En Andor no hay espacio para el melodrama sobre el que se construyeron los cimientos de Star Wars y las relaciones interpersonales de la estirpe de los Skywalker. Ni el rebelde -a su pesar- interpretado por Diego Luna es un héroe al uso, ni Dedra Meero ni Syril Karn encajan en el molde de los clásicos villanos de la space opera creada por George Lucas hace 45 años. Simplemente están intentando hacer su trabajo de la mejor manera posible. El problema es que su trabajo consiste en ser dos de los funcionarios más eficaces del malvado Imperio

“Esa es una gran observación, porque creo que ese es exactamente el lugar de estos personajes en la historia”, admite a SERIES & MÁS Denise Gough. “Me gusta pensar que en realidad hay un villano y un héroe dentro de cada uno de nosotros. Todos hacemos cosas contradictorias todo el tiempo. Lo más estimulante de interpretar a este personaje, y es algo que me sigue resultando fundamental a día de hoy, es que quiero que los fans sientan confusión respecto a Dedra. Pueden amarla y pueden odiarla, porque es alguien que existe en todos nosotros. Ella realmente cree en su trabajo y su ambición”.

Kyle Soller coincide con su aliada en la ficción. “Creo que Syril se verá atrapado en un conflicto mayor según avanza la serie. Las razones de por qué hace lo que hace no quedan claras de verdad hasta que conoce a Dedra”, adelanta el británico. “Creo que su deseo de encontrar su lugar y su vocación es tan desesperado cómo fácil de entender por parte de la audiencia. Sus motivaciones son más oscuras y traumáticas que las de los héroes, eso sí”. 

[Tony Gilroy ('Andor'): "Lucasfilm se parece al Vaticano, tienen expertos que te guían por el camino"]

“Dedra y Syril son casi como los marginados de la Oficina de Seguridad Imperial. Vamos a ver cómo ella asciende en la organización. Me encanta retratar el efecto que el poder tiene sobre una persona, y todas las ramifiaciones que surgen a partir de esas ambiciones”, explica Gough, antes de bromear sobre el resbaladizo terreno en el que se mueven ambos personajes. “Me encanta que el espectador pueda estar de su lado y de repente recuerde que está en una organización fascista. Estoy disfrutando mucho interpretando a alguien como Dedra”. 

Para Soller, lo más interesante de Andor fueron los guiones. “Tony creó un personaje realmente tridimensional sobre el que hay un gran signo de interrogación sobre él. Realmente Syril encajaría tanto en el Imperio como en la Alianza Rebelde. Tiene muchas áreas grises. Hay tantas carencias y tanto dolor en su vida privada que está tratando de llenar ese vacío a través de una organización fascista en la que encuentra el orden que no tiene en todo lo demás”.

Denise Gough y Kyle Soller son los particulares villanos de 'Andor'.

Su compañera de reparto recuerda el primer encuentro de Syril y Dedra. “La meticulosidad de ella está presente en todas partes. El primer día que Kyle y yo trabajamos cuentas me fijé en lo arreglado e impoluto que estaba. Pensé que los dos podían vivir felices para siempre en una casa realmente ordenada y limpia en el espacio”, confiesa entre risas la actriz.

Gough y Soller han aparecido en numerosas series de televisión y películas (ella estrenó recientemente la miniserie Por mandato del cielo, mientras que él apareció en 14 episodios de la serie Poldark), pero los dos comparten sus orígenes en los escenarios, donde han recibido los premios más importantes de la industria teatral gracias a clásicos modernos como Ángeles en América y La herencia, respectivamente. “He trabajado con algunos dramaturgos increíbles que son realmente intrincados y densos, pero Andor es otra cosa”, reivindica el actor encargado de interpretar a Syril Karn. “Tony Gilroy ha hecho algo realmente increíble. Es una forma de escribir que no había visto antes en Star Wars”. 

[Genevieve O’Reilly: “Quiero ver cómo Mon Mothma se convierte en la mujer que envía a 'Andor' a la muerte”]

La actriz recuerda entre risas los problemas con el guion durante su primera jornada de grabaciones en Andor. “Había una frase que era incapaz de decir, pero incapaz hasta el punto que el director, Ben Cameron, me dijo: ‘no te preocupes, lo arreglaremos en el montaje’. Recuerdo decirle: ‘No me estás entendiendo. ¡Todo lo que me han dicho durante los últimos cinco años en el escenario es que soy muy buena en esto’ y ahora mismo soy incapaz de hacerlo. No podía creerme lo que me estaba contando decir esas palabras”. 

Gough tuvo una idea: llamar a dos de sus amigos, también actores, que trabajaban en Marvel y Doctor Who. Funcionó. “Esta clase de jerga es como aprender un idioma diferente. Después de mis problemas ese día, nunca volvió a suceder. Fui a casa, estudié y aprendí a decir estas cosas. Ahora se me da genial”, ríe. “Siempre he pensado que venir del teatro es una ventaja cuando haces cine y televisión, pero me costó al principio. Ahora solo tengo que preocuparme de no mover demasiado las manos”, dice gesticulando de forma exagerada. “Ben Cameron me dijo un día que era muy exagerada, así que si veis a Dedra con las manos detrás de la espalda, ya sabéis por qué es”. 

Andor ha sido celebrada, entre otros motivos, por el aspecto realista de una producción que optó por rodarse en escenarios laterales y en decorados de cartón y piedra en lugar de usar la tecnología The Volume que popularizó The Mandalorian. “Recuerdo llegar a uno de los platós, una ciudad que había sido construida por el equipo de arte, y quedarme asombrado al ver cómo habían pensado en todo. Cada cajón tenía algo dentro. Cada armario tenía su propia vida. Había momentos en los que me olvidaba que estaba en Star Wars porque la mayor parte del tiempo sentía que estaba en un drama sociopolítico que también es un drama familiar, una serie de aventuras y una historia de amor. Y de repente veía que estaba rodeado de Stormtroopers y recordaba en qué me había metido”, cuenta el inglés.

Gough reconoce que no sabía prácticamente nada de Star Wars antes de hacer Andor. “Nunca había visto las películas. Estaba tan metida en Batman cuando era niña que no tenía ninguna conexión con el universo de Star Wars, de verdad”. Todo cambió el día en que se dio cuenta de que estaba en las calles de la galaxia que creó George Lucas hace ya 45 años. “Iba caminando por el decorado y no podía evitar emocionarme. Incluso yo, alguien que no es de ninguna manera fan de estas cosas, no podía creerme que estuviera ahí haciendo eso. Ojalá supiera más al respecto. Voy a ponerme las pilas, lo prometo”.