El Ayuntamiento de Jumilla, en la Región de Murcia, se ha convertido en el primero del país en aprobar en Pleno una moción, impulsada por Vox, que prohíbe la celebración de la fiesta musulmana de la matanza del cordero y otros ritos en espacios públicos, por tratarse "de una práctica cultural ajena a España".
Esta medida la ha puesto sobre la mesa el único concejal de Vox en el Consistorio, y ha salido adelante este lunes con la aprobación del Partido Popular, que ostenta la alcaldía con el apoyo del partido de Santiago Abascal.
El portavoz de Vox, en unas declaraciones recogidas por el diario local Siete Días Jumilla, explica que esta moción supone que las instalaciones deportivas municipales no pueden utilizarse para actos religiosos, sociales o culturales, "ajenos a nuestra identidad", alegando que "defendemos nuestras tradiciones frente a la constante ofensiva ideológica de la izquierda por imponernos costumbres ajenas a nuestra identidad".
La medida ha contado con los votos en contra del PSOE e IU-Verdes Podemos. De hecho, la portavoz socialista critica que se trata de una moción "xenófoba y sectaria", y denuncia un "retroceso en libertades y derechos".
La moción en sí no prohíbe la celebración de estas dos festividades, que son de las más importantes entre quienes practican el islam, sino que impide llevarlas a cabo en lugares públicos.
De los más de 27.000 habitantes que componen la población de este municipio que hace frontera con la provincia de Albacete, algo más de 1.500 son de tradición musulmana, según el INE.
Concesión a Vox
Esta medida representa una concesión del Partido Popular a las políticas de Vox. La formación verde, que a nivel regional dirige José Ángel Antelo, siempre ha exigido la defensa de los valores nacionales frente a otras culturas. "El que quiera aprender otra cultura, ya tiene su país de origen", tal y como ha repetido en varias ocasiones el líder autonómico de los de Abascal.
Esta premisa, junto con el rechazo a la política migratoria del Gobierno de España, han marcado la dinámica de las negociaciones entre los dos partidos en la Región de Murcia.
De hecho, los populares anunciaron un acuerdo con Vox para sacar adelante los presupuestos autonómicos de 2025 en junio, después de varios meses intentando sellar un pacto.
Para alcanzar un acuerdo, el Gobierno autonómico, del PP, aceptó, entre otras cuestiones, rechazar la política migratoria y cerrar el centro de menores inmigrantes de Santa Cruz.
Además, la línea roja de Vox que, a la postre, alargó las negociaciones, fue su exigencia de no aplicar el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí.
Y es que desde el Ejecutivo autonómico aseguraban que este programa "nada tiene que ver con la Región de Murcia, depende exclusivamente del Ministerio". Por su parte, los de Abascal sostenían que el autonómico "puede decidir si aplica o no aplica".
Finalmente, en el acuerdo de presupuestos se recogía que "el Gobierno de la Región de Murcia en el ámbito de sus competencias no desarrollará ningún programa en los centros educativos de fomento de la lengua árabe y cultura marroquí tal y como sucede en otras comunidades autónomas".
