El lucense Guillermo Arias en la dársena de la Marina en A Coruña, donde estudia Ingeniería Náutica.
El patrón de altura y mecánico naval más joven de España es gallego: "En el mar, como en casa"
Guillermo Arias, nacido en Lugo hace 26 años, estudia Ingeniería Náutica en A Coruña tras casi una década de formación en ocupaciones náuticas y con embarques con los que ha obtenido la tarjeta profesional de puente y máquinas, acreditaciones que apenas marinos en el país reúnen a la vez
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Patrón de altura y mecánico mayor naval. Muy pocas personas dedicadas al trabajo en el mar en España tienen estas dos titulaciones y cuentan con sus respectivas tarjetas profesionales. El lucense Guillermo Arias de la Barrera está entre ellas: con 26 años, es el más joven del país en tener tales acreditaciones.
Lleva casi diez años formándose y en la actualidad estudia Ingeniería Náutica en A Coruña. Con Quincemil y Treintayseis, repasa su camino formativo, su vocación y la situación de su sector.
Las profesiones relacionadas con el mar son las que tienen más vacantes, según las listas de puestos de trabajo de difícil cobertura que publica cada año el SEPE. Y usted tiene dos titulaciones.
No hay mucha gente que escoja las dos opciones. Los marinos, en general, son del departamento de puente o del departamento de máquinas. Hay algunos, llamémoslos antisistemas, que elegimos aprender de los dos campos.
Usted es un antisistema. ¿Por qué?
Es imposible ser especialista de puente y de máquinas simultáneamente. Pero creo que es muy positivo tener a bordo a personas que conozcan las funciones de cada rama. A lo largo del tiempo en que me he formado he visto que no está bien visto que una persona sea de puente y de máquinas a la vez. Pero quiero recalcar que aunque alguien tenga ambas titulaciones y conocimientos, una vez a bordo estás en un departamento o en otro porque a veces hay falta de entendimiento entre ambos.
¿Es duro formarse en ambas ramas?
Difícil no, pero esto es una carrera de fondo.
"Ser de puente y de máquinas a la vez no está bien visto, pero creo que es positivo que a bordo haya personas que conozcan las funciones de cada rama"
¿Qué pasos ha dado en esa carrera?
Empecé con 16 años a estudiar para técnico de navegación y pesca de litoral, que es la titulación académica que corresponde a la tarjeta de patrón de litoral, en la Universidad Laboral de A Coruña. Esto me sirvió de trampolín para hacer dos ciclos superiores: de organización y mantenimiento de maquinaria de buques y de navegación y pesca de altura.
Todo me llevó seis años. Después hay que conseguir la tarjeta profesional, las atribuciones de cada título que te permiten ejercer la profesión, para lo que necesitas periodos de embarque. El título no te vale de nada sin la tarjeta.
Esto nos lleva de nuevo a la empleabilidad en el sector. ¿Por qué hay poco empleo?
Hay demanda en los buenos barcos y las buenas empresas, nunca les faltan empleados a quienes tienen buenas condiciones. Lo dejo ahí.
Guillermo Arias junto a barcos de pesca en la Marina.
¿Entonces son más las empresas con peores condiciones?
Claro. Es lógico. Es oferta y demanda de mercado. Antes se ganaba más, bastante más. Ahora, además de que se gana proporcionalmente menos y ha subido el precio de todo, la gente no se mete en el sector por 4 pesetas. La pesca tiene sus riesgos, es muy sacrificada, estás lejos de la familia... Y el marino bien formado opta por otras opciones. Por bien formado incluyo titulaciones serias: patrón de litoral, en el caso de puente, o mecánico naval en el caso de máquinas.
Para las titulaciones llamadas 'serias' o donde metíamos a los marinos 'bien formados', hacer los días de mar o periodos prácticos cada vez es más complejo, hay más impedimentos y les cuesta más que se les expida la tarjeta. Esto no me parece mal, quien algo quiere algo le cuesta. Pero cada vez hay menos chavales que estén dispuestos a sacrificarse para obtener la tarjeta, y hasta que no la tienes vas a tener que hacer tus días de mar en calidad de alumno o marinero, donde no siempre se consiguen embarques, y si lo consigues vas a estar muy exigido.
¿Tras ese periodo de embarque se producen renuncias?
Ya se dieron muchos casos. Acabas la formación y en el barco te das cuenta de que esto no es lo tuyo. También hay reconocimientos médicos previos al embarque que revelan que muchos no son aptos para subir, algo de lo que ya se informa en las escuelas.
"En el mar antes se ganaba bastante más. La pesca tiene sus riesgos y es muy sacrificada. Y entre que ha subido el precio de todo, la gente no se mete en el sector por 4 pesetas"
¿Qué prácticas ha tenido usted?
He estado en amarradores y remolcadores en A Coruña, en una empresa en Ferrol, como patrón de barco en la Ribeira Sacra, en un ferry híbrido en Baleares, como patrón en yates.
En la actualidad, ¿a qué se dedica?
Estoy estudiando grado de náutica en A Coruña. Sigo formándome y aprendiendo más. Mi intención es seguir embarcando y escalando entre las tarjetas profesionales.
¿Qué le atrajo del mar cuando era mucho más joven?
Digamos que me la jugué un poco. No tenía muy claro si el mar iba a ser mi profesión. La vocación me viene a partir de la náutica recreativa, de ocio, que nada tiene que ver con la profesional. Podía haberme dado un choque en el contraste, pero me gustó y continué. A mí siempre me gustó la mecánica, de pequeño me fijaba en las motos y los barcos me llamaban la atención.
"Tengo una relación de amor y odio con el mar: estás lejos de tus familiares y amigos, pero la sensación de estar ahí es de sosiego y tranquilidad mental"
¿Y qué siente en el mar? ¿O cómo es su relación con el mar?
De amor y de odio. En el mar estás lejos de tus familiares y amigos, pero yo en el mar me siento como en casa. La sensación de sosiego, tranquilidad mental... En unos barcos lo pasé mejor, en otros peor. Pero todo forma parte del camino.
Si con 16 años supiera todo por lo que tendría que pasar, ¿se metería en este mundo?
Uf, igual me hubiera dedicado a otra cosa. Pero solo he pasado por una pequeña parte del proceso, me queda mucho por navegar, así que ya no volvería atrás. Soy un cabezón luchador y sigo con todo. Mi sitio es este.
Y eso que usted es de Lugo ciudad, lejos del mar.
Y encerrado por una muralla [risas].