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La vivienda se ha convertido en uno de los grandes problemas sociales de España. Lo que antes era un derecho, hoy parece un lujo, y lo saben bien las familias trabajadoras que intentan llegar a fin de mes.

Tener un techo se ha convertido en una carrera de fondo, incluso para quienes tienen un empleo estable.

Según el último informe de Cáritas, el 45% de las personas que viven de alquiler están en riesgo de pobreza o exclusión social. Es la cifra más alta de toda la Unión Europea.

"Es horrible"

Detrás de ese porcentaje hay historias reales: madres, jóvenes, trabajadores de jornada completa que, pese a todo, con su salario no pueden pagar por una vivienda digna.

El precio de la vivienda está forzando a muchas familias a desplazarse a zonas más baratas o incluso volver a casa de sus padres

En ciudades como Madrid o Barcelona, ya se pueden encontrar alquileres desde los 1.000 euros y que, incluso, llegan a rozar los 4.000 euros en zonas muy privilegiadas, según Idealista.

Y es que esto no es nuevo. En los últimos años, el coste medio del alquiler ha subido más de un 50%, según los datos del INE y el portal Fotocasa.

En esa estadística está Milagros. Es madre soltera, trabaja a tiempo parcial en Valencia y cobra 500 euros al mes. Vive a 50 kilómetros de la capital porque en la ciudad no puede asumir el precio del alquiler.

"Una habitación para mí y para mi niño me dijeron unos 700 o 750 euros al mes", contó ante las cámaras de Informativos Telecinco.

A la vivienda se suma otra losa: la precariedad laboral. Más del 20% de los trabajadores en España tiene un contrato temporal o a tiempo parcial, y la mitad gana menos de 1.300 euros al mes, según la Encuesta de Estructura Salarial.

Sin embargo, para muchas mujeres y jóvenes, la situación es aún peor. "Al menos, en el sector en el que yo trabajo es horrible", relata una joven empleada en hostelería.

María es otro de estos casos. Ha intentado reinventarse montando su propio negocio de manicura. Paga el alquiler del local y el de su vivienda, pero los números no cuadran.

"Lo que gano es para pagar el alquiler. Como tenga un hijo... me tiro del puente para abajo", confiesa ante las cámaras de Telecinco.

Y es que, el problema del alquiler ya no solo afecta a los más vulnerables, sino que se extiende a las clases medias, a los jóvenes y a los autónomos.

Ante este escenario, el tener un hogar propio se ha convertido en uno de los mayores retos sociales de España para millones de ciudadanos.