Debatir qué es cine y qué es televisión en 2020 es una discusión yerma, porque en esta era digital del consumo audiovisual bajo demanda las fronteras entre ambos medios se ha difuminado. En la necesidad de establecer márgenes, lo único que prima es el prejuicio que despiertan los productos creados directamente para la pantalla del salón, mirados siempre con desdén y aires de superioridad. La última obra en reavivar este debate ha sido Small Axe, la antología en cinco partes de Steve McQueen, el director ganador del Óscar por 12 años de esclavitud, que estrenará Movistar+ en España el próximo 7 de enero. 

La cataloguen como cine o televisión, lo que es indiscutible es que es una producción monumental. Su génesis se remonta una década, momento en que el director sintió la necesidad de contar (para poder ver) una historia que no ha sido explorada por la ficción audiovisual, la de la experiencia negra británica; su historia. Small Axe explora las vidas de la población afrocaribeña inmigrante en Londres entre los años 60 y 80; una realidad negra desconocida, que es un recordatorio del racismo que se vivió en esa época en el Reino Unido y al mismo tiempo una celebración de la rica cultura de la diáspora africana. 

Su estreno llega en un momento en el que la conversación sobre el racismo sistémico, tristemente, está más vigente que nunca. Dialoga con las protestas del movimiento Black Lives Matter, y cuando se cumplen 50 años de la Marcha de los Manglares, en la que cientos de personas se manifestaron contra la violencia ejercida por la policía sobre la comunidad negra en Notting Hill, hecho que se recrea en El Mangrove, la primera parte de la antología. 

'El Mangrove', primera parte de 'Small Axe'. Movistar+

No es este el único hecho real en el que se inspira esta miniserie. Además del episodio dedicado a los nueve activistas que fueron arrestados por las protestas en contra del acoso y brutalidad policial en 1970, también se basan en la realidad Rojo, blanco y azul, centrado en un policía negro que entra al cuerpo con la esperanza de cambiar el sistema desde dentro; y Alex Wheatle, que echa la mirada a la difícil infancia del escritor que encontró redención en la literatura mientras cumplía condena por las protestas de Brixton. Las restantes, Lovers Rock y Education, son dos notas optimistas que McQueen sintió debía incluir en su sinfonía. 

Quienes ya han visto las cinco partes de Small Axe afirman que es una revelación en todos los sentidos. Por lo potente de sus historias y porque aún no habían sido exploradas, por lo que se cuenta y el cómo se elige hacerlo, destacando especialmente la calidad de las interpretaciones, el naturalismo y nivel de detalle de la ambientación y un uso magistral de la música. Cada una de las cinco partes se mueve dentro de un género, un tempo y un transcurrir del tiempo distintos, y todos los viajes que retrata son potentes y dejan huella.

Para la Asociación de Críticos de Los Ángeles, Small Axe es la mejor película del año; El Mangrove y Lovers rock, las dos primeras partes de la antología, han aparecido en las listas de mejores películas de 2020 de The Hollywood Reporter, Variety y Empire; Educación está entre las mejores de The New Yorker; y para The Guardian es un hito en la televisión británica. McQueen, por su parte, se refiere a esta obra como cinco películas independientes que dialogan entre sí. Lo que conocemos como antología, un formato que siempre ha existido en la televisión, pero no en el cine. Pero también dice que el proyecto siempre fue concebido para televisión, porque él quería estrenarlo en BBC, para que fuera accesible para todos, para que pudiera verlo su madre.

Nadie se pone de acuerdo. Y da igual, porque lo realmente importante es que nosotros tendremos el privilegio de disfrutar en el salón de nuestra casa de una obra que ha fascinado a todos los que han tenido oportunidad de verla. Y no nos engañemos, todos sabemos que un paquete de cinco películas sobre la experiencia negra británica difícilmente iba a encontrar distribución y un cine que las programara, estas obras solo son posibles gracias a la televisión.



Todas las críticas de 'Small Axe':

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