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Trabajar en Suiza sigue siendo una opción atractiva para muchos españoles que buscan mejores oportunidades laborales y un salario más alto que en su país de origen.

Adrián Villena, quien actualmente trabaja en un restaurante de la franquicia Burger King, no ha dudado en compartir su experiencia en el podcast 'Me Voy al Mundo'.

Desde el inicio, Villena deja clara su visión positiva sobre el país: "A todo el mundo que esté en España y que quiera venir a Suiza, siempre se lo recomiendo".

Un entorno único

Según explica, las posibilidades laborales son amplias y variadas: "Lo que es trabajo, vas a encontrar de lo que sea. El que vaya a Suiza y vuelva diciendo que no hay trabajo, es porque es un flojo".

Uno de los puntos que más despierta curiosidad es el salario. Cuando el entrevistador le pregunta cuánto se gana trabajando en un Burger King, Villena responde sin rodeos: "Yo estoy cobrando 21 euros la hora, y he llegado a trabajar hasta 11 al día".

Esa intensidad laboral, claramente incentivada por una buena retribución, se refleja en su nómina mensual: "Lo máximo que he llegado a cobrar ha sido unos 3.300 euros".

El contraste con los trabajadores locales también es llamativo. Al ser preguntado sobre la presencia de suizos en este tipo de empleos, asegura: "Ya te digo yo que aquí no vas a ver a ningún suizo trabajando. Esos están en sus trabajitos de 8.000 o 10.000 euros".

Aun así, Adrián señala que, pese a su sueldo en un restaurante de comida rápida, logra ahorrar: "Con lo que cobro, puedo ahorrar bastante".

Según sus cálculos, el ahorro mensual puede rondar los 2.000 euros, lo que corresponde a un 60% de su salario.

Además, rompe con la idea extendida de que la vida en Suiza es inasumible.

"El aceite de oliva es mucho más barato en Suiza que en España. Luego hay cosas que a lo mejor varían por céntimos o francos, pero estamos bastante igualados", afirma.

El entrevistador incide en este punto, mencionando la opinión común de que el coste de vida en Suiza elimina la ventaja salarial.

Villena lo rebate con firmeza: "El que te diga lo contrario es porque tira el dinero".

Por otro lado, las ayudas y beneficios también forman parte de la realidad actual del país helvético.

Según menciona, recibió "una tarjeta de 50 francos para que comprase comida", un apoyo que, según él, marca la diferencia para quienes tienen familia con hijos.

Su entorno laboral también refleja un nivel adquisitivo elevado, a pesar de ocupar puestos de menor cualificación en el país.

"Mi compañera, que está trabajando conmigo, tiene el nuevo Audi Q8 eléctrico, que son unos 250.000 euros", señala.

A medio plazo, Villena tiene claras sus metas financieras: "Mi idea es retirarme de trabajar cuanto antes, comprar pisos y alquilarlos".

Además, añade la posibilidad de cobrar la prestación de desempleo suiza en España: "El paro lo puedo cobrar en España, que son unos 3.000 euros durante dos o tres años".

En lo social, sin embargo, admite que la integración no ha sido sencilla: "Bueno, yo nunca he tenido acercamiento con un suizo en temas de amistad, parece que siempre están cabreados".

Su testimonio refleja las luces y sombras de la experiencia de un trabajador extranjero en Suiza: salarios altos, posibilidades de ahorro y un futuro más seguro, aunque con ciertas dificultades de integración cultural.