“Voy a estar mínimo tres meses sin coger el coche. Y, claro, aunque ya estaba lista para hacer el examen práctico, tendré que hacer más clases de las que hubiera dado para refrescar”. Es el testimonio de Rocío González de Castejón (Madrid, 18 años), una de los 130.000 alumnos de autoescuela de España que no han podido hacer la prueba práctica para sacarse el Permiso de Conducir como consecuencia del estado de alarma. Y es que la DGT ha paralizado todos los exámenes, tanto teóricos como prácticos, sine die, por la situación excepcional que vive este país para frenar la propagación del coronavirus Sars CoV-2.

Por ello, la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial (Formaster) va a solicitar a la Dirección General de Tráfico que se amplíen las fechas de exámenes para que no se forme un "cuello de botella" que afecte a estos 130.000 alumnos que calcula la asociación que están a la espera de hacer un examen. De hecho, el propietario de la autoescuela Jaraiz, Ángel Núñez, situada en la madrileña localidad de Móstoles, también considera que los plazos de caducidad de los exámenes teóricos y prácticos deben variar para no afectar a los alumnos.

En opinión de este profesional, que lleva desde 1977 en el gremio de las autoescuelas, “a los alumnos les va a afectar este parón porque cuando una persona que no tiene los conocimientos de conducción afianzados, si está dos o tres meses sin conducir, olvida los buenos hábitos y costumbres”. Precisamente, ése es el miedo de Rafael Gallego, de 18 años, quien teme perder la “soltura”. “Hay cosas de las que sí que me acuerdo, pero habré olvidado unas cuantas por lo que tendré que dar más clases para hacer el práctico”, se sincera este estudiante de Economía e Historia de la Universidad Rey Juan Carlos, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL

Un grupo de coches de autoescuela en fila.

La engorrosa situación, de hecho, se vuelve más irritante para los alumnos que estaban ya, prácticamente, en la línea de meta. Rozando con las yemas de los dedos ese ansiado carné de conducir. Es lo que le pasó a la estudiante de Farmacia Rocío, que tras suspender una vez el práctico en febrero, se sentía ya lista para enfrentarse al examinador de la DGT a mediados de marzo, justo cuando el Gobierno de España decretó el estado de alarma.

El coste extra del carné

“Mis clases cuestan 24 euros cada una y para refrescar quiero hacer otras diez. Tendré que pagar 240 euros más”, explica Rocío, amablemente, a este periódico. Es un ejemplo del más que probable desembolso de dinero extra que deben hacer los alumnos de autoescuela que ya estaban listos, pero después del confinamiento necesitarán “refrescar” sus aprendizajes.

Y es que desde el 12 de marzo -dos días antes de la declaración del estado de alarma-, Rocío, Rafael y otros tantos alumnos de autoescuela se quedaron sin poder hacer el examen. “Ahora, con suerte, igual tendré el carné para verano, pero dependerá de cómo se desarrolle todo”, opina Rafael, quien también cuenta que su profesor de autoescuela los últimos días que le dio clase “limpiaba minuciosamente el volante, la palanca y los botones entre alumno y alumno”. El Covid-19 ya estaba presente y toda precaución era poca.

Clase teórica presencial para sacarse el carné de conducir.

De hecho, para la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial, esta pandemia también tendrá profundas consecuencias higiénicas en el sector de las autoescuelas. Por ello, en el protocolo de actuación que ha realizado Formaster para cuando se vuelva a la normalidad y puedan continuar las clases teóricas y prácticas, hay medidas de seguridad dentro de los vehículos, tanto cuando se hagan los exámenes como cuando se realicen las prácticas. El motivo: evitar poner en riesgo la salud de los profesores, los alumnos y las personas que les rodeen.

El sufrimiento del gremio

Pese a ello, lo cierto es que el gremio de las autoescuelas está sufriendo un fuerte varapalo económico por los 60 días que lleva su actividad paralizada. En cifras, desde Formaster calculan que cada día de inactividad el sector pierde unos seis millones de euros, que en cifras totales ya alcanzan los 360 millones de euros. Y a eso hay que añadirle que muchas autoescuelas son negocios de autónomos.

“Económicamente esta situación nos está hundiendo. Yo desde el 12 de marzo no recibo ningún tipo de ingreso pero sigo pagando luz, agua, teléfono, seguros de coche, autónomos, seguridad social. Todo”, cuenta, con preocupación, Félix Cortecero, profesor desde hace 46 años de la Autoescuela Félix. “Además, tuve que solicitar un ERTE para la secretaria y los otros dos profesores y a día de hoy no me han dicho nada. Por ello, no sólo no ingreso, sino que sigo pagando sus sueldos de mi bolsillo”, comenta este profesor de 65 años.

A la izquierda, Ángel Núñez y, a la derecha, Félix Cortecero, dueños de autoescuelas afectados por la crisis del Covid-19. E.E.

Formaster, en este sentido, explica que muchas autoescuelas están solicitando ayudas a las empresas de leasing y renting, a los bancos y a las aseguradoras para poder flexibilizar y aplazar pagos y poder continuar con el negocio en unos meses. Una circunstancia que para Félix no soluciona mucho las cosas porque supone sólo “aplazar la agonía del pago”.

Y es que tanto él, como su colega de profesión Ángel Núñez, auguran que después de la vuelta a la normalidad “la recuperación va a ser muy lenta por la cuestión económica de la gente, ya que sacarse el carné no es un bien de primera necesidad, salvo para las personas que lo necesiten para trabajar”.

“Autoescuelas con el cartel de se vende

El sector de las autoescuelas, de momento, sufre económicamente y para Félix, después de que pase la crisis del Covid-19, “muchas autoescuelas tendrán colgado en su puerta el cartel de se vende, se alquila o se traspasa”. “Mi miedo está en la post pandemia y que cuando abramos no haya ayudas para nuestro sector”, se sincera, con preocupación, este profesor de autoescuela.

La autoescuela Félix, en Parque Coimbra, Móstoles.

Por ello, la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial hace un llamamiento a todos los actores de la Formación Vial (autoescuelas, DGT y Jefaturas Provinciales, funcionarios y examinadores) para que "pongan de su parte para solucionar de la mejor forma posible los problemas que está conllevando y conllevará esta situación en España”. También inciden en la necesidad de llegar a soluciones en el sector para que Rocío, Rafael y los 130.000 alumnos “puedan sacarse el carné de conducir de la mejor forma posible y con la mejor preparación para dar mejores conductores”.

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