Alfonso Muñoz, funcionario de la Seguridad Social con años de experiencia, no se anda con rodeos cuando habla del sistema de pensiones en España.
Su diagnóstico es claro: "En este momento en la hucha de las pensiones no hay ni para pagar pipas".
La frase resume la preocupación de muchos expertos y trabajadores públicos que, como él, conocen de cerca las cuentas del Estado.
En los últimos años, el debate sobre la sostenibilidad de las pensiones ha ganado peso en la agenda política.
El Gobierno celebra que estas subidas estén ligadas al IPC, pero Alfonso pone el acento en lo que se esconde detrás de esos anuncios.
"Lo que tenemos ahorrado en la hucha de las pensiones supone solamente un 5% del gasto anual en pensiones. No tenemos siquiera para pagar una mensualidad con lo que tenemos ahorrado", afirma.
Los números avalan su advertencia. Según los datos de 2024, el Fondo de Reserva cerró con 9.300 millones de euros.
Sin embargo, cada mes se destinan 13.500 millones solo al pago de pensiones.
En total, la factura anual asciende a 190.000 millones, casi el 40% de los Presupuestos Generales del Estado.
Para poner esta desproporción en perspectiva, Alfonso recurre a un ejemplo más cercano: el presupuesto de una familia.
"Imagina que en tu casa tienes unos ingresos mensuales de 2.000 euros, lo que supone unos 28.000 euros anuales", comienza explicando.
"Esto sería lo que representarían los Presupuestos Generales del Estado, y ahora imaginemos que las pensiones fueran tu hipoteca o tu alquiler", añade.
"Siguiendo las proporciones anteriores, de los 28.000 euros que ganas, deberías destinar 10.900 euros a la hipoteca. Y la hucha de las pensiones sería lo que actualmente tenemos ahorrado en el banco; es decir, solo 545 euros", concluye.
Con esta comparación, su mensaje es sencillo: no basta con celebrar que el fondo crece, porque lo hace a un ritmo insuficiente.
"Está bien que llenemos la hucha de las pensiones; es más, creo que es necesario, pero no alardeemos de que, con lo que tenemos actualmente y con el ritmo al que va creciendo la hucha, estemos totalmente salvados", señala.
La situación se complica si miramos a medio plazo. Alfonso lo expresa sin rodeos: "El sistema de pensiones sufrirá tensiones durante dos décadas, entre 2030 y 2050, cuando se jubile la generación del baby boom".
A su juicio, existen solo dos caminos: reforzar la hucha de forma seria o aplicar recortes llegado el momento.
"Con lo que hay actualmente, como he dicho, no llegamos ni a pagar una mensualidad; es decir, no hay ni para comprar pipas", comenta Alfonso.
"Por tanto, o nos tomamos muy en serio lo de llenar la hucha de las pensiones, o, llegado el momento, seguramente algunos meterán la tijera", avisa.
La advertencia de Alfonso no busca sembrar alarmismo, sino llamar la atención sobre un problema real y urgente.
El futuro de millones de jubilados está en juego y, como él insiste, no se trata solo de cifras en un balance, sino de la tranquilidad económica de toda una sociedad.
