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A sus más de 80 años, este jubilado catalán mira atrás y reconoce que su infancia estuvo marcada por el trabajo y el esfuerzo constante.

Confiesa que cuando era un niño, "tenía que trabajar o lo que fuera" y reprocha que ahora, con 10 o 12 años, "los niños casi tienen un chupete".

Su opinión no es un caso aislado. Muchos mayores coinciden en que la comparación entre su juventud y la vida de los jóvenes de hoy refleja una pérdida de disciplina y de valores como el esfuerzo. 

Así lo recoge Gerard Masol, un joven que decidió, hace un tiempo, salir a las calles para conocer y escuchar de primera mano las reflexiones de los pensionistas sobre los motivos por los que consideran que los jóvenes afrontan más problemas de salud mental.

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la comparación entre su infancia y la vida actual: "No hay disciplina en la mayoría de los jóvenes porque los padres son unos descuidados", afirmaba otro jubilado.

De esta forma, se reflejó la preocupación de muchas generaciones mayores por la educación y los hábitos de los más jóvenes.

"¿A dónde vamos a parar?", se preguntaba el pensionado entrevistado. "Al desastre", respondía inmediatamente sin ningún tapujo. Según el pensionista, los culpables no son otros, más que los padres.

"Se van al bar, se sientan y dejan a los niños sueltos, y ellos hacen lo que les da la gana", puntualizaba.

"Si no me levantaba, sabía que ese día no comía"

Casi todos los entrevistados concuerdan en que en su infancia ni siquiera podían permitirse "un día malo".

Uno de ellos recordaba con nitidez que quedó huérfano a los siete años y, desde entonces, combinó los estudios con trabajos de carpintería para salir adelante.

"No me aburría nunca. Si no me levantaba, sabía que me caía un castigo o que ese día no comía", relataba ante las cámaras.

Mientras tanto, otro jubilado añadía que, en aquellos tiempos, "no había tiempo para pensar en estar triste. Había que salir adelante", señalando la dureza que marcó sus primeros años de vida.

La comparación con los jóvenes de hoy les resulta inevitable: ellos crecieron entre carencias y sacrificios, mientas que la juventud actual vive rodeada de comodidades que, paradójicamente, señalan haberles vuelto más frágiles.

Los jubilados coinciden en que la falta de disciplina y la dependencia de facilidades han hecho que las nuevas generaciones se sientan más 'vulnerables'.