Se cumplen dos años desde que Alma y Dody se dieran el sí quiero a ladridos en un particular altar improvisado. Esta curiosa boda, celebrada en el municipio murciano de Lorca, no sólo fue protagonizada por dos perros, sino que eran dos agentes de la Policía Local de Lorca pertenecientes a la Unidad Canina. Dody, un macho de la raza pastor alemán, de hecho, fue unos de los dos canes fundadores, pero tuvo que ser sacrificado en septiembre de 2019 por una enfermedad. Alma, por su parte, colgó la placa y ahora vive “feliz” con una familia.

La boda “simbólica”, pese a la polémica que generó entonces, se celebró en el marco del programa Cumple tu deseo de la Asociación de Padres con Hijos con Discapacidad Intelectual de la Comarca de Lorca (Apandis). “Una joven con discapacidad intelectual que hacía terapia con estos dos perros, fue la que solicitó esta unión porque ella decía que ‘se querían’. Por ello, hicimos ese acto simbólico para hacerla feliz. Ella asistió y estaba muy, muy contenta”, explica a EL ESPAÑOL Marita Arcas, gerente de Apandis.

De hecho, el matrimonio canino celebrado en Lorca fue una sorpresa incluso para la Policía Local de la localidad. “Desde que creamos la Unidad Canina hace ocho años, nuestros perros han participado en multitud de actos solidarios con ancianos, personas dependientes y personas con discapacidad. De ahí que una niña que hacía terapia con ellos pidiera que se casara a los perros y cuando llegamos a una de las actividades, ya tenían la boda preparada con los niños y niñas de público listos para el evento”, recuerda el agente Rubén Valcárcel, responsable de la Unidad Canina de la Policía Local de Lorca.

Rubén Valcárcel, agente de la Policía Local de Lorca, junto a Dody, el perro del Cuerpo fallecido. CEDIDA

Aquel acto, oficiado “de manera simbólica” por la entonces concejala de Seguridad Ciudadana de Lorca, Belén Pérez (PP), generó mucha polémica “incomprensible” para Apandis, ya que “el objetivo del acto, en todo momento, era hacer feliz a una de nuestras asociadas en una celebración de broma”, puntualiza Arcas. Pese a todo, ¿qué ha sido de la pareja de perros que a finales de este mes de enero cumpliría su segundo aniversario de boda?

Dody, el fundador de la Unidad

El marido en la boda fue Dody, un pastor alemán que entonces tenía 11 años, al cual, como a buen esposo, se le vistió con un chaleco canino de boda de color azul. Este perro-policía, de hecho, es unos de los dos fundadores de la Unidad Canina de Lorca, pero “con 11 años tuvo que ser sacrificado como consecuencia de hernia en su espalda muy agresiva”, lamenta el agente Valcárcel, quien lo adiestró desde que era un cachorro.

Dody, el perro de la Policía de Lorca que falleció a los 11 años. CEDIDA

Un cachorro que llegaría a ser unos de los perros-policía más exitosos que hayan habido en la Unidad Canina de Lorca. “Una vez acudimos a realizar un registro en una finca grande en la que teníamos constancia de que había droga. Y los compañeros y yo, después de registrar todo a fondo, no encontrábamos nada y estábamos agotados. Fue cuando Dody fue corriendo al fondo de una habitación y se quedó mirando la pared. Entonces, decidimos romperla y, tras ella, hallamos medio kilo de cocaína y 20.000 euros en efectivo”, se enorgullece el policía local del éxito del agente Dody.

Y es que, precisamente, ésa es la labor principal de los perros de la Policía Local de Lorca: hallar cualquier tipo de sustancia estupefacientes para ser requisada. “Eso sí, no están toda la vida trabajando. Jubilamos a nuestros perros a los seis, siete u ocho años, en función de su estado físico, para que puedan pasar el resto de su vida con familias de acogida o en fincas al aire libre y disfruten”, explica el agente Valcárcel. Por ello, cuando Dody se casó y cuando murió con 11 años —a causa de una parálisis en su médula espinal provocada por la hernia— ya llevaba tiempo jubilado.

Un perro de la Unidad Canina de la Policía Lorca, junto a un agente, durante una terapia con una joven con discapacidad. CEDIDA

Alma, la viuda canina

Pero el fallecimiento de Dody no sólo dejó un vacío en los corazones de los agentes de la Policía Local de Lorca, sino también en el de Alma, la esposa de la boda canina. Esta perra también es de raza pastor alemán, pero ya no está de servicio. “Alma tiene ocho años y la jubilamos hace dos para que pueda pasar el resto de su vida con una familia”, explica el responsable de la Unidad Canina.

Ahora, la perra supera la muerte de su marido en un chalé. “Está muy feliz, porque vive con una familia y con más perros y, de vez en cuando, la visitamos, como hacemos con todos lo perros que se jubilan para comprobar que están en buenas condiciones”, cuenta el agente Valcárcel, que actualmente está a cargo de cuatro perros, herederos del legado de Dody y Alma.

Alma, la perra de la Policía Local de Lorca que ya lleva dos años jubilada. CEDIDA

El don de la agente Alma, sin embargo, es su “sensibilidad extrema”. El agente Valcárcel cuenta que lo que más le sorprendía de la perra era “su capacidad de interactuar con todo tipo de personas y, sobre todo, que era capaz de sacarles siempre una sonrisa a los niños autistas”.

Y es que Alma y Dody, como se ha apuntado, participaron “en multitud de actos solidarios con ancianos, personas dependientes y personas con discapacidad” a los que acudía la Policía Local de Lorca. De ahí que la pareja de perros fuera casada, hace dos años, a petición de una joven discapacitada. Esta semana la foto de la boda canina ha vuelto a hacerse viral en Twitter. Mientras tanto, el agente Dody descansa en paz y su viuda está jubilada.

Los perros de la Policía Local de Lorca participan en terapias para personas discapacitadas. CEDIDA

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