Córdoba

La segunda sesión del juicio por los presuntos abusos sexuales cometidos por cuatro de los cinco miembros de 'la Manada' en Pozoblanco el 1 de mayo de 2016 ha estado protagonizada por una "epidemia de amnesia" entre los testigos citados, en palabras del magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Córdoba. El juez les ha reprochado con cierta sorna su incapacidad para recordar hechos relacionados con el caso.

La jornada ha estado caracterizada por los "no recuerdo", los "puede ser si lo dije en instrucción" o "será así si está escrito en los mensajes". Entre tanta confusión, la persona llamada a declarar que ha hecho una exposición más clara y contundente ha sido Pedro F. F.. Se trata de un conocido de la víctima, que "no amigo", que aquella noche estuvo con ella en la feria de Torrecampo. Este testigo, que es fotógrafo, además la retrató en grupo en una caseta de las fiestas locales del pueblo.

[Más información: La chica de Pozoblanco de la que abusó 'La Manada' intentó suicidarse, según la acusación popular].

A la mañana siguiente, según ha contado el testigo, la víctima de los presuntos abusos sexuales de 'la Manada' lo llamó por teléfono. "Llevaba poco tiempo acostado. Me dijo: 'Peter, me han violado'. Me quedé muy parado y ella me colgó después. Me dijo: 'No tenía que haber llamado, perdona'. Y colgó. Luego hablamos por WhatsApp y le recomendé que denunciara".

¿Por qué no denunció?

A preguntas del fiscal, Pedro F. F. ha explicado que notó "muy asustada" a la joven. Sobre por qué piensa que la chica no denunció en ese momento -lo hizo en septiembre de 2016, cuando la Policía Foral de Navarra le mostró los vídeos que había obtenido del análisis de los teléfonos de los acusados-, Pedro F. F. ha contado que la joven sabía que "algo" le había ocurrido, pero que "no sabía a quién denunciar porque le daba mucha vergüenza" y porque no recordaba con exactitud todo lo ocurrido.

Requerido por el letrado de los cuatro acusados para que repitiera las palabras exactas que le dijo la víctima, Pedro F. F. ha corroborado los términos de esa conversación: "Lo que recuerdo es que me dijo: 'Peter, me han violado'".

Las imágenes grabadas y compartidas a través de dos grupos de WhatsApp.

- ¿Cómo sabía que estaba asustada?- le ha preguntado el abogado de los cuatro violadores, que cumplen pena de 15 años de prisión por una agresión sexual en Pamplona en julio de 2016. La violación se produjo dos meses después de los presuntos abusos sexuales de Pozoblanco.

- Yo he sido una víctima de abusos sexuales -ha confesado este testigo-. Por tanto, sé cuando estamos asustados.

El silencio se ha apoderado de la sala de vistas durante unos segundos que han parecido interminables. La defensa ya no le ha vuelto a plantear ninguna pregunta más.

Entre esa amnesia colectiva desatada entre algunos testigos, los que principalmente se han visto afectados por ella han sido los amigos de los acusados. Eran testigos llamados a declarar porque o bien recibieron por WhatsApp los dos vídeos que 'la Manada' grabó dentro de un coche con la chica en estado de inconsciencia o dormida, o bien porque estuvieron con ellos aquella noche de mayo de hace tres años.

Uno de ellos, Jairo V., estuvo en la feria de Torrecampo primero y luego en Pozoblanco, y además recibió los dos vídeos porque era miembro del chat 'Manada'. Ha asegurado que no recordaba haber visto los vídeos ni haber leído mensajes como "vino de follarse a la bella durmiente" o "perdimos el salto de hacer algo histórico". Eran los comentarios de uno de los ahora acusados, José Ángel Prenda. "No recuerdo, hace ya mucho tiempo de eso. Además, tengo puesto el móvil para que no se me descarguen los vídeos".

3 años de prisión por abusos

Los cuatro acusados fueron detenidos a principios de julio de 2016 en Pamplona. Fue tras el primer encierro de los Sanfermines de ese año. Aquel día les acompañaba otro amigo, Ángel Boza. Habían violado a una joven de 18 años.

Los miembros de 'la Manada' en el vídeo grabado a su salida de Pozoblanco.

La Policía Foral de Navarra halló en sus terminales móviles, que entregaron por voluntad propia a los investigadores, dos vídeos grabados el 1 de mayo anterior. En ellos se observa cómo toquetean los pechos y se mofan de una joven dormida o inconsciente en los asientos traseros de un coche. Esas imágenes las enviaron a dos grupos de WhatsApp, 'Peligro' y 'Manada'.

La Fiscalía solicita para cada uno de los cuatro acusados tres años de prisión por abusos sexuales y cuatro por un delito contra la intimidad. Para el exmilitar Alfonso Cabezuelo Entrena pide, además, una multa de poco más de 700 euros por un delito de maltrato leve.

Otro testigo que ha declarado este martes ha sido Cristina R. Q. Ha dicho ser amiga de la víctima. Ha contado que la noche en la que suceden los hechos enjuiciados ella y la chica estaban enfadadas, por lo que no hablaron. Antes de ir a la feria de Torrecampo, donde la denunciante conoció a los acusados, ellas dos y otros dos amigos estuvieron en las fiestas de las Cruces de Añora, un pueblo vecino. Luego, se desplazaron a Torrecampo.

Una vez en la feria de Torrecampo, Cristina R. Q. ha contado que vio a su amiga "hablando con un militar (Alfonso Jesús Cabezuelo) en la barra de la caseta". En ese momento, ha dicho, "no estaba en malas condiciones. Se movía, bailaba...". La testigo ha sido profusa en detalles. "En la puerta de la caseta -sobre las siete de la mañana- nos dijo que se iba con aquellos chicos que había conocido. Hablaba bien, andaba sola. Yo no vi en qué coche se subió. No vi que se cayera. Ya no la vi más aquella noche. Iba bien vestida. Si no, me hubiera llamado la atención".

Al día siguiente, un amigo en común entre la testigo y la víctima le contó a Cristina R. Q. que la denunciante había hablado con él. "Mi amigo Pedro J. me comentó que había hablado con ella y que le dijo que le había pasado algo, pero que no sabía qué era". Cuando llegó a casa, la víctima, que también ha declarado hoy pero sin la presencia en la sala de periodistas ni de los acusados, se fotografió un moretón que le había salido en un muslo y su vestido, que acabó roto.

"Coherente" en su declaración

Este martes, algunos testigos han dicho que la vieron caerse poco antes de marcharse con los acusados y otros, en cambio, que nunca tuvo ese percance. El abogado de la chica, Blas Arévalo, ha señalado que la joven se ha ratificado en su declaración y que ha sido "coherente". "Sobre los hechos del coche ha dicho que no recuerda nada", ha añadido el letrado de la acusación particular.

Los miembros de 'la Manada', en el banquillo.

La chica, natural de Pozoblanco, sufrió estrés postraumático y necesitó 90 días para recuperarse. Según un informe forense añadido a las pruebas periciales que se van a evaluar en el juicio, la víctima habría intentado suicidarse en agosto de este año.

Francisco M. H., policía local de Pozoblanco y amigo de la víctima, habló con ella la mañana del 1 de mayo de 2016. Según contó la chica en su denuncia, uno de los acusados, tras quedarse sola con él en el coche, le pidió que le practicara una felación, a lo que ella se negó. El hombre era Alfonso Jesús Cabezuelo, militar de profesión. La joven explicó en su denuncia que la sacó del coche con violencia y que le llamó "puta".

Francisco M. H. ha explicado la conversación que mantuvo con ella horas después de aquello: "Ella me dijo que venía de la feria, que él había intentado algo sexual que no le gustó y que hubo un forcejeo. No recuerdo si me dijo que le habían intentado violar. No recuerdo que me dijera que había sido golpeada".

Uno de los testimonios que más ha sorprendido al juez y a las partes, a tenor de sus rostros, ha sido el de Francisco Javier S. Es amigo de los acusados. Recibió los dos vídeos en su terminal móvil porque pertenecía al chat 'Peligro'. Ha reconocido que vio las imágenes pero que no las recuerda con detalle. Sin embargo, escribió en dicho grupo de Whatsapp: "¡Qué habilidad, con una mano conduciendo y con la otra agarrando una teta!". Se refería a Antonio Manuel Guerrero, el guardia civil expulsado del cuerpo, quien conducía el coche. Este martes ha dicho que no sabía si manosearon a la víctima. "Vi unas risas, nada grave ni serio. Pienso que mis amigos son chavales normales".

Este miércoles continuará el juicio. Se celebrará la tercera de las cuatro sesiones previstas. Será el momento de las pruebas periciales.

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