Un cuerpo escultural forjado a base de hierros en el gimnasio no se consigue de la noche a la mañana. La alimentación, el ejercicio y el descanso: el tridente fundamental para alcanzar el físico deseado. Y también se encuentra la última pata de la mesa, la suplementación. Estos complementos nutricionales tienen muchos adeptos. Y los presos no iban a ser una excepción.
EL ESPAÑOL ha reunido el testimonio de varios funcionarios de prisiones que desempeñan su labor por toda la geografía española y confirman que el consumo de suplementos deportivos está en auge. Además, se utilizan para camuflar otras sustancias que mejoran el rendimiento deportivo, como los anabolizantes o esteroides.
Jorge Vilas, presidente del sindicato CSIF Prisiones sostiene que la presencia de los botes de proteínas o creatina "no es algo nuevo ni se da en todos los centros", dado que en unos los permiten y en otros no.
El alijo de anabolizantes, coca y crack incautado en la prisión de Archidona (Málaga).
"Ayudan a que los internos estén más fuertes. Ya lo que nos faltaba, les damos clases de boxeo y encima los ponemos fuertes", comenta con gran pesar a este periódico.
Vilas indica que, además, son "ideales" para trapichear: "En prisión, todo cuesta dinero. Mínimo, tres veces lo que vale cualquier cosa en la calle. Y se hace negocio con ello aquí, como con cualquier otro bien".
El proceso para obtener los suplementos es sencillo. En primer lugar, realizan la petición. Una vez que llega a la oficina de seguridad y se da el visto bueno, llega al servicio de demandaduría.
Desde aquí, realiza la compra con el dinero del interno. Llega a prisión, precintado de arriba a abajo para que no pueda ser manipulado con anterioridad y se le entrega al reo. Y este lo puede tener en la celda para su uso. El proceso puede durar entre siete y diez días.
"Cuando está abierto, ya puede ser adulterado. Si el interno obtiene algún tipo de sustancia, se pueden camuflar en estos botes. Pueden tirarlo y meter otra cosa", señala Joaquín Leyva, del sindicato de prisiones Acaip-UGT, a EL ESPAÑOL.
Auge en cinco años
Leyva subraya que "esto hace 15 años era impensable". "Sobre todo en los últimos cinco se ha notado más el incremento. Si la mayoría de los internos lo tomaban en la calle y cuando entran lo quieren seguir haciendo", agrega.
Dado que el 92% de la población reclusa es masculina, casi todos los casos de llegadas de suplementos a las prisiones se da en hombres. Las mujeres, en cambio, suelen solicitar productos cosméticos, siempre y cuando no tengan alcohol, por lo que las colonias suelen estar prohibidas.
La situación es variopinta. Dependiendo de la cárcel, los presos utilizan el dinero semanal, en torno a los 100 euros, para comprar suplementos deportivos.
En el caso de la prisión de Puerto III (Cádiz), -una de las que registra más agresiones a funcionarios- depende en función del módulo. "En el de multireincidentes no suelen tener dinero para esas cosas", sostiene una fuente penitenciaria a este diario.
De hecho, por los barrotes de la mencionada prisión gaditana pasó Sebastián Santiago Heredia, apodado La Bestia, debido a su fuerte complexión y violento trato con los trabajadores.
Sebastián Santiago Heredia, apodado 'La Bestia'.
Continuando por el sur de España, en Archidona (Málaga II) es de las cárceles donde más suplementos se hallan. "Es un porcentaje alto". Y en su hermana gemela, Málaga I, ubicada en Alhaurín de la Torre, se halla un módulo "minado de anabolizantes" con "muchos extranjeros europeos fortísimos, tipo hooligans": "Eran gente muy seca en el trato, pero siempre decíamos que el día que se formase a ver quién coño iba a apagar el fuego".
Alejado de las prisiones andaluzas, en Villahierro, situada en León y donde se encuentra recluido el sicario apodado El Pastilla, la presencia de botes de proteínas es frecuente. "Hay muchos, e incluso el uso de bolígrafos de insulina para aumentar la masa muscular, con el consiguiente trapicheo", asegura una fuente del centro.
Y en ocasiones también se rechaza, como es en el caso de la cárcel zaragozana de Zuera. "Si seguridad lo considera excesivo en cantidad, se deniega", mantiene una fuente penitenciaria.
Centro Penitenciario de Zuera.
Narra su experiencia en la otra prisión de Zaragoza, en Daroca: "Cuando pasé por demandaduría, allí ponían pegas. Generalmente, si entran por el demandadero, es que no hay problema".
Luego, en Teixeiro (La Coruña), la prisión donde se encuentra, entre otros, Alfonso Basterra, tampoco es una rara avis encontrarse los polvos de proteína: "En el módulo 5, que está más orientado al deporte, es muy común. Incluso algún boxeador o matón que ha estado lo consumía mucho", incide una fuente de dicho centro.
Centros prohibidos
A diferencia de estos centros, en Madrid III (Valdemoro), por ejemplo, están prohibidos "y siempre lo han estado" debido a las "normas del régimen interior".
Prisión de Madrid III, situada en Valdemoro.
Y lo mismo sucede en Sevilla II, situada en Morón de la Frontera, tal y como indica una fuente: "Sí permiten algunos complementos multivitamínicos, pero nada más. Antes sí se podía, de hecho, había un preso que competía en culturismo"
Sustancias dopantes
Luego se encuentran aquellas sustancias que mejoran el rendimiento deportivo cuyo consumo no es legal. Ya sea dentro de los muros de una prisión o fuera, sin una autorización médica o casos especiales, como es el caso de los anabolizantes.
EL ESPAÑOL documentó la semana pasada el mayor alijo de esteroides hallado en una prisión española. En la prisión de Archidona, se incautaron 500 pastillas de anabolizantes a una mula que aprovechó un permiso penitenciario para colar las pirulas.
Todas las fuentes resaltan que los esteroides no son las sustancias prohibidas más incautadas, ni de lejos. La cocaína y sobre todo la marihuana escalan a los primeros puestos. Pero también son "bienes codiciados" entre barrotes.
"La gente aquí está muy fuerte y eso no es caído del cielo. Se meten de todo y en prisión se hacen virguerías. Al igual que entra la droga y un móvil, entra esto. Es algo muy deseado", apunta Manuel Galisteo, presidente del sindicato Tu Abandono Me Puede Matar a EL ESPAÑOL, quien achaca, entre otras razones, este auge al uso de drones.
Una fuente cuenta el caso muy peculiar que recuerda en la cárcel de Aranjuez, en Madrid: "Una médica se lió con un preso. Era quien le facilitaba las sustancias. Estaba un poco loca... se tuvo que ir de aquí. Ya no hay médicos. Le dio un guantazo a otro médico de aquí. Fue hace 10 años ya".
"La política que lleva la secretaría general es la del falso buenismo: los internos son buenos y hay que darles de todo...", lamenta Vilas, de CSIF. A razón de ello, solicita que les proporcionen del táser "para situaciones concretas": "Hay cada bicho aquí dentro...".
Lesiones producidas a un funcionario de la prisión de Zuera (Zaragoza).
Incautaciones en 2025
Alcohol, cannabis, alucinógenos, cocaína... la lista es extensa. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a una resolución de Transparencia donde se recogen las incautaciones de determinadas sustancias.
Cocaína incautada en la cárcel de Archidona, en Málaga.
Los anabolizantes se ubicarían en la casilla de "otras sustancias", dado que no cuentan con un apartado específico para ellos.
Atendiendo a las estadísticas, las prisiones donde se han incautado más pastillas, hasta mediados del presente año son El Dueso (Cantabria), con 187; seguida de Albolote (Granada), con 147; y en tercer lugar, Tenerife, con 138. Todas ellas se suman al cómputo global de 1.053.
Por su parte, en cuanto a los anabolizantes interceptados en forma de polvo, Madrid VI (Estremera) se halla en primera posición con 78 gramos identificados. Después, está Zuera (Zaragoza), con 55 gramos, y finalmente, de nuevo a la capital, a Madrid III (Valdemoro), con 13 gramos. Entre todas las prisiones alcanzan los 236 gramos.
