
Tortilla de patatas.
El truco que tienen las abuelas en Andalucía para que la tortilla de patatas salga siempre bien: queda más cuajada y suave
En Andalucía, la tortilla puede ser más jugosa, con cebolla bien pochada y, en algunos casos, con un ligero toque de ajo o perejil para darle más sabor.
Más información: El infalible truco de las abuelas andaluzas para que la tortilla de patatas quede perfecta: muy jugosa y sabrosa
La tortilla de patatas es uno de los platos más emblemáticos y queridos de la gastronomía española. Su popularidad se debe a su sencillez, versatilidad y sabor, lo que la convierte en un clásico tanto en los hogares como en bares y restaurantes de todo el país.
La tortilla de patatas de nuestra abuela siempre nos parece la mejor por una combinación de factores emocionales, sensoriales y hasta culturales. No es solo una cuestión de sabor, sino de recuerdos, tradición y la sensación de hogar que nos transmite.
En consecuencia, ¿cómo hacen las abuelas andaluzas la tortilla de patatas? Las abuelas andaluzas preparan la tortilla de patatas con un toque especial que la hace única: mimo, paciencia y algunos trucos que han pasado de generación en generación. En Andalucía, la tortilla puede ser más jugosa, con cebolla bien pochada y, en algunos casos, con un ligero toque de ajo o perejil para darle más sabor.
¿Cómo hacen la tortilla de patatas las abuelas andaluzas? Los ingredientes tradicionales son los siguientes:
- 4 o 5 patatas grandes
- 5 o 6 huevos camperos
- 1 cebolla grande (opcional, pero muy común en Andalucía)
- 1 diente de ajo (algunas abuelas lo frotan en la sartén o lo sofríen con la cebolla)
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE, imprescindible)
- Sal al gusto
Y con respecto a la elaboración paso a paso:
- Preparación de las patatas: Se pelan y cortan en rodajas finas o en cuadraditos, según la costumbre de cada casa.
- Se fríen en abundante aceite de oliva a fuego medio-bajo, para que queden tiernas por dentro y ligeramente doradas por fuera.
- Pochado de la cebolla (si se usa): Se pica la cebolla muy fina y se añade a la sartén con las patatas. Se cocina lentamente hasta que quede transparente y caramelizada. Algunas abuelas fríen primero la cebolla aparte para controlar mejor su punto.
- Escurrido de las patatas y la cebolla: Se sacan del aceite con una espumadera y se dejan escurrir en un colador o sobre papel absorbente. Algunas abuelas dejan un poquito de aceite para que la tortilla tenga más jugosidad.
- Mezcla con los huevos: Se baten los huevos en un bol grande con una pizca de sal.
- Se incorporan las patatas y la cebolla y se mezclan bien, dejándolas reposar unos minutos para que se integren los sabores.
- Cocción de la tortilla: Se calienta una sartén con un poco de aceite y se vierte la mezcla.
- Se cuaja a fuego medio, meneando la sartén suavemente para que no se pegue.
- Se le da la vuelta con un plato grande o una tapadera, con el clásico movimiento ágil de las abuelas.
- Se cocina por el otro lado hasta el punto deseado: más cuajada o jugosa, según la tradición familiar.
¿Cuáles son los trucos de las abuelas andaluzas para conseguir que la tortilla de patatas siempre salga bien? En primer lugar, al aceite de oliva virgen extra: no escatiman en buen AOVE, que le da un sabor inigualable.
En segundo lugar, el reposo de la mezcla: slgunas dejan las patatas en el huevo batido durante 10-15 minutos para que se impregnen bien. Además, un toque de ajo: algunas abuelas frotan el ajo en la sartén antes de cuajar la tortilla o lo añaden picado con la cebolla. Y finalmente, el punto de cuajado: muchas la dejan jugosa, pero nunca cruda en exceso.
Cabe destacar que desde su origen en el siglo XVIII, la tortilla de patatas ha evolucionado hasta convertirse en un plato imprescindible en la cocina española. Se disfruta en desayunos, almuerzos, cenas y, sobre todo, en aperitivos y tapeos.
Se puede pareciar que cada región tiene su propio estilo. En Galicia, por ejemplo, se suele hacer jugosa y con patatas pochadas lentamente. En Madrid o el País Vasco, muchas veces se encuentra una versión más cuajada. En lugares como Betanzos, la tortilla se caracteriza por su interior casi líquido, lo que la ha convertido en un referente gastronómico.
Aunque la versión clásica lleva solo patatas, huevos, aceite y sal (con o sin cebolla), existen muchas variantes: con chorizo, con pimientos, con bacalao, rellena de jamón y queso, entre otras. También han surgido versiones modernas, como la tortilla deconstruida de Ferran Adrià.
La tortilla de patatas no solo es un plato, sino parte de la identidad española. Se disfruta en reuniones familiares, picnics y fiestas populares, y es una de las recetas más exportadas de la cocina española. En definitiva, la tortilla de patatas es mucho más que una simple receta: es un símbolo de tradición, creatividad y pasión culinaria en España.