Los caminos del CD Badajoz y el empresario sevillano Joaquín Parra se cruzaron en junio de 2019. A través del grupo inversor Firestone S.A., Parra adquirió el 99,9% del club, convirtiéndose así en su dueño y presidente. Para la gente de la ciudad, aquel recién llegado era una especie de salvador: "Cuando viene un hombre de estas características, se te abren los ojos y piensas que es un mesías", recuerda Rafael, un aficionado al Badajoz de toda la vida. Pero, desde el pasado viernes, Parra permanece ingresado en la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) como medida preventiva. El motivo: su implicación en un presunto fraude a Hacienda de 13 millones de euros. Esta situación ha hecho que la incertidumbre se apodere de un club que, con Parra como presidente, había pasado de estar al borde de la desaparición a convertirse en el Manchester City de la Segunda División B.

El origen del fraude fiscal estaría en la red de gasolineras 'low cost' que pertenecen a Parra: Extrem Petrol. Esta empresa realizó un aumento de capital el 14 de junio de 4.300.000 euros, quedando un resultante suscrito en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) de 7.303.000 euros. Además, también se le investiga por un presunto delito de blanqueo de capitales y falsedad documental. Aunque en Badajoz no parece haber pillado a la gente por sorpresa (“Nadie regala duros a pesetas, sabíamos que había algo raro ahí”, dice Rafael), habían preferido mirar hacia otro lado y disfrutar de los éxitos deportivos. Sin embargo, ahora las preguntas son inevitables: ¿Por qué esta persona, totalmente ajena al club hasta entonces, quería invertir tanto dinero en un club ruinoso? ¿De dónde venía ese dinero?

La venida del mesías

La historia reciente del CD Badajoz está repleta de turbulencias. El club desapareció y se refundó en 2013. Álvaro, miembro de la Grada de Animación 1905 que apoya incondicionalmente al club, recuerda que antes de la llegada de Parra “éramos tan solo unos 1.500 socios”. No eran muchos, pero estaban necesitados de renovar la ilusión. Tras el expresidente Pablo Blázquez llegó la empresa Premium Sports, aunque no estuvo mucho tiempo. Fue entonces cuando Álvaro Trigo, miembro directivo del Badajoz, invitó a un antiguo conocido: Joaquín Parra.

Confluyeron dos factores para la rápida aceptación de Parra por parte de todos. Por un lado, la esperanza de, por fin, ver al Badajoz renacer: “Nosotros habríamos recibido igual a Parra que a Perico el de los palotes, íbamos a aferrarnos al primero que llegara con ilusión”, explica Rafael. Por otro lado, Parra era un empresario de éxito que sabía ganarse a la gente: “Conseguir un equipo de Segunda y si puede ser de Primera y de Champions”, dijo el nuevo presidente sobre los planes de futuro que tenía.

Resultados inmediatos

Dijo que iba a llevar a cabo un proyecto en tres años, pero lo hizo en un mes”, recuerda Álvaro. Lo primero que hizo Parra fue poner alrededor de un millón de euros para liquidar toda la deuda y pagar a la plantilla. Después, explicó que su idea era remodelar las instalaciones para tener un estadio de Primera División. “Al día siguiente, ves a las máquinas trabajando en el estadio y confías en él”, dice Álvaro.

Además, conectó muy rápido con la gente. Nada nuevo: lo mismo sucedió con presidentes que también tuvieron problemas judiciales, de José Fouto en la época gloriosa del Mérida a Jesús Gil, en el Atlético de Madrid. Por cierto, Gil es un presidente con el que Parra dijo identificarse “en lo bueno”. Rafael asegura que “nos vendía todo muy bien y procuró ir a los sitios desde el primer minuto, diciéndonos lo que queríamos oír sobre Badajoz”. La opinión en la ciudad es unánime: “Esto lo vamos a hacer entre todos”, decía habitualmente Parra a la gente.

También tuvo contacto con la Grada 1905, un sector de la afición con el que es clave llevarse bien para cualquier dirigente. Al ser dicharachero y sevillano encajaba muy bien con el espíritu abierto y desenfadado de Badajoz. En una reunión con el mencionado fondo de animación todos se sorprendieron cuando habló con ellos apoyado en un contenedor. “Iba bien vestido, con americana, por lo que una persona de la directiva le avisó de que estaba apoyado en un contenedor. Pero él siguió ahí, decía que le daba igual, que era de pueblo”, recuerda Álvaro.

Todos coinciden en que Parra “no tenía ni idea de fútbol”. Esta situación podría haberle generado problemas con algunos entrenadores. Álvaro piensa que “alguien de sus características no tiene paciencia y que, si paga lo que no paga nadie en Segunda División B, quiere resultados inmediatos”. Lo cierto es que, con él al mando del club, se han creado los condicionantes necesarios para que el Badajoz ascienda de categoría.

Antecedentes sospechosos

EL ESPAÑOL ha podido hablar con un periodista que trabajaba cubriendo la actualidad del CD Badajoz para José María García en la época de Cadena Cope. Aunque ya no se dedica a eso, sigue muy vinculado al club y cuenta que estuvo con Parra el viernes anterior a la detención. “Es muy amable y campechano, aunque ese día lo vi serio”. Este periodista explica que ha recuperado la pasión de la ciudad por la gente. También, que ha creado un estadio top: “Antes había jeringuillas y condones en los aledaños, ahora todo es muy sofisticado”. Pero explica que él sospechaba desde que llegó que algo turbio había detrás de él: “Ya fue detenido en la Operación Drake en 2019, una operación abierta desde 2015, de la que no se sabe nada porque sigue en sumario”.

La Operación Drake fue el mayor operativo en España contra el fraude del IVA vinculado a las mafias de la gasolina. En total, presuntamente se habían defraudado 154 millones de euros. Fueron detenidas 21 personas, entre ellas Joaquín Parra, y supuestamente los defraudadores elaboraron una red de 300 empresas que servía como pantalla para blanquear. Además, se intervinieron 61 vehículos de lujo, inmuebles valorados en 50 millones de euros y paralizaron dos petroleros y más de 300 cuentas bancarias. Pero eso quedó en el aire y nadie se acordó cuando Parra llegó a Badajoz en su Ferrari.

Tampoco se sabía que se inició en los negocios a través de la ferretería de sus suegros. Después, se dedicó a la hostelería y llegó a dirigir discotecas muy famosas en Sevilla. Tanto que, como le gustaba recordar, con 23 años fue nominado al Premio Príncipe de Asturias por su labor empresarial.

Ferrari de Joaquín Parra precintado por la Guardia Civil E. E.

Su gestión del club, en cuanto a lo deportivo, ha sido muy exitosa, algo que también contribuyó a que la gente no quisiese saber más acerca de la procedencia de los más de tres millones de euros que ha invertido en los últimos dos años. El Badajoz se ha convertido en uno de los mejores equipos de la Segunda División B, llegando a jugar las fases de ascenso las dos últimas temporadas. También en cuanto a socios el club ha alcanzado números de otro tiempo: el pasado año pandémico fueron 10.000 fieles; para esta campaña se rozan ya los 8.000.

¿Y ahora qué?

Rafael recuerda que, ante todo, hay que respetar la presunción de inocencia. Además, si resulta que no es culpable, asegura que “la ciudad va a apoyarlo”. Los jugadores, por su parte, indican a EL ESPAÑOL que han recibido instrucciones estrictas de no hablar de momento. Uno de ellos, que ha preferido mantenerse en el anonimato, explica que “no sabían nada” y que “era bastante cercano, solía bajar al vestuario y era un tipo callado”. Dice que en el vestuario “tienen la misma expectativa que el año pasado”.

Otras fuentes han revelado a EL ESPAÑOL que hay importantes empresas interesadas en adquirir el club. Entre los posibles compradores estarían la constructora Civitas Pacensis o Café Delta. Además, cuentan que Parra “había pagado hace un par de semanas a Hacienda, por lo que el club está totalmente libre de deudas”. Según las fuentes consultadas, esto demostraría que ya sabía lo que iba a pasar y que tiene un plan B.

Por lo demás, la afición se muestra segura de la viabilidad del club, con o sin Parra: “El Badajoz, hoy en día, es un club goloso porque tiene un gran campo, mucha afición, gente detrás…”, piensa Rafael. Álvaro, por su parte, cree que todo depende de Parra: “Si él quiere venderá, la situación del club ahora es ideal y buscará una buena oferta”. En todo caso, y resulte culpable o inocente, el futuro del mandatario y del club parecen destinados a separarse en los próximos meses. Pero eso no cambia la opinión de una afición entregada a su mesías: “Pase lo que pase, hay mucho que agradecerle”.

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