Jesús, el agente del Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Valladolid sosteniendo a uno de sus compañeros.

Jesús, el agente del Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Valladolid sosteniendo a uno de sus compañeros. Imagen original mejorada con IA / Cedida

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Jesús Navarro, el 'encantador de perros' de la Guardia Civil que forma a los K9 de la UE: "Trabajo mejor con ellos que con gente"

Trabaja en la Comandancia de Valladolid como adiestrador en el Servicio Cinológico y como instructor de otros policías en la agencia europea Frontex.

Más información: La unidad canina top de la Guardia Civil en España está en Castilla y León

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El cabo Jesús Navarro, de 45 años, trabaja mano a mano con su compañera Gilda. O mano a pata, mejor dicho. Ella no camina sobre dos patas, sino sobre cuatro. Es una de las perritas que conforman el Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Valladolid, la unidad pucelana de los perros antidroga y antibombas. Y Jesús es quien está al frente de este grupo.

El trabajo del cabo Navarro no se limita solo a la provincia castellanoleonesa, dado que también es instructor de los agentes de todas las policías europeas en la agencia Frontex. Y, por si esto fuera poco, también estuvo presente y rescatando personas en el terremoto de Haití, donde murieron más de 300.000 personas.

La trayectoria laboral de Jesús siempre ha estado ligada a la naturaleza, su gran pasión. Antes de ingresar en el Instituto Armado, fue militar del grupo de montaña en el Ejército de Tierra. Años después, opositó para ser guardia civil y se especializó como guía de perros en búsqueda de personas, drogas y explosivos.

Los primeros 18 años en el Cuerpo, que se dice pronto, los permaneció en la madrileña zona de El Pardo, en el Centro de Adiestramiento Canino de la Guardia Civil. Hasta que le enviaron a Valladolid.

El agente dice que "no hay ningún secreto" para trabajar con animales, pero sí hace mención a "las tres P": "Aquí solo hay que tener paciencia, paciencia y paciencia. Planificarlo todo también es clave, además de tener claro qué quieres conseguir y ver qué sistema vas a utilizar".

Pero acceder al Servicio Cinológico no se consigue de la noche a la mañana. En primer lugar, tienes que permanecer durante cuatro años, como mínimo, en Seguridad Ciudadana. Luego, opositar en El Pardo, realizar un curso intensivo de seis meses donde te enseñan técnicas de entrenamiento o psicología del aprendizaje, entre otras materias. Y por último, lo fundamental: el gusto por el trabajo con animales.

Jesús es un culo inquieto. Si no estuviese a diario con sus compañeros peludos, estaría en el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil, también conocido como Greim. O sino, en las alturas. A los mandos de un helicóptero.

Donde sí tiene claro dónde no le gustaría desarrollar su labor en el Cuerpo es "en una oficina": "Ni tramitando documentos, analizando estadísticas... yo necesito calle".

Elección del compañero

Gilda, Sella, Suli, Sigma, Bingo y Tango son los seis compañeros cuadrúpedos que acompañan al cabo Jesús en su puesto de Valladolid. Y de distintas razas. Tienen pastores alemanes, pastores belgas malinois, labradores, springer spaniel...

"Elegimos un perro por sus ganas de jugar, agradar, buscar su juguete, que no tenga miedo en ningún tipo de escenarios, ya sea entre escombros o en un centro comercial, perros seguros, sociables con todo tipo de gente, que sean curiosos", mantiene Navarro sobre la elección de su compañero.

Hace una notable distinción entre el perro que puede acompañarte en casa y en su trabajo: "No es igual un animal de compañía que uno que tengas que formarlo y trabajar con él en la calle, la gente no conoce el tipo de trabajo que hacemos, se creen que todo es divertido y no deja de ser un guardia civil que trabaja".

También nota a la legua cuando su amigo no está cómodo en ambientes hostiles: "En intervenciones más bestias como explosiones o rescates, cuando ves que el perro no está cómodo es momento de dejar de trabajar ahí. Llamas a otro equipo o a otros especialistas y ya".

"El comportamiento del perro, como los gestos, el no prestar atención a la tarea... entra en lo que llamamos "estado de evitación"", señala el agente. "El animal deja de oler, está más pendiente del entorno, se empieza a sacudir, a bostezar, se le nota el estrés", agrega.

Rescates, drogas y explosivos

Los escenarios que se le pueden presentar al guía Jesús y a sus perros son muy diferentes. Cada uno con sus características y riesgos propios.

En el caso de los rescates, se pueden dar en avalanchas, derrumbamientos u otros tipos de desastres. "Si planificarlo todo es fundamental, aquí más aún. Tienes que tratar que tu perro busque en toda la zona si hay alguna víctima bajo escombros.

En cambio, en cuanto la búsqueda de sustancias estupefacientes, su labor es más de apoyo: "Acompañamos a la unidad de investigación asignada para ese caso. En ocasiones hay que buscar en la zona exterior de un chalet, otras en el interior de un piso o de un coche".

Y en cuanto a las bombas, situaciones menos comunes que las relativas a operativos antidroga, también sirven de unidades de apoyo a los técnicos de desactivación de artefactos explosivos, más conocidos como los tedax. "Siempre seguimos indicaciones de los expertos, a la hora de mirar en un vehículo, en una maleta...", asegura.

Terremoto de Haití

El terremoto que asoló la capital de Haití, Puerto Príncipe, está considerado como uno de los seísmos más mortíferos de la Historia. Y el cabo Navarro lo vivió en primera persona.

"A nivel emocional, es muy exagerado lo que viví allí. Fue una catástrofe en toda regla. Estaba en el equipo de Madrid y nos mandaron a Haití en un avión del Gobierno", apunta Jesús. A las 24 horas de los movimientos terrestres, él ya estaba allí con sus compañeros, tanto los humanos como los perros.

Llevó provisiones para cinco días, pero su estancia en el país centroamericano se prolongó durante nueve más. "Había muertos por todos lados, ves uno ves dos ves tres bueno, pero hablamos de montones y montones de gente", lamenta el guardia civil.

Trabajo en Frontex

Los más de 20 años que lleva Jesús en el Instituto Armado, y más especialmente en el Servicio Cinológico, le ha permitido adquirir todo tipo de cualidades para poder formar a agentes de todas las policías europeas a través de la agencia Frontex, donde colabora desde hace casi 15 años.

Frontex es la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas de la Unión Europea que lucha contra la inmigración irregular, el crimen organizado y las redes terroristas. Peinan el continente desde los países de Europa del Este hasta la punta de Tarifa en España.

"Ahí hago lo mismo que en mi unidad, pero a nivel europeo. Tengo la certificación de instructor Frontex y esto me capacita para formar equipos caninos en cualquier policía europea. Me llaman de Portugal para un curso de detención de drogas y voy", explica el cabo sobre su labor europea.

Perros con gafas y micrófono

La tecnología también se puede implantar en los agentes peludos de la Guardia Civil. Navarro cuenta que a los perros se les puede poner gafas con cámara. "El equipo puede estar a distancia viendo lo que ve el perro. Para temas de rescate o de intervenciones con una persona armada puede ser clave este avance", opina el agente.

Y por si esto fuera poco, a los canes también se les puede poner un micrófono, un sencillo gesto que puede salvar la vida a una persona: "El perro mientras busca por los escombros en un derrumbe puede escuchar si hay una persona cerca atrapada".

"Radicalmente es más fácil trabajar con perros. El animal es mucho más sincero que la persona. No te va a engañar. Si el perro hace algo mal es porque no sabe, no por otra cosa, no porque no quiera. Me gusta trabajar con personas, desde luego, pero los animales son muy nobles", confiesa el guardia.

A Navarro le encanta su trabajo porque "es muy variable", ya que "cada día es una cosa diferente". Cuando no solicitan su ayuda para una intervención, está haciendo lo que más le gusta, entrenar con su mejor amigo.