Los Mossos d’Esquadra de la Policía Científica han encontrado evidencias y elementos que confirmarían la muerte de Janet Jumillas, la joven de 39 años desaparecida en Cornellà el pasado 13 de marzo. En el registro realizado en casa de uno de los sospechosos, los agentes encontraron restos de sangre que ratificarían que habría acabado con su vida. Por eso, este jueves, el primer detenido pasará a disposición judicial acusado de un posible delito de asesinato. Precisamente, el que tenía una relación más estrecha con la catalana. 

Falta por concretar cuál es la implicación del segundo de los detenidos, también conocido de Janet Jumillas y residente en Cornellà, donde desapareció. Ambos, de 22 y 32 años, eran más jóvenes que ella. Aunque, eso sí, de momento -y a pesar de los indicios-, ninguno ha reconocido su implicación en el caso. Simplemente, han hecho lo que las autoridades les han pedido con el objetivo de esclarecer el caso. 

Lo que sí parece claro es que, aunque ambos eran conocidos de la joven, con el primer detenido (el acusado de asesinato), Janet Jumillas tenía una relación –no está claro, eso sí, que fuera estable–. Todo esto es lo que ha dejado entrever el registro de la casa de Cornellà, situada cerca de donde se vio por última vez a la joven. 

Janet Jumillas, el pasado 13 de marzo, natural de Viladecans, pasó por las oficinas de Hacienda antes de desaparecer. Hizo el trámite en la Agencia Tributaria y ya no regresó. El último mensaje se lo mandó a su sobrino Fernando, con el que había quedado para desayunar. “Estoy aquí, en Cornellà, ahora cuando salga, te aviso, ¿vale?, como en media hora o por ahí”, le escribió. Fue lo último que dijo. Se volvió a conectar a las 11:333 de la mañana y desapareció. 

Ese mismo día, Janet tampoco llevó a su hija pequeña al médico. Con dos hijos, desapareció sin dejar rastro. Dos días después, apareció su coche en las inmediaciones de las dependencias de la Agencia Tributaria. Y, precisamente ahí es donde comenzó y ha terminado la investigación con el registro de la casa de uno de los detenidos, principal autor del crimen que ha conmocionado a Cornellà. 

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