Las claves
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En un momento en que los lavaderos automáticos y los modelos de suscripción dominan el sector, Juan Carlos, propietario de una gasolinera Galp, ha explicado la rentabilidad y los gastos que supone este tipo de negocios.
En una reciente entrevista publicada por el creador de contenido, Adrián G. Martín, el empresario mallorquín ha desgranado con total naturalidad los costes, desafíos y satisfacciones de este tipo de negocio.
"La maquinaria está alrededor de los 70.000 euros", explica Juan Carlos al ser preguntado por la inversión inicial necesaria para montar dicha instalación.
Una cifra que, aunque elevada, considera asumible dentro del sector. "Está calculado en unos 7 años recuperar la inversión", comenta, aunque matiza que "en ese tiempo hay que volver a cambiar el puente", refiriéndose al sistema principal del túnel de lavado.
El día a día del negocio, cuenta, depende mucho del tiempo y de la suerte. "En el puente estamos hablando de entre 10 y 15 coches por día, aunque hay días que llueve tierra y tienes el doble de trabajo, y otros en los que llueve y haces cero".
A pesar de la aparente sencillez del sistema, Juan Carlos subraya la importancia de la supervisión humana. "Yo no lo dejaría nunca desatendido porque hay gente que hace muy mal uso de los lavaderos".
En su caso, cuenta con la ventaja de disponer del personal de la gasolinera, que también se encarga del mantenimiento y del relleno de productos. "Con una persona bastaría, pero siempre hay que estar encima", asegura.
El empresario ofrece un retrato claro de los números que sustentan este tipo de negocio. Los lavados cuestan 3,50, 5,50 y 7,50 euros, según la modalidad, siendo el más económico el preferido por los clientes. "La facturación media ronda los 4.500 o 5.000 euros al mes", revela.
De esa cifra, entre el 30% y el 35% se traduce en rentabilidad neta. Sin embargo, Juan Carlos recuerda que los gastos "se comen mucho del euro o los cinco euros y medio del ticket".
Los principales costes son el producto, el agua y la luz, que considera "carísimos".
"Mover toda esta maquinaria gasta mucha luz", apunta, y añade que el mantenimiento también representa una partida importante, aunque en su caso puede absorberlo gracias a los recursos de la gasolinera.
