Ni sal ni cebolla, el truco de las abuelas andaluzas para hacer la tortilla de patatas perfecta: quedará más jugosa

La tortilla de patatas es uno de los platos más queridos y populares en toda España, y Andalucía no es una excepción. En esta región, es común encontrarla en hogares, bares y tabernas, servida como tapa, ración o plato principal. Su sencillez y versatilidad la convierten en un símbolo de la cocina casera y tradicional. En Andalucía, además, es habitual que las abuelas le den su toque personal, lo que hace que cada tortilla sea única.

En Andalucía, la tortilla de patatas se asocia con momentos de reunión familiar, fiestas y celebraciones, y su presencia en las ferias y romerías es casi obligatoria. También es muy típica en los bares, donde muchas veces se sirve en bocadillos o como tapa, a menudo acompañada de alioli o salmorejo. El clima andaluz invita a disfrutarla fría, lo que la hace ideal para comidas al aire libre o picnics.

Las abuelas andaluzas suelen preparar la tortilla de manera tradicional, aunque con algunas variaciones propias de la región y de sus preferencias personales. En consecuencia, ¿cuáles son los elementos básicos que utilizan las abuelas andaluzas para hacer la tortilla de patatas?

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Los ingredientes principales que utilizan las abuelas andaluzas para hacer la tortilla de patatas perfecta son los siguientes: en primer lugar, las patatas se pelan, se cortan en rodajas finas o en cubos pequeños y se fríen lentamente en abundante aceite de oliva, a fuego medio-bajo, hasta que estén tiernas y ligeramente doradas.

Luego, los huevos se baten ligeramente en un bol grande. Las abuelas suelen añadir una pizca de sal y, en algunos casos, un toque de leche para que quede más jugosa. También la cebolla es clave porque en muchos hogares andaluces, se añade cebolla, que se pocha junto con las patatas. Esto le aporta un sabor dulce característico.

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Y como no, un elemento estrella es el aceite de oliva virgen extra, en tanto que es un ingrediente clave en Andalucía, donde el aceite de oliva de alta calidad es un orgullo local.

En lo que respecta al proceso de elaboración, hay que tener en cuenta lo siguiente: una vez fritas las patatas (y la cebolla, si se incluye), se escurren bien del aceite y se mezclan con los huevos batidos. Se deja reposar la mezcla unos minutos para que las patatas absorban el huevo.

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Luego, se vierte la mezcla en una sartén caliente con un poco de aceite de oliva y se cocina a fuego medio. Y además, cabe destacar que las abuelas suelen darle la vuelta con ayuda de un plato o una tapa, demostrando una destreza que han perfeccionado con los años. La tortilla se cocina hasta que alcanza el punto deseado: más cuajada o más jugosa, dependiendo del gusto de la familia.

También cabe mencionar que algunas abuelas añaden un poco de perejil picado o incluso un chorrito de vino blanco al huevo para darle un sabor único. Además, es común encontrar tortillas más "gruesas", ideales para cortar en trozos y servir en tapas.

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En definitiva, la tortilla de patatas andaluza, como en el resto de España, es un símbolo de cariño y tradición, transmitido de generación en generación. Cada abuela tiene su truco secreto, pero el ingrediente esencial siempre es el amor con el que la preparan.