Las claves
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Con el objetivo de ayudar a aquellas personas en situaciones difíciles, la Administración entrega diferentes ayudas económicas como el Ingreso Mínimo Vital, el paro o el subsidio por desempleo.
Sin embargo, son muchos los que se aprovechan de estas cuantías entregadas por el Estado para a la vez trabajar en negro o directamente no trabajar.
Así, el empresario David Canales se encargó de revelar cómo se ha encontrado con casos así cuando ha estado en busca de nuevos trabajadores.
Se busca: trabajadores
Con su gran presencia en redes sociales, el empresario David Canales publicó hace escasas semanas un vídeo en el que contaba que, en su búsqueda de trabajadora de limpieza a media jornada, no conseguía suerte para hallar trabajador.
El hombre relataba que el 100% de las personas que había entrevistado rechazaba su oferta porque querían que se hiciese sin contrato.
Canales señalaba cómo la mayoría de las aspirantes se encontraban recibiendo prestaciones o subsidios y no querían perder su derecho, por lo que su idea era trabajar en negro a la vez que seguían cobrando sus respectivas ayudas.
Sin embargo, el empresario se mostraba reacio a colaborar en contratar a trabajadores sin contrato.
Por ello estuvo en el programa Espejo Público, donde explicó las condiciones laborales del puesto y explicó cómo, pese a ser buena oferta, no encontraba por ahora trabajadores interesados.
"Intentamos hacerlo lo mejor posible", aseguraba. "Las condiciones laborales en este caso eran de jornada parcial a 20 horas a la semana y el salario era lo que estipula el convenio".
"Yo en mis empresas intentamos, dependiendo del puesto de trabajo, o regirnos por lo que dicta el convenio o en muchísimos casos hacemos muchas mejoras voluntarias. Dependerá de la categoría, del momento y del puesto", afirmaba David. "El convenio está por los 1.400 euros brutos".
Asimismo, la realización del programa mostraba la realidad de muchas personas y cómo se aprovechaban de cobrar ayudas como el Ingreso Mínimo Vital para vivir de eso mientras no trabajan.
Por esa razón, Canales se valió de la oportunidad para contar cómo el caso de la limpiadora no es lo único que se ha encontrado mientras buscaba trabajadores.
"Además, hace muy poquito hice otro vídeo en el que era otro puesto a jornada completa, venía con una mejora voluntaria de 180 euros", indicaba David. "En total nos metíamos en unos 1.500-1.600 euros y también lo rechazaron".
"Aunque no representa a toda la población, hay muchísimas personas que se aprovechan de los subsidios", reflexionaba el empresario. "Yo veo la cara del empleador y también del empleado".
El emprendedor destacaba cómo le han llegado a decir que no a ofertas de trabajo con salarios por encima del SMI para, en su lugar, seguir cobrando ayudas.
"Me las han rechazado porque cobraban del paro 1.100 euros y mi contrato era de 1.500 euros", apuntaba. "A lo mejor cobraba 300 o 400 euros más pero tenían que trabajar".
De tal manera, pese a que estas ayudas están diseñadas para proteger a quienes realmente las necesitan, existe un pequeño porcentaje de personas que las utiliza como un sustituto del trabajo.
Por eso mismo es fundamental que el Estado mantenga un seguimiento constante de estas ayudas y revise periódicamente los criterios de acceso y los derechos asociados.
Ajustar los mecanismos de control y actualizar las políticas públicas permite asegurar que las prestaciones cumplan su propósito: ayudar a los que lo necesitan sin fomentar el abuso ni la dependencia improductiva.
