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El absentismo laboral se ha consolidado como uno de los principales problemas que afrontan las empresas españolas.

Más allá de las estadísticas, el fenómeno impacta de manera directa en la productividad y competitividad de los negocios.

Pedro Álvarez, ex guardia civil y empresario malagueño al frente de la compañía Aldur, se muestra tajante en el podcast 'Más Allá del Emprendedor'.

Una situación crítica

"Cada día, hay un millón de personas que faltan a su puesto de trabajo", afirma con rotundidad.

Su diagnóstico no se basa únicamente en percepciones, sino en cifras contundentes.

Durante 2024, el absentismo supuso un coste total de 37.000 millones de euros, según recuerda el propio Álvarez.

A su juicio, es un lastre que el tejido empresarial no puede seguir asumiendo con normalidad.

El empresario detalla que la media de ausencias es considerable. "Estamos hablando de que un 7% de la jornada laboral de un empleado son bajas", señala.

El problema, explica, no está solo en los casos de enfermedad justificada o de trámites médicos, sino también en una parte difícil de controlar: las ausencias voluntarias.

En sus palabras, "o porque me he ido al médico en mi jornada laboral, o porque estoy enfermo, o porque no voy porque no me da la gana, básicamente".

El efecto agregado es demoledor para las compañías, especialmente para las pequeñas y medianas, que no siempre cuentan con estructuras sólidas para suplir esas ausencias.

El propio Álvarez lo traduce en términos económicos: "Son 14 días laborables al año. Una media de 1.700 euros, en un salario medio, lo que le cuesta al empresario".

Ese cálculo, advierte, no incluye solo el sueldo, sino también el impacto en la organización del trabajo: "El tiempo que no está trabajando deja de producir, ¿cuánto vale eso?".

En su experiencia, un día de baja no es simplemente una ausencia individual, sino un efecto dominó que condiciona a todo un equipo: "Y si además tienes que poner a alguien que lo sustituya, lo tienes que formar".

Y añade: "El coste de sustitución de un empleado está valorado en un 25% del salario bruto anual, por lo que de 30.000 euros te cuesta 7.500".

En definitiva, el absentismo laboral se ha convertido en un reto estructural en España.

Con millones de jornadas perdidas cada año y miles de millones en costes, las palabras de Pedro Álvarez resuenan como una advertencia clara: "Cada día, hay un millón de personas que faltan a su puesto de trabajo".

Una frase que, más que una denuncia, busca abrir un debate necesario sobre cómo equilibrar derechos laborales, productividad y responsabilidad compartida.