que te permite no solo volar una aeronave, sino también llevar pasajeros, u obras de ayuda social, como es el vuelo de pacientes o el transporte de órganos", sentencia Miñano.