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Las claves

Al igual que las hamburguesas, las pizzas han cobrado parte del imaginario colectivo de, prácticamente, todo el mundo. Es una comida fácil de elaborar, con buen sabor y con mucha personalización.

Por ello, es bastante frecuente ver a personas cenar o comer una pizza. Además, ya no hace falta comprarlas directamente en un restaurante o los alimentos para prepararla en casa, es tan fácil como ir a un supermercado y comprarla precocinado. Se mete al horno y en tan solo unos minutos alivia una cena.

Así, José Elías estuvo en la fábrica de su distribuidor de pizzas de Italia, donde conoció a Darío, el dueño, y que contó el funcionamiento del negocio.

Pizzas a la venta

El mercado de la pizza es uno de los más consolidados dentro del sector de la alimentación a nivel mundial. Dentro de este mercado, las pizzas congeladas y precocinados han ganado un peso considerable, especialmente desde la pandemia, cuando el consumo en el hogar se disparó.

Este segmento combina comodidad, rapidez y precio accesible, factores clave para los consumidores con poco tiempo o que buscan una alternativa económica frente a la pizza fresca o de restaurante.

De tal manera, los principales distribuidores de estas pizzas son supermercados como La Sirena. En el caso de este, su dueño estuvo en la fábrica de la compañía que vende bajo su marca en España.

"Mi padre empezó cuando tenía 16 años, se fue al norte de Alemania para abrir una heladería", contaba el actual dueño, Darío. "De allí empezó y también mis dos tíos fueron allí y pasaron de una heladería a más de 200 tiendas. En el 68 abrieron la primera pizzería".

El empresario recordaba como el negocio originalmente llevaba el nombre de Pizza y Pasta. "Luego el grupo Ronking iba creciendo más y más, cinco fábricas: tres de helado en Alemania, Polonia, luego pizza aquí en Meduno y platos preparados en el sur de Italia. Salimos a bolsa y vendimos la empresa", señalaba Darío.

Esto llevó a que el padre y tío de Darío decidieran vender la empresa en 2003. "Tenían opiniones diferentes sobre cómo gestionar la fábrica y mi padre, ya trabajaba en otro sitio, que sigue siendo parte de la familia, Infrost Italy", indicaba.

Después de vender la empresa, el negocio se enfocó más en los helados mientras que en la pizza tuvieron mala suerte: "Cerraron la fábrica y los empleados buscaron a mi padre para retomar el negocio".

Al retomar la empresa en 2008, al año siguiente recuperaron la fábrica y empezaron con un presupuesto limitado. "Empezamos con cero, después con 10 y 20 millones. En 2017 hubo un incendio que destruyó la mitad de la fábrica", apuntaba Darío.

"Ese año conseguimos una facturación de 100 millones de euros y fueron tres o cuatro años muy duros, pero volvimos a empezar y ahora tenemos una fábrica con más de 200 millones de euros de facturación".

En tema producción, Darío mostraba cómo contaban con cinco líneas de producción. "Cada línea puede hacer de 6.000 a 8.000 pizzas por hora", afirmaba. "Depende del tipo de topping, de la forma de la pizza, pero producimos más o menos 500.000 pizzas al día. Este año vamos a producir más o menos 103 millones de pizzas".

Sus grandes cifras se justifican debido a todas las ventas que tiene la empresa a cadenas de distribución como La Sirena así como restaurantes y negocios de hostelería, supermercados y distribuidores internacionales.