“Hola. Os quiero explicar lo que me pasa desde que nací con mi padre y mi hermano (…) Cada día me llama mierda, no valgo nada, soy un gusano asqueroso, me agarra las muñecas de los brazos, me pega tortazos, empujones… y a mi hermano lo abandona, le amenaza haciéndole creer que todo es normal”. Las palabras son del hijo mayor de Juana Rivas y han sido remitidas, en una –del total de tres cartas escritas–, por el Centro de la Mujer de Macarena al Ministerio de Asuntos Exteriores. 

Es una de las pruebas que aporta la madre para justificar el no haber entregado a sus ‘niños’ a Arcuri. Además, Juana Rivas también argumenta que sus hijos han sufrido malos tratos y adjunta un informe médico de lesiones donde se demuestra que el menor de los dos hermanos tendría un hematoma en la espalda. 

La carta ha sido reproducida íntegramente por ABC Sevilla. 

Juana Rivas vuelve a denunciar a su ex marido por malos tratos y no le entregará a sus hijos

“Tira a mi hermano por las escaleras, nos da tortazos. Nos tira sillas, me empuja contra la pared apretándome el pecho, me aprieta sus manos en mi cuello sin dejarme respirar. Es muy feo para mí que no puedas respirar porque me da mucho miedo de que me muera. Me aprieta de las muñecas y de los brazos, me amenaza, me tira de la camiseta hasta arrancármela…”. 

“Cada día me da miedo pensar que a mí o a mi hermano nos pegará con un palo o nos matará. Yo veo casi imposible pedir ayuda o poder resistirme. Tengo miedo de que se caiga un vaso o que se derrame el agua. Intento no decirle nada aunque me haga sufrir tanto. No quiero quedarme aquí. Tengo mucho miedo. Hoy me he levantado hundido, pensar que me tengo que ir….”. 

“A veces se pone a ver la tele tan tranquilo como si no hubiese pasado nada o no nos da la cena hasta que nosotros le pedimos perdón por todo lo que ha pasado y yo, aunque estoy dolorido, porque después de los golpes y las voces me duele la cabeza y también el estómago. Por ejemplo, esta semana, desde el lunes hasta el jueves, he estado muchas horas en la cama sin fuerzas y con un cojín en la barriga que me ayuda a que me duela menos, esta semana sólo he podido ir el lunes al colegio”. 

“Yo no quiero vivir toda mi vida de este modo. Ayudadme a mí y a mi hermano. Tengo mucho miedo a que sigamos viviendo en Italia, a no poder vivir con mi madre. Tengo mucho miedo de que esto no se acabe, de no ver a mi familia, porque mi cuerpo no pueda respirar más. Por favor, que alguien me explique por qué la vida de mi hermano y la mía parece que no vale nada”. 

En la misma carta, el hijo mayor también explica que cuando él no coge el teléfono, después, al volver al coche, su padre lo insulta. Que le dice que le “da asco”. Entre otras lindezas: “Me dice que soy una mierda, que no valgo nada, que tengo problemas mentales y que me va a llevar a un psiquiatra. Bastardo, pequeño bastardo, hijo de puta, eres igual que tu madre, gilipollas, mi familia de España no vale nada (…) Todo mientras conduce dándome manotazos, golpes, tortazos, a veces parando el coche en miedo de la carretera y haciéndonos pasar mucho miedo. Me tira de los pelos y me escupe en la cara, sus voces son ta fuertes que entran dentro de mi cabeza. Mi hermano pequeño también sufre mucho porque él no comprende cómo yo que mi padre pierde la cabeza. Siempre tengo miedo de que nos va a matar, es como una peli de miedo en la que no puedes escapar”.  

El hijo mayor, en la carta, también denuncia que no le deja hablar con su madre. Que él le pide que le deje llamarla para darle las buenas noches y él tan solo le deja 30 segundos. Que cuando cuelga le hace daño y le insulta. “Por favor, os pido ayuda y que todo acabe pronto porque es muy duro para mí y mi hermano. ¡Ayuda, no aguantamos más! Firmado: Gabriel”.

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