Ikaki Álvarez y 'Chanclas', Mariana García y 'Yoli', 'Phoebe' y Carmen Barros y 'Jacky'.

Ikaki Álvarez y 'Chanclas', Mariana García y 'Yoli', 'Phoebe' y Carmen Barros y 'Jacky'. Cedidas

Mascotas

"No imagino mi vida sin un perro": testimonios en A Coruña en el día mundial de los canes

La compañía de las mascotas transforma en ocasiones las costumbres de sus dueños. Tutores de animales comparten en Quincemil experiencias en momentos duros o relevantes de sus vidas

Te puede interesar: Dappy Dog, la app de citas para perros de Galicia: "La descargué con la idea de cruzarlo"

Publicada

El nacimiento de un hijo cambia la vida de quien lo concibe y de quienes lo crían. Nada es igual a como era antes. La adopción de un perro y su cuidado también pueden tener el mismo efecto.

Es un sentimiento y una realidad que experimentan quienes conviven con el animal de una forma especial, intensa, hasta el punto de que el perro, según las circunstancias de sus amos, cambia significativamente la vida de las personas.

"A mí los perros me salvaron la vida", asegura Mariana García Valdés. "Nunca imaginé tantas cosas buenas que da su compañía", reflexiona Iñaki Álvarez Losada. "Nuestra relación fue magia", resume Carmen Barros. "No eliges tú al perro, el perro te elige a ti", dicen desde la protectora coruñesa Perrunas Adopciones y Acogidas.

Este lunes 21 de julio es el Día Mundial del Perro. Dueñas o tutoras de canes de A Coruña comparten en Quincemil sus experiencias con los animales que son o fueron sus mascotas: recuerdan o repasan por qué un perro dio luz a sus días oscuros o cómo su presencia y su cariño las ayudaron a sobrellevar los malos momentos.

Incluso el contacto directo con un can ha llevado a alguna de estas personas a acercarse e involucrarse con las protectoras de animales o casas de acogida, un escenario en el que, de la mano de los perros, se han construido y consolidado fuertes amistades entre humanos.

"Te sacan de la cama en los momentos más duros"

"¿Quién ha salvado a quién?", se pregunta una fuente de Perrunas. ¿El salvado es un perro abandonado o un humano necesitado de compañía animal? "El mejor regalo que me hicieron mis padres fue dejar que me criara con perros", resalta la misma fuente, quien advierte en todo caso de que "los animales no tienen que ser una herramienta contra el malestar de las personas".

“Te sacan de la cama en los momentos más duros. Sin hablarles, ellos te entienden porque perciben tus sentimientos”, exponen en Perrunas, donde, en contacto con casas de acogida y otras protectoras como Apadan, se trabaja “en el respeto a los animales”.

"Los perros me ayudan a estar bien"

Mariana García sufrió abusos sexuales siendo menor de edad. La adopción de un perro, Yoli, le cambió la vida "en todo". Tiene un hotel de perros y servicio geriátrico canino en Orro (Culleredo), Gericans, y trabaja con los animales para terapias asistidas para niños con autismo o TDAH.

Mariana García y uno de sus perros.

Mariana García y uno de sus perros. Cedida

"Los perros me ayudan a estar bien y yo los ayudo a ellos a estar bien", dice Mariana refiriéndose a especies que llama "inadoptables", perros que padecen graves enfermedades o que son descartados en criaderos. Yoli murió durante la pandemia; ahora los labradores Dooby y Mary Jane le hacen compañía.

"Sin pedirles nada, nos dan tanto..."

Iñaki Álvarez quería adoptar un perro que se adaptase a su estilo de vida. Es deportista, compite en carreras de larga distancia y dedica mucho tiempo al entrenamiento, además de ser personal coach. En una protectora de Sevilla encontró a Chanclas, un braco alemán por el que había muchos candidatos esperando y que acabó en su casa.

'Chanclas' e Iñaki Álvarez después de un entrenamiento.

'Chanclas' e Iñaki Álvarez después de un entrenamiento. Cedida

No hay mejor compañía canina para un deportista que un perro de caza tan "activo y deportista" como Chanclas. "Me acompaña todos los días a todas partes. Corre conmigo por las montañas durante horas, lo he llevado a competiciones. Y en las malas épocas, su saludo siempre ha sido una ayuda. Sin pedirles nada, nos enseñan y nos dan tanto...", comenta Álvarez.

"Un perro libre de alma y corazón"

Carmen Barros perdió en junio a Jacky, de quien se enamoró al verlo de cachorro paseado por una mujer que lo acogía tras ser rescatado de la calle. Tras una etapa de su vida en Londres, de vuelta a A Coruña sintió la necesidad de convivir con un perro. "Fue un flechazo, y fue magia".

En los casi diez años con Jacky vivió en el campo y en la ciudad, sufrió una ruptura pero encontró "amistades maravillosas" en otras personas con perros. De las muchas lecciones que le dejó el suyo destaca su comportamiento de "vida en libertad". "Era un perro libre de alma y corazón y lo dejé vivir como quiso. Era libre, y siempre respondía", recuerda Barros, que reivindica el carácter de los perros de caza, "incomprendidos, maravillosos, inteligentísimos".