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Cada país se rige por sus propias creencias y valores culturales, lo que provoca notables diferencias entre naciones. De este modo, aquello que en España se da por válido, en China puede interpretarse de una manera completamente distinta.

Así, cada país tiene una manera de organizar el sistema de pago de sus trabajadores y en el caso de China, el que tienen muchas empresas dista bastante del visto en España.

Ha sido el empresario español en China, Adrián Díaz, el que se ha encargado de explicar el sorprendente sistema de pagos que tienen las empresas para conseguir que sus trabajadores se mantengan y no se marchen a otros puestos de trabajo.

Los salarios en China

Cuando se habla de potencias mundiales hoy en día, uno de los países que más se suele mencionar es China. El gigante asiático ha logrado construir una economía grande y dinámica en apenas unas décadas.

China ha pasado de ser una nación agrícola y cerrada a convertirse en una potencia industrial y tecnológica que influye en gran medida en los mercados globales. No por nada es el gran país rival que percibe Donald Trump frente a la economía norteamericana.

Este crecimiento ha transformado la vida de millones de personas y ha atraído no solo a grandes empresas internacionales sino que también ha logrado expandir muchas locales interesadas en producir y producir.

De tal manera, este progreso ha provocado que haya una escasez de trabajadores por lo que muchas empresas se vean obligadas a tener un sistema de pago que garantice que el trabajador se quede en su puesto en lugar de marcharse a la primera oferta.

Adrián Díaz, un empresario español en China, ha contado cómo funciona y por qué los empresarios chinos se decantan por seguirlo.

"No lo sabe prácticamente nadie. Gente que lleva 20 años en China no sabe esto, a menos que haya dirigido una fábrica desde dentro. En China se retienen los salarios de los trabajadores", contaba el empresario en confianza.

Díaz explicó el funcionamiento: "Entonces, tú tienes 200 trabajadores en tu fábrica: llega el primer mes de trabajo y les retienes el sueldo, es decir, no les pagas el primer salario. Llega el segundo mes, no les pagas; llega el tercer mes, tampoco; y al cuarto mes les pagas el primer sueldo. Con esto, retienes tres meses de sueldo continuamente".

Ahora, la duda está en por qué se decide esto. Al fin y al cabo, lo razonable es que si un trabajador ve que no le pagan, lo que se podría pensar es que opte por reclamar su sueldo y marcharse a otra empresa. En China, está lejos de ser así.

"¿Por qué se hace esto? Para que no se vayan. En China, hay falta de trabajadores, y el propietario de la fábrica de al lado está deseando robarte a tus empleados. No hay fidelidad; es puro egoísmo y ambición", revelaba el empresario.

Por tanto, este sistema es sencillo: "poner un coste por irse, que son esos tres meses de sueldo retenidos".

"Si se van antes, los pierden. Al final del año, cuando llega el Año Nuevo chino, se paga una especie de paga doble, llamada Homebo, que incluye esos tres meses retenidos. En ese momento, los trabajadores pueden irse si quieren", señalaba el emprendedor español.