El precio del alquiler sigue disparado. Una situación que no afecta sólo a quienes quieren buscar este tipo de vivienda, sino también a quienes ya habitan en una de ellas pero deben dejarlas cuando tienen que renovar el contrato.
Una de esas personas es Sonia Mel, casada, con tres hijos y un perro. En su caso, llevaban 11 años residiendo en la misma vivienda pero llegó la hora de renovar el contrato y los dueños tiraron por tierra sus sueños.
Porque les dijeron, a ella y a su marido, que únicamente podrían alquilar la morada de octubre a junio. Así lo contó en el programa ‘laSexta Xplica’. Julio, agosto y septiembre estaban reservados para alquiler vacacional.
"No puedo pagar 1.500 euros de alquiler. Y los dos trabajamos”, dijo en el programa de televisión. Y eso que tanto su marido como ella tienen empleo.
“Mi marido tiene un buen sueldo y yo trabajo a media jornada”, indicó. Pero, aunque busca un trabajo a jornada completa, no lo encuentra. Y de lo de plantearse adquirir una vivienda, ni lo sueñan.
Alquiler en Benalmádena
Sonia y su familia residen en Benalmádena, en Málaga. Allí, si cogemos las estadísticas de idealista, el precio medio del alquiler en el mes de septiembre de 2025 se situó en 16,3 euros el metro cuadrado, de media.
Es decir, que si buscamos un piso de 80 metros cuadrados, el precio a pagar sería de 1.304 euros mensuales. Si subimos la superficie a 120 metros cuadrados, hablamos de 1.956 euros.
“El problema no sólo pasa en Madrid. Por desgracia, sucede en toda España”, dijo Sonia en el programa de televisión. Además, ella siempre ha vivido en Benalmádena.
“Ahora si tú vas a alquilar un piso, sólo encuentras viviendas vacacionales”, se lamentó. ¿Y qué encuentra? Pues pisos de dos o tres habitaciones por cantidades que oscilan entre 1.500 o 2.000 euros.
“Un piso de una habitación te puede costar entre 900 y 1.000 euros”, continuó. Algo que sucede asimismo en otras zonas de la zona como Torremolinos o Fuengirola. “Soy de aquí y vivo aquí. No es que quiera un piso en Benalmádena porque quiera vivir en la Costa del Sol”, subrayó.
Ante esta circunstancia, no le quedó otra que hacer las maletas y cambiar de aires. "He tenido que irme a casa de mis padres con mis tres hijos y mi marido a casa de su madre con el perro. Estoy durmiendo en el sofá porque no hay sitio", concluyó.
