Pier, en La Marina
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El Pier cierra sus puertas en A Coruña y deja un hueco en la Marina después de seis años de actividad
El mítico local baja la persiana en plena revisión de la normativa de terrazas. Piden por él 7.500 euros al mes por 162 metros cuadrados
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En un momento de conflicto en el que el Concello de A Coruña propone cambios para la normativa de terrazas en la ciudad, uno de los locales más míticos de la Marina —y en el que costaba encontrar un hueco en los días de sol en pleno verano— deja libre un espacio privilegiado en la ciudad.
El Pier cerró sus puertas el pasado 30 de septiembre y desde entonces ahí hay un hueco enorme que espera ser ocupado. Si ya antes era difícil encontrar mesas libres, imagínate ahora.
El antiguo gerente del local, Luis Diz, que es a su vez presidente de Galicia de Noite y gerente del Grupo Pelícano, ha decidido poner fin a este modelo de negocio, que dice que se sale de "lo que busca ahora mismo el grupo".
Desde hace unos días, el local presenta en la fachada hasta tres carteles de "se alquila". Ubicado en la esquina que une la calle Luchana con la avenida de la Marina de A Coruña, ahora mismo se encuentra disponible este local de hasta 162 metros cuadrados distribuidos en dos plantas por 7.500 euros al mes, para quien esté dispuesto a pagarlo.
Pier en alquiler en A Coruña
Da la casualidad de que, a pocos metros de este, en la misma calle Luchana, el antiguo Bocanegra también permanece cerrado a la espera de un nuevo hostelero que dé vida a esta calle que ahora se ha quedado vacía. En este caso, el antiguo negocio lleva cerrado años, aunque no cuenta con ningún cartel de "se alquila", por lo que puede que ya haya encontrado inquilino (o propietario).
Dudas con la normativa de terrazas
Cabe recordar que en agosto de este mismo año la policía andaba vigilante de que los negocios de la Marina no excedieran el espacio permitido para las terrazas. De hecho, a más de uno le obligaron a recortar el número de mesas.
En este sentido, con el covid se quedó un vacío legal en el que se permitió a muchos hosteleros ampliar el espacio destinado a las terrazas para garantizar la distancia de seguridad, y muchos todavía conservan esa medida.
Si bien, muchos hosteleros aseguraron a Quincemil que no tenían muy claro cuál era el espacio permitido ahora. Según Luis Diz, ese fue también uno de los motivos que los invitó a cerrar. Con ello, a ver si con la nueva normativa se aclara el espacio del que disponen los hosteleros de la Marina para hacer uso de una de las vías más transitadas de la ciudad, que es a su vez el espacio favorito para tomarse una caña al sol.