El exmarido de Juana Rivas, Francesco Arcuri, ha asegurado, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL, que su hijo Daniel de 11 años "está siendo manipulado por la abuela, la tía, la mamá y el hermano". Por esa razón, dice que el menor no le fue entregado el pasado martes como estaba previsto.
La titular del Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada aplazó a este viernes la entrega del hijo menor de Juana Rivas. La medida explica que el menor, cuya custodia tiene el padre, permanece con la madre porque es "absolutamente descartable" utilizar "ningún tipo de fuerza física o coacción" para el intercambio de progenitor.
Antes de eso, a su llegada al punto de encuentro, el menor dejó claro que no quería irse con él a Italia. "No me quiero ir. Me va a matar cuando vuelva. No puedo volver", dijo en compañía de Juana Rivas y de su hermano mayor.
Juana Rivas a su llegada al punto de encuentro fijado por orden judicial para que su hijo menor se reencuentre con su padre, el italiano Francesco Arcuri
Para Arcuri, todo lo expresado por el niño no es más que la confirmación de lo que ya dicen tres sentencias italianas: que Juana Rivas manipula al menor. "Desde que tenía cuatro años él me contaba que le manipulaban la abuela, la tía, la mamá y el hermano. Era un niño de cuatro años. Le decían que dijera esas mentiras sobre mí porque si no la madre se ponía enferma, o se va a la cárcel y que nunca más podría ver a su hermano", relata el hombre en conversación con EL ESPAÑOL.
Arcuri asegura que le explicaba a su hijo que las cosas no eran así, que podía visitar a su madre y regresar cuando quisiera, que ni él ni su hermano eran prisioneros. "Él me dijo no quería irse con su madre, que sí quería irse de vacaciones, pero no a vivir. El niño desde que puede hablar me ha dicho siempre la misma cosa (que le manipulaban). Se lo ha dicho al juez, a los Servicios Sociales, a todos", detalla
En Italia, Arcuri tiene cuatro denuncias por maltrato desde 2019. Él asegura que de eso no hay ni una sola prueba y que ya fueron descartadas por una sentencia de febrero de este año la cual "confirma que ninguna de las acusaciones de la madre es real y que por eso yo tengo la custodia exclusiva de mis hijos desde hace nueve años".
El próximo viernes, Arcuri intentará de nuevo recoger a su hijo, que ha estado siete meses en manos de Juana Rivas y acompañado por su hermano mayor Gabriel, de 19 años. Este último, desde hace tres años se fue a vivir con su madre. "Él también fue manipulado", valora su padre.
La entrega
Sobre el mediodía del martes estaba programada la entrega del menor. Francesco Arcuri llegó al sitio para recoger a su hijo, pero se encontró con que el niño no quería irse con él. "Se quedó dos horas y media el acompañante (hermano mayor) hablándole mal de mí. Yo me quedé en otra habitación y después me dieron cinco minutos para ver a mi hijo. Estaba totalmente derrotado".
Arcuri cuenta que el niño estaba "muy sensible". Veía hacia la puerta y buscaba a su hermano Gabriel, quien también se negó a ver a su padre.
El hombre explica que Daniel salió de Carloforte, Italia, en barco hace siete meses para pasar unos días con su madre. La condición era que Juana Rivas debía permitir la comunicación con el padre en todo momento, pero según Arcuri, ella aprovechó para manipularle.
Juana Rivas.
Los días se convirtieron en meses. Siete para ser exactos. Arcuri llamaba tres veces al día a Juana Rivas para hablar con Daniel, pero ella no le cogía el teléfono. Su hijo mayor tampoco se lo coge.
"Desde que Gabriel se fue a vivir con su madre a los 16 años, yo he tenido contacto con él y me contaba lo que hacía, pero esto cambió porque ahora no me contesta más. También está manipulado por su madre", valora Arcuri.
Italia
En Carloforte, Francesco Arcuri asegura que tiene una vida "muy bonita y muy feliz", y que también la tenía su hijo hasta antes de regresar con su madre. En ese pequeño municipio italiano de la región de Cerdeña, el padre del menor afirma que muchos lo conocen por ser "un niño feliz".
Al niño no le faltaría nada. "No volvería a algo nuevo. Él siempre ha vivido conmigo en mi casa", insiste.
Por ahora, Arcuri esperará a la entrega del viernes con la esperanza de que su hijo finalmente regrese con él a Italia. Ya tiene planes para los dos, dice. Está sacando adelante un proyecto para hacer incursiones en el mar para niños, y le gustaría navegar con Daniel.