La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para tres de los cuatro primeros detenidos como presuntos homicidas de Samuel Luiz, mientras que la Fiscalía no ha solicita prisión para la joven que también pasó hoy a disposición judicial, que quedará en libertad.

Según indican fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, los cuatro son investigados como supuestos autores de un delito de homicidio o asesinato, pendiente de definir en el transcurso de la instrucción.

Así, pocas horas después de haber pasado a disposición judicial y tras haber escuchado sus testimonios -ninguno de ellos se ha acogido a su derecho a no declarar-, la jueza ha entendido que existe riesgo de fuga y posibilidad de alteración o destrucción de pruebas en los tres varones detenidos.

Mientras tanto, la chica, novia de uno de los tres sospechosos, se habría limitado a jalear la agresión que acabó con la vida del joven auxiliar de enfermería y quedará en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado.

Estos cuatro sospechosos, mayores de edad, de nacionalidad española y nacidos en A Coruña, son amigos entre sí y no conocían a Samuel Luiz. También pertenecían al mismo grupo de amigos los dos menores -uno de ellos con antencedentes- detenidos este viernes por haber participado presuntamente en la paliza mortal.

La investigación de los hechos, bajo secreto de sumario, está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, el que estaba de guardia la madrugada del pasado sábado. Los menores, mientras tanto, pasarán a disposición de la Fiscalía de Menores.

Entre los jóvenes que serán trasladados a prisión estaría, según han relatado a EL ESPAÑOL fuentes próximas al caso, el agresor principal de la paliza mortal, un joven al que habrían expulsado de Andén, la discoteca en la que también se encontraba Samuel Luiz, tras una violenta bronca con su pareja.

La autopsia preliminar, conocida este miércoles, reveló que el joven auxiliar de enfermería murió de un traumatismo craneoencefálico severo provocado por un patada en la cabeza. Se cree que tanto el primer golpe como el definitivo fueron obra de este individuo, al que echaron de la discoteca.

Según fuentes policiales consultadas por este diario, ninguno de los dos menores investigados se encontraba con Samuel en el momento de la primera agresión, sino que se unieron después. De esta forma, tras los primeros puñetazos, se juntaron con el resto del grupo para apalizar a la víctima a lo largo de 250 metros; tras 15 minutos de golpes, Samuel perdió el conocimiento en el número 2 de Avenida de Buenos Aires.

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