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El emprendimiento en España ha pasado a convertirse en un gran riesgo que no todo el mundo está dispuesto a asumir, dado que existen importantes dificultades con las que hay que lidiar para poder llegar a alcanzar el éxito esperado.

Una de las principales trabas que se encuentran muchos emprendedores tiene que ver con riesgos financieros y falta de capital, pero también todo lo relativo a las contrataciones y gestión de personal.

Es por ello por lo que, desde hace un tiempo, muchos emprendedores hayan decidido tratar de encontrar soluciones en otros países, donde crear una empresa desde cero puede llegar a resultar mucho más sencillo que en España.

Uno de estos países es China, considerado para muchos una opción ideal porque ofrece muchas ventajas para poder desarrollar un negocio. Es por ello, por lo que muchos emprendedores occidentales han tenido que adaptarse al mercado laboral en el país asiático.

El emprendimiento en China

A ello se ha referido el empresario español Adrián Díaz en el podcast ConPdePodcast, un canal de entrevistas presentado por Luis Usera, donde ha hablado de algunas de las particularidades que tiene este país, así como la mentalidad laboral de los chinos.

Para Díaz, emprender en China es una de las mejores decisiones que puede tomar un empresario en el año 2025, a pesar de las opiniones de muchos expertos, asegurando que estos "no han creado una empresa y no saben de lo que hablan".

Todo lo que no te cuentan sobre China.

"Te cuentan que tienes que tener una empresa con un socio chino, que tienes que hacer una transferencia de conocimiento… Eso es una tontería, lo han escuchado de otras personas que no han estado en China", explica el empresario español.

Asegura que la principal particularidad de un país como China es que, a la hora de hacer negocios, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones no se siguen los trámites legales, a diferencia de lo que sucede en los países occidentales.

Explica que muchas de las cosas se hacen "fuera del marco legal", lo que implica tener que comprenderlo y que él mismo ha sido capaz de ir entendiendo la experiencia. También hace hincapié en la necesidad de comprender la mentalidad laboral de los chinos, a la que ha tenido que adaptarse.

Los chinos trabajan de lunes a domingo

En su llegada al país asiático, el propio Adrián Díaz ha explicado que, uno de los casos que más le costó, fue entender que en el gigante asiático los trabajadores desarrollan su labor de lunes a domingo, sin descansar los fines de semana.

Aunque confiesa que quiso implementar el sistema laboral español en China, allí no cuajó, e incluso vio cómo su secretaria llegó a buscarse otro trabajo para los fines de semana, un cambio de mentalidad que no tiene nada que ver con lo que sucede en España.

"Me dijo que no podía estar en casa viendo la tele mientras su madre trabajaba de lunes a domingo, que se sentía mal sin hacer nada", confesó el empresario, que asegura que le sucedió algo similar en otra de sus fábricas, donde decidió que sus trabajadores tuviesen libres los fines de semana.

Lo que en occidente sería visto como una muy buena noticia para poder dedicar ese tiempo al ocio personal o la conciliación familiar, no fue así en China, donde provocó que sus trabajadores decidiesen irse a la competencia.

"Nadie en su sano juicio en China puede entender por qué un empresario que monta una fábrica para ganar dinero decide voluntariamente tener las máquinas paradas dos de cada siete días", aseguró Díaz.

Según ha explicado, para los chinos cerrar los fines de semana es algo "antieconómico", lo que hace que muchos tengan dudas a la hora de aceptar las condiciones laborales, puesto que pueden llegar a pensar que "no tienes suficiente negocio y por eso cierras las máquinas dos de cada siete días".

Por lo tanto, de cara a la visión de los potenciales trabajadores, estos pueden llegar a creer que, dadas estas circunstancias, todo puede hacer pensar que el negocio "no tiene futuro", tal y como ha confesado en el podcast.

Las empresas chinas retienen el sueldo de sus empleados

Más allá de las curiosidades mencionadas, el propio Adrián Diaz explicó que le llamó especialmente la atención el hecho de que, en China, se retienen los salarios de los trabajadores durante 3 meses y lo hacen "para que no se vayan".

De esta manera, las empresas comienzan a pagar a sus empleados al cuarto mes de trabajo, y es por ello por lo que se trata de un mercado en el que faltan trabajadores, haciendo que la competencia trate constantemente de "robar a los empleados" de otras empresas.

"No hay ningún tipo de fidelidad hacia mí. El día que el dueño de la fábrica de al lado les pague un centavo más por hora, se largan a la fábrica de al lado", explica el empresario español, dejando claro cómo funciona el mundo laboral en el país asiático.

Para evitar que esto suceda, las empresas chinas han decidido apostar por esta fórmula que ayuda a evitar que cambien de trabajo. De esta forma, "si te vas, pierdes los tres meses de sueldo".

También recalca que, al final de año, cuando llega el Año Nuevo Chino, "se paga una especie de paga doble o de beneficios", se les dan los tres meses adeudados, y es en ese momento cuando se pueden ir. Esto hace que, cada año, las plantillas de las empresas se renueven casi por completo.