Hay una casita en la localidad madrileña de Manzanares el Real que de vez en cuando se cuela en la crónica política, por A o por B. Esta semana ha sucedido de nuevo. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto este lunes a la Residencia Santillana, apodada La Casita a pesar de ser una auténtica mansión. Pidió a todo miembro de su Gobierno que se vaciara la agenda para ese día y ahí se fue, a buscar la forma de encarar el nuevo curso político en un paraje natural alejado de las distracciones de la Puerta del Sol.

Aunque conocida, sólo de oídas para la mayoría, La Casita en realidad es un lugar muy misterioso. Un sitio en el que todo lo que pasa es considerado secreto, por cuestiones de seguridad y confidencialidad, y que al final acaba rodeado de absoluto mito. Se ha visitado poco, en torno a 60 veces en los últimos 12 años, y a pesar de ello se gasta casi medio millón de euros en dinero público para mantenerla bonita y a la altura de las expectativas.

Sobre La Casita hay dos versiones. La oficial dicta que pertenece al Canal de Isabel II y que es una vivienda, de uso residencial, que utilizan los presidentes de la Comunidad, tanto Ayuso como todos sus antecesores, siempre para motivos laborales: reuniones, residencia para visitas relevantes, etcétera.

La Casita en una vista aérea. Google Maps

La versión extraoficial, en cambio, está llena de rumores. Varios reportajes de prensa comentan cómo en la época de Alberto Ruiz Gallardón esta vivienda, que muchos han apodado la casa de la pradera, se utilizaba para albergar fiestas de destacados dirigentes del PP madrileño. También en Manzanares el Real se ha comentado que incluso se ha llegado a ver ahí a los reyes, a los actuales y a los eméritos. Pero nunca se sabe del todo, y la Administración no responde a las dudas.

Para el nuevo curso

Ubicada a tan solo 50 kilómetros de Madrid, lo que da para un viaje exprés siempre que sea necesario, La Casita es una mansión que se encuentra en un paraje inmejorable. A los pies de la Pedriza, la finca está ubicada en la orilla del embalse de Santillana, un lugar rodeado de naturaleza y al que los políticos acuden para tener largas jornadas de trabajo en un ambiente más distendido que la oficialidad de la capital.

Según los datos catastrales que ha comprobado este diario, la Residencia Santillana fue edificada en 1960 y cuenta con una superficie construida de 1.907 metros cuadrados. La casa tiene dos plantas en el que se ubican tres viviendas. La principal, que tiene dos suites, mide nada menos que 1.217 metros cuadrados. Las dos residencias secundarias son de 387 y 85 metros cuadrados. Además, hay tres edificios registrados en el Catastro como de uso de almacén y un aparcamiento de 60 metros cuadrados.

No existen demasiados datos que sirvan para aclarar cuál es el uso concreto que se le ha estado dando durante todos estos años. Tras una pregunta parlamentaria por parte del PSOE en la Asamblea el año pasado, la Comunidad de Madrid reconoció que se había usado 59 veces desde 2007 hasta 2017. Ese mismo año, la entonces presidenta, Cristina Cifuentes, la había utilizado en cuatro ocasiones para reuniones con su equipo de Gobierno. Cifuentes, de hecho, acotó mucho el uso de La Casita para sus consejeros, acabando con la manga ancha que reinó en etapas anteriores.

Parte trasera de La Casita. E.E.

La propia Ayuso ha usado esta casa en tres ocasiones. La primera fue al poco de llegar al cargo, en diciembre de 2019; la segunda el pasado mes de enero y la última este lunes. El objetivo siempre es el mismo: coordinar la acción de su Gobierno ante una nueva etapa política. Ya lo hizo aún con Ciudadanos en el Ejecutivo madrileño, y lo hace ahora con todos sus miembros de su mismo signo.

Este lunes, Ayuso pidió a sus consejeros que se despejaran el día de la agenda y pasaron ahí toda la jornada. La presidenta se reunió con todos y cada uno de ellos para conocer el estado de la cuestión en sus áreas y buscar la mejor forma de afrontarlo. Y, de hecho, ha empezado fuerte: comunicando su intención de liderar el PP de Madrid y anunciando que la Comunidad que lidera será la primera de régimen común en eliminar los impuestos que dependen de ella.

Un retiro natural

Esta no es la primera vez que Ayuso opta por lugares diferenciados a la Puerta del Sol, sede del Gobierno autonómico, para encarar las reuniones importantes. Su estancia en La Casita recuerda de alguna forma a la campaña electoral que la llevó a la Presidencia. Aquel 2019, ella y su equipo hicieron el grueso de las reuniones en la casa de su actual jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, un chalé en la localidad de Majadahonda.

Entonces, el argumento era simple. Puestos a pasar tantas horas trabajando, mejor hacerlo en un sitio diáfano y tranquilo, alejado de todo, y con jardín para salir a dar una vuelta en caso de que haga falta. Ahora en La Casita, los motivos son los mismos. El paraje natural permite jornadas maratonianas de trabajo aliviado, al menos, por estar en un enclave bonito. Además, si hace falta y el trabajo se alarga, podrían dormir ahí.

Miguel Ángel Rodríguez e Isabel Díaz Ayuso. E.E.

Aunque se ha estado usando poco durante los últimos años, todo apunta a que bajo el mandato de Ayuso se va a usar algo más. Hasta el año pasado, el cuidado y el mantenimiento iba a cuenta del Canal de Isabel II, que hacía públicas licitaciones por valor de 87.763 euros cada dos años. El nuevo contrato público, esta vez por parte de la Comunidad de Madrid, es de 430.117 euros para tareas como trabajo de jardinería, mantenimiento eléctrico o servicio 24 horas. Parece que se va a oír más sobre La Casita.

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