Era uno de los premios más cantados de la noche. A Brie Larson no se le había escapado ningún galardón previo: el Globo de Oro, el BAFTA, el premio del sindicato de actores… todos habían coincidido: su interpretación en La habitación es la mejor del año.

A sus 25 años se lleva la estatuilla en su primera nominación por emocionar y sobrecoger a todos los espectadores con su papel de madre secuestrada que inventa un mundo paralelo y mágico para evitar que su hijo conozca la dura realidad que les rodea.

Larson saltó a la palestra gracias al éxito indie de Las vida de grace, por la que muchos pidieron su candidatura al Oscar. Ha tenido que llegar el irlandes Lenny Abrahamson para brindarle este caramelo para cualquier actriz.

Quédense con este nombre, porque el próximo año ya estará en uno de los taquillazos más esperados, Kong: Skull Island, y en lo próximo del director de Las vidas de grace.

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