Un acuerdo de última hora podría evitar que se celebre el juicio del 'caso Julen', cuya primera de las seis sesiones está prevista para este próximo martes. Así lo confirman a EL ESPAÑOL las distintas fuentes consultadas. Un día antes de que se siente en el banquillo de los acusados el único imputado, David Serrano, su defensa y la acusación particular han cerrado un pacto al que, a primera hora de este lunes, el Ministerio Fiscal ya ha dado su visto bueno. Ahora todo queda a expensas de ratificarlo ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga que, a priori, tan sólo tendría que dictar una sentencia de conformidad. Se hará en menos de 24 horas. 

Dicho acuerdo radica en que David Serrano, propietario de la finca en la que el menor cayó a un pozo a 75 metros de profundidad, se declara culpable de un delito de homicidio imprudente, acepta una condena de un año de cárcel y acuerda el pago de una indemnización en concepto de responsabilidad civil.

Para alcanzar ese acuerdo con la acusación particular, que ejercen los padres del niño fallecido, David Serrano abonado 25.000 euros de manera inmediata y se compromete a saldar el resto de la cuantía en pagos mensuales de 50 euros, ya que se encuentra desempleado y se declaró insolvente.

Este lunes, las partes han trasladado su pacto al fiscal, que lo ha aceptado. En principio, el último paso que queda por dar es un mero trámite. El juez, una vez se lo trasladen este martes, tendría que corroborarlo y dictar sentencia de conformidad. 

La materialización del pacto supondrá la suspensión de la pena de cárcel para David Serrano, quien no cuenta con antecedentes penales. Pese a todo, queda condicionada al pago íntegro de la indemnización por la responsabilidad civil.

En octubre de 2019, tal y como adelantó el periódico SUR de Málaga, las partes realizaron una primera toma de contacto con el conocimiento de la Fiscalía. Antonio Flores, letrado de David Serrano, planteó unos términos muy similares a los refrendados este lunes.

La abogada de los padres de Julen Roselló, Antonia Barba, respondió que cualquier posibilidad de acuerdo quedaba supeditada a la asunción de la culpabilidad por parte de David Serrano y a una petición de perdón a los progenitores.

Este pasado sábado, en una entrevista en exclusiva con EL ESPAÑOL, el propietario de la finca decía en relación a José Roselló y María Victoria García, padres de la víctima: "Les pido perdón desde lo más hondo de mi corazón".

La negociación

Antonia Barba recibió la propuesta del letrado de David Serrano a primera hora del pasado miércoles. En la notificación que se le hizo llegar se señalaba que, en caso de no responder antes del viernes por la tarde, la defensa del acusado daba por hecho que los progenitores del menor fallecido descartaban llegar a un pacto.

José Roselló y María Victoria García rompieron su relación con David Serrano en marzo de 2019 pese a que les unía una amistad de más de dos décadas y a que existe un lazo familiar entre el padre del niño y la mujer del dueño de la finca.

La cercanía que mantenían hasta el momento se quebró cuando la defensa del dueño de la finca presentó un informe en el que se aseguraba, en contra del informe forense, que el niño había muerto por los impactos de una piqueta usada durante las primeras horas del rescate.

Pero en los últimos días se ha producido un acercamiento entre ellos. Las fuentes consultadas explican que el padre del menor fallecido y el propietario de la finca de Totalán mantuvieron varias conversaciones telefónicas entre el miércoles y el jueves de la semana pasada.

Julen Roselló en la finca en la que perdió la vida. Cedida por la familia

Una paella en el campo

Segundos después de las 13.48 horas del 13 de enero de 2019, Julen Roselló, un niño de dos años, cayó por un pozo con una boca de 28 centímetros de diámetro en una finca rústica de Totalán, un pueblo de la periferia de Málaga. La perforación, que se realizó para buscar agua de riego en la parcela, no contaba con los permisos necesarios. 

Tras 13 días de trabajos sin descanso, la madrugada del 26 de enero de 2019 se consiguió rescatar el cuerpo sin vida del menor. El levantamiento del cadáver, según se recoge en el sumario del caso, se produjo a las 03.10 horas de aquel día. El niño se encontraba a 75 metros de profundidad.  El informe forense determinó que la causa inmediata de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico y raquimedular. 

Tres semanas antes del fatal accidente, David Serrano, propietario de la finca, encargó al empresario Antonio Sánchez la apertura de dos pozos para extraer agua. Ambas prospecciones, que se realizaron los días 17 y 18 de diciembre de 2019, superaron los 100 metros de profundidad. Se hicieron sin permisos.

El pocero siempre ha mantenido que selló el pozo al que cayó el niño con una piedra de 15 kilos de peso. En cambio, David Serrano sostenía que Antonio Sánchez, alias ‘Periquete’, no selló aquella perforación.

Tras los trabajos del pocero, por los que David Serrano pagó 2.000 euros y dejó a deber 3.993 más, este encargó a una empresa que le hiciera una zanja en forma de L, por lo que modificó el terreno que rodeaba el pozo.

La versión del padre

En una primera declaración, sumamente nervioso, José Roselló explicó ante la Guardia Civil que vio correr a su hijo hacia el pozo por la zanja en forma de L, y que la perforación se encontraba en la intersección de sus dos lados. El padre del niño estaba a unos 17 metros de allí, preparando leña para una paella.

David Serrano, con camisa blanca, tras prestar declaración en el juzgado. EFE

En ese primer momento aseguró que fue testigo de la caída del niño. Dijo que corrió a por él, pero que no pudo asirlo a tiempo. Afirmó que David le había informado de la existencia del pozo, aunque tiempo después, en sede judicial, matizaría su testimonio.

José Roselló dijo en esa nueva declaración que sabía que había hasta tres pozos en la finca, pero no que uno de ellos estuviera a sólo unos metros de donde jugaba su hijo. En cambio, David Serrano siempre ha mantenido que avisó a los padres de Julen de la existencia de aquel pozo. Ellos lo negaron.

Tras cerrarse la instrucción, la Fiscalía solicitó tres años de prisión para David Serrano por un delito de homicidio imprudente grave. La acusación particular pidió una pena aún mayor, de tres años y medio de reclusión. Con el acuerdo alcanzado este lunes las dos partes se dan por satisfechas. Sólo resta que el juez dé su visto bueno. 

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