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Las claves

Al igual que las hamburguesas o las pizzas, el kebab ha prosperado como uno de los platos preferidos entre la comida rápida en España.

Ya sea en pan de pita o en tortilla de trigo, con carne de pollo o de cordero o con salsa o sin salsa, el kebab se ha asentado dentro de la cultura alimenticia de nuestro país. Se ha vuelto común ver varios de estos restaurantes en cualquier ciudad española.

Por ello, resulta llamativo entender cómo funciona este negocio y para eso Any, dueño de un restaurante de kebab en Mallorca, explicó las claves detrás del éxito de su tienda.

El éxito del kebab

El kebab se ha consolidado en España como una de las opciones de comida rápida más populares, especialmente entre los jóvenes y quienes buscan una alternativa económica y sabrosa.

Su expansión comenzó a principios de los años 2000, cuando este plato de origen turco empezó a ganar presencia en las grandes ciudades.

Con el tiempo, los locales se multiplicaron gracias a su disponibilidad hasta altas horas de la noche, su precio accesible y una propuesta culinaria distinta a la tradicional comida rápida occidental.

La combinación de carne asada, pan caliente y salsas variadas ha conquistado tanto a quienes buscan una comida rápida tras una noche de ocio como a quienes quieren una opción contundente y asequible para el día a día.

Hoy, el kebab forma parte del paisaje urbano gastronómico y continúa creciendo como un referente de consumo inmediato, sencillo y popular.

Por esa razón, el canal de YouTube de Adrian G. Martín decidió entrevistar a Any, dueño de un negocio de kebab en Mallorca, que se encargó de explicar el funcionamiento de su restaurante.

"Nosotros abrimos 12 horas al día, desde las 12 de la mañana a 12 de la noche", aseguraba. "Tenemos dos personas para gestionar el negocio".

Sin embargo, su fama también tiene un punto en contra y es que hay demasiados restaurantes de kebab, provocando que el mercado esté sobrecargado y el elemento diferenciador sea clave entre ellos.

"El mayor reto del día a día, creo que es combatir a la competencia", confesaba Any. "En un pueblo, en una ciudad, suele haber bastantes kebabs, no solo uno. Hay algo que hay que hacer diferente para que la gente venga al tuyo y no a los demás".

Así, el restaurante de Any decidió enfocarse en la calidad de su producto: "Los gastos principales son el alquiler, el personal y el gasto de la comida, de la producción".

Esto se traduce en que sus clientes gasten de media entre 10 y 12 euros por persona. "En promedio podemos facturar unos 35.000 euros al mes. Después de todos los gastos, queda aproximadamente el 20%", afirmaba el empresario.

Además, al ser un restaurante en Mallorca, Any destacaba la importancia de sus clientes turistas en época alta.

"El cliente típico en temporada son los turistas británicos y fuera de temporada son los residentes del pueblo, la mayoría de nuestra clientela", indicaba. "Hay bastante estacionalidad ya que en temporada hay más gente en el pueblo. Fuera de temporada se gana menos pero seguimos abiertos".

Eso sí, la clave de su negocio estaba en la venta en local. "Nosotros vivimos más del local, no hacemos deliveries propios, pero sí con otras empresas que llevan a casa. Nuestras ventas son 80% local y 20% pedidos a domicilio", contaba Any.