Manuel Mosquera en la ferretería 4 Caminos, donde se jubila.

Manuel Mosquera en la ferretería 4 Caminos, donde se jubila. Quincemil

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Manuel Mosquera, el mítico ferretero de A Coruña, tira la toalla y se jubila al no tener relevo: "Da mucho trajín"

Respondió a un anuncio en 1978 y se quedó en la ferretería 4 Caminos hasta la jubilación. Manuel Mosquera y su esposa dejan esta semana la dedicación a un trabajo del que echarán mucho de menos a su clientela

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Hace recuento y le salen cuatro cierres, cuatro negocios de su ramo que en este 2025 que se aproxima a su final también han llegado a su fin. "El 99% de las ferreterías que cierran es porque no tienen continuidad, no hay relevo", asegura. En su caso se cumple: Manuel Mosquera se jubila y desaparece la ferretería 4 Caminos, en la avenida de Oza de A Coruña.

Entró con 20 años, se marcha a dos meses de cumplir los 68. Era el año 1978 cuando leyó un anuncio en el periódico: "Se busca trabajador para conducir furgoneta en una ferretería". "Estaba preparando oposiciones y me tumbaron en la prueba de máquina de escribir para trabajar en la Diputación. Vi el anuncio, probé, me gustó y me quedé", repasa Mosquera.

Los dueños del negocio eran entonces los hermanos Alfonso y Castro Franco Rodríguez, que tenían otra ferretería en Panaderas con el mismo nombre. Mosquera enseguida sintió “buen feeling”, empezó haciendo repartos, moviéndose entre el almacén y las dos tiendas. Fue conociendo bien el trabajo, y en 1991 se convirtió en dueño, al que incorporó a su esposa, María del Mar Saavedra. Hasta el día de hoy.

Interior de la ferretería 4 Caminos en A Coruña.

Interior de la ferretería 4 Caminos en A Coruña. Quincemil

Los dos se marchan y el bajo de la avenida de Oza quedará vacío, casi como estaba cuando él empezó a trabajar hace 47 años. Hasta hace unos días "unos chicos jóvenes" estuvieron a punto de ocupar el local, "pero se echaron atrás al final". La mercancía que aún queda será vendida, ya han preguntado por ella varios comerciantes de mercadillos que la pagan por el lote completo.

Buen deportista

Manuel Mosquera podrá dedicar ahora más tiempo a hacer deporte. Es un apasionado del pádel y del ciclismo, de esos que los fines de semana cargan las piernas de kilómetros por carreteras o montañas de la comarca. Confiesa que echará de menos la clientela, “salir a tomar un café con un cliente”, pero también admite que tiene “la mente en otra parte”, que está deseando “acabar”.

"Esto es latoso, da mucho trajín, pero es muy bonito y te tiene la mente ocupada todo el día porque hay muchos artículos y la tienda siempre estuvo bien surtida", dice mientras mira para las estanterías que ya han perdido buena parte de sus productos.

Etiquetas con precios y nombres de artículos menos habituales en la ferretería.

Etiquetas con precios y nombres de artículos menos habituales en la ferretería. Quincemil

Como todas las ferreterías, en 4 Caminos uno se encuentra de todo, "hasta lo que menos te puedas esperar", apunta Mosquera hacia cocinillas de distinto tamaño, electrodomésticos pequeños, limpiapantallas de móvil o portátil, embudos para hacer chorizos a mano...

"Un buen ferretero", sentencia, "es el que, con la veteranía que tiene, se basta para saber explicar cómo se usa un artículo, para saber si funcionará o no entre los clientes". "No me hace falta ordenador para todo eso, pero buscar una factura en la oficina es más complicado", bromea.

Muy pronto, desde la jubilación, se olvidará de todo eso. "Mi mujer me reprocha que se me pase comprar el pan pero no que no me olvide de hacer un pedido de tornillos", ríe. En 4 Caminos deja una dedicación que ha regalado buen trato y sonrisas a sus clientes habituales todos estos años. Quizá le tengan guardado algún detalle para la despedida. O él a ellos.