El local escondido en María Pita en el que puedes disfrutar de un buen pescado a la brasa
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El local escondido en A Coruña en el que disfrutar de un buen pescado a la brasa en María Pita
En La Escondita toda la carta se cocina con el fuego de la brasa, incluidos los postres
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La Escondita, situada en el 1B de la Plaza de María Pita, es uno de los restaurantes mejor escondidos de A Coruña. Literalmente porque se encuentra oculto en un rincón en las escaleras del lateral derecho de la plaza del Concello. En este local toda su carta pasa por la brasa, pero por lo que destacan es por la amplia variedad de pescados y mariscos.
El restaurante abrió sus puertas el 25 de noviembre de 2014 de la mano de Óscar Asensio y Óscar Hermida, dos amigos que ya habían trabajado juntos anteriormente en otro proyecto hostelero en la ciudad. "Teníamos pendiente hacer algo juntos y La Escondita fue esa oportunidad, después de que volviese a A Coruña tras vivir en Canarias unos años", cuenta Hermida.
"El 90% de la gente que viene es para comer pescado, nuestra reina es la lubina", explica Óscar. También disponen de platos de carne y verduras: "Últimamente está arrasando nuestro aguacate a la brasa. Lo hacemos con una salsa chimichurri suavecita. A los clientes les gusta mucho". En cuanto a los postres, estos también pasan por la parrilla, Óscar cuenta que, entre ellos, tienen una tarta de queso manchega y un brioche hechos dentro del horno de brasa.
El secreto está en la brasa
Su propietario señala que a la hora de escoger producto suelen tirar por los locales y de cercanías: "Trabajamos con el pescado de la lonja y de anzuelo, carne gallega y verduras del mercado. Todo es de aquí menos el pulpo, que como aquí no hay lo traemos de fuera". Aunque desvela que el secreto principal de su cocina, y lo que marca la diferencia, es el sabor característico que le da el cocinado a la brasa a la comida.
Su decoración es minimalista. Dentro del local pueden verse diferentes guiños a su especialidad: desde cuadros hasta esqueletos de peces. Tiene una capacidad para 30 comensales, 50 en verano con la terraza, lo que les permite brindar a los clientes un servicio más íntimo y personalizado.
En cuanto a los precios, el gasto medio por persona ronda los 30 euros. Durante el invierno, tienen mucha clientela habitual que acude al restaurante buscando sus platos preferidos, y en verano tienen mucho turista. "Gente de Madrid, País Vasco, Andalucía o Barcelona que viene recomendada por conocidos que ya han estado en el local", cuenta Óscar.