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Llega septiembre, se acaban las vacaciones de verano, los niños regresan al colegio... Vuelve la rutina. Cuando se ha estado varias semanas de descanso empezar a trabajar de nuevo suele costar.

Es lo que se conoce popularmente como síndrome posvacacional y afecta al 30% de la población. ¿Qué se puede hacer para combatirlo?

La psicóloga Estefanía Marcos de Lima, del Hospital Vithas Xanit Internacional, afirma que “la clave está en afrontarlo con estrategias saludables y una actitud positiva para minimizar su impacto”.

Normalmente esa sensación de desazón dura unos días, aunque hay personas que pueden tener ese síndrome incluso varias semanas.

Entre las pautas más importantes para esta etapa se encuentran retomar la rutina de forma progresiva volviendo de las vacaciones unos días antes para reajustar horarios de sueño y alimentación; no empezar con sobrecarga, organizando las tareas laborales y fijando objetivos sencillos.

Cuidar la salud física mediante horarios regulares, ejercicio moderado y una alimentación equilibrada; incorporar momentos de ocio y reservar tiempo para actividades personales que aporten bienestar; practicar técnicas de relajación como mindfulness, respiración o meditación; y separar claramente la vida personal y laboral, evitando prolongar la jornada de trabajo y respetando los espacios de descanso son otras de las recomendaciones.

"Es fundamental entender el regreso a la rutina como una oportunidad para reorganizarnos, fijar nuevos retos y recuperar hábitos saludables que muchas veces se relajan en vacaciones”, indica la psicóloga.

“Si afrontamos la vuelta al trabajo con realismo, autocuidado y una actitud positiva, lograremos convertir esta etapa en una oportunidad de crecimiento y equilibrio personal”, añade esta profesional.