
Montaje de la falla de San Juan en A Coruña este viernes.
Ofrecido por:
Así se crea la falla que arde en la noche del San Juan de A Coruña
Desde hace cerca de 40 años la familia Romero es la encargada de fabricar un elemento icónico de la noite meiga coruñesa
Más información: La falla luce al completo en la playa de Riazor y se prepara para arder en el San Juan de A Coruña
Desde hace algo más de 40 años, la familia Romero es la encargada de hacer la falla que cada medianoche del 23 de junio se quema en Riazor. El San Juan, la fiesta más importante de la ciudad, tiene en esta uno de sus elementos más significativos y con ella cada año se homenajea o conemmora a personas o eventos de la actualidad.
Unos cuatro meses y un equipo de seis personas es todo lo necesario para hacer realidad la falla. David Romero, su actual responsable, explica que "es un orgullo estar presentes y ser partícipes durante tantos años de esta fiesta de interés turístico internacional".
Cómo se hace la falla de San Juan
La falla de San Juan de A Coruña nace sobre el papel, con el diseño de un primer boceto, siempre a cargo de Romero Arte. "Presentamos un boceto base al Concello y a partir de ahí se empieza a trabajar. Este año la base era el pulpo con María Pita arriba", apunta Romero. Su empresa, Luirif, se encarga de la carpintería.

David Romero, responsable de la falla de San Juan en A Coruña.
La decisión de qué personajes o elementos homenajear —Manuel Rivas, las cantareiras y el OAR en esta ocasión— parte del Gobierno local. Este año completan la falla una bola del mundo y una paloma de la paz en alusión a las guerras en Ucrania y Palestina y la clásica Torre de Hércules.
David no recuerda cuántas veces el faro pudo formar parte de la falla. "Es raro el año en el que no esté la Torre y algún año que no estuvo se oía a gente protestando", reconoce.
Una vez aprobado el diseño, comienza la fase de fabricación.

La Torre de Hércules en la falla de San Juan de este 2025.
"Utilizamos cartón reforzado con fibra de vidrio. El cartón solo no aguantaría. Aunque no lo parezca aquí hay mucha humedad, no solo por la posibilidad de lluvia, sino por la cercanía del mar", explica Romero. A esto se añade mucha madera de pino. En su conjunto, la falla llega a pesar cerca de 5 toneladas.
Con los elementos ya construidos, queda la parte de pintura, una labor que se finaliza en los días e incluso horas previas al montaje. Para ello se utilizan pistolas con pinturas al agua, mientras que para los detalles se echa mano del pincel en un proceso 100% artesanal.
"Aquí no utilizamos máquinas, es todo completamente manual", afirma Romero. El resultado es una escultura de unos 13 metros de alto y cerca de siete metros de ancho por cinco metros de fondo. La base, una estructura de ocho caras, suele repetirse año tras año.
La madera y el resto de materiales también proceden de empresas de la ciudad, por lo que todos los elementos de la falla son coruñeses.
El interior de la falla
Si se entrase en el interior de la falla se vería una estructura hueca. Sin embargo, para facilitar que cuando se queme a medianoche prenda bien, su interior se llena de un elemento común: cajas de fruta.

Montaje de la falla de San Juan 2025 en A Coruña.
"La falla no lleva nada de materiales tóxicos para que prenda bien. Es todo madera, cartón, fibra de vidrio y pinturas al agua, así que para que queme y contamine lo menos posible lo que hacemos es meter muchas cajas de fruta", explica el responsable.
En la noche del 23, un equipo de pirotecnia es el encargado de prender la falla. Para ello se monta un "camino" de petardos con pólvora y en la propia falla se coloca un petardo más grande que se incendia cuando se han quemado los anteriores.
Un orgullo para la familia
Después de cerca de cuatro décadas al cargo de la falla, esta tradición está ya "normalizada" para la familia Romero. Lejos de sentir presión, viven este momento con tranquilidad. "No hay presión ninguna, son muchos años ya", explica David.
El primer encargo vino dado por la organización Hogueras de San Juan. Con los años, el Concello se hizo responsable de mantener esta tradición.
El tío de David, José Manuel Romero, exprofesor de la Escuela de Arte Superior de Diseño Pablo Picasso, fue quien empezó con estos trabajos en la década de los 80 llegando a hacer cerca de 60 fallas. "Nosotros ahora intentamos seguirlo hasta donde podamos", admite el actual responsable.
Y, aunque, la del 23 de junio es la fecha más señalada, su actividad no se limita al San Juan. En la campaña de Navidad son responsables de la construcción de algunas carrozas y en el Antroido de la escultura del Rey Momo.