Son muchos los jubilados que, tras décadas de trabajo, esperan con ilusión el momento de disfrutar de su retiro y cobrar cada mes la pensión que les corresponde de la Seguridad Social.
Pero no todos lo viven con la misma tranquilidad. Hay quienes cuentan con una pensión baja o afrontan alquileres elevados.
Mientras que otros, además, ayudan económicamente a sus familiares. Sin embargo, todos tienen algo en común: llegar a fin de mes se convierte en un verdadero desafío.
Las dificultades de los pensionistas
La pensión de jubilación es una prestación vitalicia que reciben los trabajadores cuando alcanzan la edad de retiro y dejan de estar activos en el mercado laboral.
Su objetivo es sencillo: garantizar unos ingresos que permitan mantener cierta estabilidad económica en esa etapa de la vida.
En España existen dos grandes modalidades. Por un lado, las pensiones contributivas, que se conceden a quienes han cotizado un mínimo de años a la Seguridad Social. Son indefinidas y su cuantía depende de la carrera laboral del beneficiario.
Por otro lado, están las no contributivas, pensadas para personas sin recursos suficientes, incluso si nunca cotizaron o no llegaron al tiempo mínimo requerido.
Detrás de cada tipo de pensión hay realidades muy distintas. En El Intermedio se dio a conocer el caso de una jubilada que explicaba su caso: con los 700 euros de su pensión propia no podría vivir.
"Si tuviera que vivir de eso, tendría que hacer un cursillo para no comer", confesaba la mujer al reportero del programa de LaSexta.
Su día a día depende, en realidad, de la pensión de viudedad vinculada al empleo de su marido en Estados Unidos, que le permite llegar a fin de mes.
"La pensión, eso sí que lo he de decir, son 5.600 dólares después de 42 años trabajando en el departamento de Defensa", puntualiza.
A pesar de estar viviendo de la pensión de su marido, la mujer confiesa que "si tuviera que vivir de la mía, pues no podría".
Tras la reciente subida a principios de este año, las pensiones mínimas tuvieron un incremento del 6%, mientras que las contributivas un 2,8% y las no contributivas un 9%.
De tal manera, la pensión media de jubilación actualmente es de 1.508,2 euros mensuales, mientras que la mínima con cónyuge es de 1.127,60 euros.
