Sala Malatesta en Santiago de Compostela
La Sala Malatesta reabre sus puertas en Santiago: "Tenemos el barrio lleno de vómitos"
Tras seis meses de cierre, la Sala Malatesta volvió a abrir con los vecinos del barrio de San Lorenzo en contra por hacerles la vida "absolutamente imposible" e incumplir la normativa de ruidos. La asociación vecinal se querellará contra el Concello
Más información: La sala Malatesta de Santiago de Compostela anuncia su reapertura la próxima semana
"Tenemos la casa y el barrio lleno de vómitos", así resumían desde la Asociación de Vecinos Río Sarela su despertar de hoy tras la reapertura después de seis meses de la Sala Malatesta por exceso de ruido.
Malatesta llevaba cerrado desde el 9 de marzo del año pasado, tras recibir una orden municipal por exceder los niveles de ruido permitidos, tanto en el interior como en el exterior de los domicilios.
Hace una semana anunciaban su reapertura y agradecían el apoyo que recibieron manifestando que eran "un espacio necesario para Compostela". Ayer reabrieron sus puertas y vivieron su primer jueves universitario de la temporada.
Sin embargo, esta nueva apertura del local no ha sentado bien a los vecinos del barrio. "Lo han vuelto a abrir, le han vuelto a conceder la licencia para seguir haciendo ruido y fastidiándonos la vida", lamentan desde la Asociación que durante estos seis meses de cierre vivieron un tiempo "maravilloso", "venía la gente a la asociación a darnos las gracias por haber dormido".
La situación hoy se ha vuelto totalmente distinta, a la falta de sueño por los ruidos del local también se ha unido la suciedad en las calles del barrio y la tarea de la limpieza recae sobre los propios vecinos.
"El servicio de limpieza pasa a las tres o cuatro de la madrugada, cuando la gente sale a las cinco de la mañana y se pone a vomitar y a chillar. Es como vivir en un zoo", explican.
Además de la suciedad y ruidos, también comentan la falta de presencia policial que existe en la ciudad durante estos días, donde en algunas ocasiones solo existía un agente de la policía local para vigilar la ciudad, "los locales pueden hacer lo que les dé la gana porque saben perfectamente que no va a venir la policía", comentan.
Desde la Asociación aclaran que estos casos de locales de ocio nocturno suponen solo el 5% en la ciudad, "la grandísima mayoría se comporta como gente civilizada y entiende que tienen la obligación de no llenarnos los barrios de suciedad y ruido. Pero siempre te va a salir gente".
Relaciones rotas con el Concello
Desde la Asociación lamentan que el Concello, "sabiendo que este sitio no cumple con ninguna normativa en términos de contaminación acústica", le volviese a conceder la licencia al local.
Hace dos semanas, la entidad se reunió con la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, para comentar la situación. "En la reunión nos aseguró que su prioridad eran los vecinos, todo palabrería política", explican desde la Asociación. "Es una tomadura de pelo, y la alcaldesa es cómplice en todo esto".
Cualquier vía de diálogo con el concello de Santiago está rota y critican que desde "el concello debe ocuparse de nuestras condiciones de vida" y procederán por la vía penal contra el concello por una "clara omisión del deber".
Desde la entidad mencionan, además, que el lunes el concello presentará la modificación puntual del Plan Especial de Protección y Rehabilitación de la Ciudad Histórica en la que se incluye levantar la prohibición sobre la instalación de discotecas y salas de baile en los barrios residenciales.
La Asociación Vecinal Río Sarela, junto con otras asociaciones compostelanas como, Raigame o la Asociación Fonseca, trabajan conjuntamente para presentar denuncias en el mismo sentido de locales de ocio nocturno que exceden los límites permitidos. "Los barrios estamos hartos de la situación", sentencian.
Desde el concello examinarán que se cumplan todos los requisitos
Por su parte, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, subrayó que el gobierno local seguirá examinando que se cumplan todos los requisitos para garantizar que no haya ruido exterior desde la sala.
Según Samartín, si se cumplen las cuestiones que determina la normativa, no le corresponde al ayuntamiento actuar.
"La gente para abrir determinado local lo que tiene que hacer es mandar simplemente una comunicación previa, nosotros lo que haremos será exigir que se cumplan las garantías de que no haya ruido exterior y de que se cumple todo lo que tiene que ver con la normativa", explicó.
De igual modo, señaló que "nadie puede dudar de la solidaridad municipal" con todas las reclamaciones vecinales sobre cuestiones de ruido y el derecho al descanso.
Con la reapertura, Sanmartín ha asegurado que seguirán con esa "sensibilidad", examinando que se cumplan todos los requisitos que tienen para garantizar que no haya ruido exterior desde la sala y para que no haya tampoco ruidos en el exterior, "que son los que muchas veces causan problemas".