Valencia

Kherson, cinco de la madrugada del 24 de febrero. Mario García sigue desde su casa en la exrepública soviética de Ucrania el avance de las tropas rusas. Este jubilado valenciano de 73 años ha convertido su hogar en un búnker, su refugio. Y desde allí observa el ataque letal y a gran escala de Vladimir Putin. "Es el señor de las guerras", repite con dureza.

Mario partió rumbo a Ucrania en 2014 tras las crisis de la península de Crimea. Dejó atrás a su familia en el municipio valenciano de Carlet para ayudar al pueblo ucraniano y dar un nuevo sentido a su vida. De pequeño, su padre le contó que la ciudad de Odesa acogió a los niños españoles, alrededor de 70 eran valencianos, que huían en barcos durante la Guerra Civil española. Aquella historia le fascinó y despertó su interés por Ucrania.

En Ucrania encontró un pueblo abierto y acogedor que está acostumbrado a vivir en una atmósfera bélica. Ahora no tiene previsto salir del país. Quiere devolver a los ucranianos lo que hicieron por España. No lo duda ni por un segundo. "Estoy bien gracias a Dios. No tengo miedo y no voy a moverme de aquí, estoy acostumbrado a estas cosas. Me han dicho que vendrán a por mí porqué soy un veterano de guerra español que ayuda a los ucranianos, pero yo no pienso marcharme. Sabía a lo que venía", subraya.

Mario García junto a otros ucranianos del ejército.

La madrugada del 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el comienzo de una operación militar al este de Ucrania para proteger a las personas de "abusos y del genocidio". No parará hasta tumbar al Gobierno elegido en unas elecciones. Los bombardeos se empezaron a suceder casi de forma inmediata en varias ciudades del país, incluida la capital, Kiev. 

Mario cuenta a EL ESPAÑOL cómo vivió en primera persona las primeras horas del ataque ruso. "Estaba con un amigo español en casa. Eran las cinco de la madrugada aproximadamente y acababa de entrar a la ducha. Empezamos a escuchar los bombardeos y las primeras explosiones, a unos 30 kilómetros del lugar en el que nos encontramos. Estábamos esperando a que Putin atacara", apunta. La guerra había empezado.

Las primeras sirenas empezaron a sonar en la plaza del Maidán, mientras se observan columnas de humo en el aeropuerto de Kherson. A partir de ahí, el miedo y la incertidumbre se extendió entre la población. "Mucha gente empezó a salir a la calle preocupada. Nos fuimos a un búnker que estaba cerca y tuvimos que romper los candados para que la gente se refugiara y estuvieran a salvo. Hacía mucho tiempo que no se abría y la cerradura estaba oxidada", añade.

El Ejército ruso atacó nueve regiones ucranianas, en su mayoría infraestructuras militares, aeropuertos y aeródromos. Rusia empezó por las regiones de Ivano-Frankivsk, Jmelnitsky, Chernígov, Járkov, Kiev, Odesa, Nikolaev, Jerson, Kramatorsk y el Donbás, según informó el Ejército ucraniano en un comunicado.

Mario colabora con las milicias ucranianas y tiene experiencia en el uso de armas.

"Ahora mismo están bombardeando los puentes para que los soldados ucranianos se queden aislados", afirma Mario mientras observa desde su ventana las inmensas columnas de humo que se levantan tras los ataques. Son las dos de la tarde en España y en Ucrania solo quedan unas horas para poder acumular víveres y comida. Y es que tras el comienzo del ataque, el presidente Zelenski impuso restricciones en todo el país. 

Éxodo masivo

"Hay mucha gente en los cajeros automáticos de los bancos. Todo el mundo quiere sacar su dinero, pero los bancos se están quedando sin efectivo. Las farmacias están llenas y empieza a ser difícil encontrar medicamentos", cuenta Mario. Las carreteras están colapsadas con vehículos de ciudadanos que buscaban ponerse a salvo y huir del país. El éxodo hacía el oeste del país se activa.

"Los soldados ucranianos se están haciendo fuertes y plantando cara". Las tropas ucranianas están manteniendo duros combates, desde el Donbás a otras regiones del este, norte y sur. El presidente Zelenski ha llamado a la población a resistir.

"Ucrania luchará contra esta invasión de Putin, pero se necesita ayuda internacional", insiste este español. Europa se está preparando para un éxodo sin precedentes. Según Unicef y Acnur, hasta cinco millones de personas podrían salir de Ucrania en los próximos días para buscar refugio fuera de sus fronteras. Se calcula que, tras los primeros ataques, entre 50.000 y 100.000 personas han salido del país.

Mario junto a soldados ucranianos.

"Hay colas en las tiendas, en los bancos, en las farmacias... En muchos sitios no quedan suministros. A partir de las seis de la tarde está todo cerrado para que la gente no salga a la calle y se refugie en sitios seguros", relata.

Mario insiste en que esta guerra no acaba de empezar. "Esta guerra lleva casi 8 años en marcha y la prueba es que han sido asesinados 15.000 soldados. Putin siempre dice que esto es una guerra civil, pero el argumento es una tapadera total. Los comandos letales profesionales de Rusia son los que han matando a los soldados y civiles porque no le importa nada. Siempre he luchado por la paz, la libertad y la democracia con dignidad en todo el mundo". Y dice que así seguirá.

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