Lo tenían todo preparado. Era el 43 cumpleaños del alemán August Inselkammer y lo iba a celebrar con su familia y amigos desde el aire. El plan era el siguiente: sobrevolarían la isla en helicóptero y aterrizarían cerca del exclusivo restaurante italiano Campino, al oeste de Mallorca. Tenían una reserva para ocho personas. Aunque los Inselkammer veraneaban en el archipiélago desde hacía más de una década, les apetecía conocer la isla desde el cielo. Habían contratado dos aeronaves, pero en el último momento hubo un cambio de planes. Las dos familias no cabían en los dos helicópteros y una de ellas decidió ir en coche hasta el restaurante.

El cumpleañero, su mujer y sus dos hijos despegaron desde el helipuerto del hotel La Reserva Rotana, en Manacor. Sus planes se truncaron cuando a la 13:30 de la tarde se estrellaron contra una avioneta en pleno vuelo. Ambos aparatos cayeron al suelo en forma de bola de fuego. La familia alemana falleció en el acto. También lo hizo el piloto del helicóptero y los otros dos tripulantes de la avioneta.

Conocida familia de Múnich

Los Inselkammer eran naturales de Múnich. August pertenece a una reconocida familia de empresarios dedicados al sector inmobiliario y a la construcción. Según ha informado el Diario de Mallorca, el hombre estaba siguiendo el camino de su padre, Franz, un conocido empresario alemán de casas prefabricadas. Su mujer, Christina, provenía de una familia cervecera que produce, entre otras, la conocida marca Augustiner. El matrimonio tenía dos hijos, Max y Sophie, de once y siete años. 

August Inselkammer era un reconocido empresario de Múnich.

Los alemanes eran habituales en Mallorca. Normalmente se hospedaban en el hotel La Reserva Rotana, una casa señorial del siglo XVII ubicada en un idílico emplazamiento que alberga tierras de cultivo, viñedos y un campo de golf. Esta vez alquilaron una finca privada en las inmediaciones del complejo hotelero. Estaban pasando sus vacaciones junto a unos amigos, que también tienen dos hijas pequeñas. Aterrizaron en la isla hacía unas cuentas semanas y su plan era volver a casa a finales de agosto.

Christina murió junto a su marido y sus hijos en el accidente aéreo ocurrido en Mallorca el pasado domingo. E.E

El pasado domingo, las dos familias habían alquilado dos helicópteros de la empresa RotorFlug Helicopters, una compañía alemana fundada en el año 1972 y que lleva décadas organizando este tipo de trayectos tanto en las Islas Baleares como en otras ciudades europeas. Cedric Leoni, un piloto experimentado original de Italia, era el encargado de llevar a los Inselkammer sobre un Bell 206 L3 LongRanger. En la mañana calurosa del pasado domingo a Cedric le tocaba volar sin copiloto. Este había decidido no ocupar la plaza para dar cabida a uno de los miembros de la familia alemana. 

Cedric, el piloto del helicóptero siniestrado.

Su mujer le vio caer

Juanjo Vidal era un empresario valenciano de 40 años afincado en Mallorca. Según ha asegurado EFE, estaba casado, sin hijos y era un aficionado al mundo del ultraligero. El pasado domingo, mientras la familia Inselkammer despegaba desde el complejo hotelero, Vidal también lo hacía sobre una avioneta de la empresa Aeroprakt. Era el segundo vuelo del día del valenciano y esta vez lo hizo junto a su amigo Gustavo Serrano. Despegaron desde el aeródromo de Binissalem y en la base estaba la mujer del piloto. Paralelamente, también lo hizo el helicóptero.

Imagen del accidente captada en la distancia por uno de los vecinos.

La colisión entre ambos aparatos se produjo a una altura de entre 700 metros de altura y un kilómetro. En ese rango se chocaron. Tal y como explica la teniente de alcalde de Inca, Mari Carmen Oses Ramos, las dos aeronaves impactaron contra el suelo a apenas 400 metros de distancia del hospital de Inca, el más cercano. Ambas cayeron en en un camino próximo a viviendas particulares. Por fortuna no chocaron directamente contra ninguna de ellas.

Al menos siete muertos al chocar un helicóptero y un ultraligero en pleno vuelo en Inca (Mallorca)

Cuando la mujer de Juanjo vio cómo el aparato ardía se temió lo peor. Las dos aeronaves ardían bajo un amasijo de hierros, dejando a siete personas sin vida. Se trata del accidente más grave ocurrido en la historia de la isla.

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