Asunción Catoira en su salón de belleza, Aquarell, en Novo Mesoiro.

Asunción Catoira en su salón de belleza, Aquarell, en Novo Mesoiro. Quincemil

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El dilema de las peluquerías en A Coruña: "Subes precios y pierdes clientes o los mantienes y mueres"

Alquileres, luz, IVA, productos y utensilios encarecen un 60% los costes en el sector, que hace equilibrios y asume riesgos para conservar la clientela con el aumento de los precios

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El corte de pelo de caballero en Le Barbier, en Novo Mesoiro, costaba 10,50 euros cuando el negocio abrió hace seis años; hoy el precio es de 15 euros. "Empezamos muy barato, cuando lo normal era que la mayoría de peluquerías cobrasen ya 15", admite su propietario, Juan Manuel Martínez.

El alquiler del bajo, la luz, el agua, los productos empleados para cortar el pelo, arreglar la barba u otros servicios, las navajas y cuchillas, el IVA. Todo sube, todo influye. Si el peluquero asume cada año este aumento de costes, se ve obligado a repercutirlo en el cliente, pero siempre sopesando riesgos para no poner en peligro su negocio.

"El IVA es el que hay, del 21%, y no puedes bajarle el precio al alquiler ni a la luz, así que se lo bajas a lo único que puedes bajar, la mano de obra, a lo que cuesta la media hora o la hora. Es la forma de ser competitivo para que la gente pueda seguir viniendo a cortarse el pelo. A mí me suben las cosas y yo tendré que repercutir, pero tengo que tener cuidado con lo que subo porque puedo perder clientes", explica Martínez, que actualiza precios cada mes de enero.

Un peluquero y un cliente en Le Barbier, en Novo Mesoiro.

Un peluquero y un cliente en Le Barbier, en Novo Mesoiro. Quincemil

Esta es una realidad que afrontan las peluquerías, y A Coruña es una ciudad plagada de estos salones de belleza y estética, más de 700, según datos de la Federación de Empresarios de Asociaciones de Peluquería y Estética de Galicia (Fepega). "Muchas cierran, pero también abren muchas", constatan los profesionales, acostumbrados, con distinta suerte, a hacer equilibrios.

A pocos metros de Le Barbier está Aquarell. Su dueña es Asunción Catoira, que además es presidenta de Ecipa, la Asociación de Estilistas Coruñeses, con unos 70 socios. Lleva más de 40 años trabajando en el sector y su visión apunta a su pasado, presente y futuro.

Costes que se repercuten

¿Por qué es más caro ir a la peluquería? En la respuesta coinciden todos en el sector. "No damos pagado todo lo que tenemos que pagar. Muchísimas estamos así, aunque parezca que no por la clientela, pero también la hemos perdido", dice Catoira.

Los costes han subido un 60%, estiman los profesionales. Si para hacer un teñido Aquarell tiene que lavar, secar, cortar y teñir el cabello de una clienta, cada tarea ha aumentado su precio, así que se aplican, en este caso, cuatro incrementos que derivan en el precio final. Y con esto, "el margen de beneficios no es igual que el margen de subida", afirma Catoira. "Yo puedo cobrar a 50 euros, pero habrá quien lo mantenga en 25 y otras, con gastos más elevados, a 100 euros".

La situación crea este dilema: si una peluquería sube los precios, "puede perder clientela"; si los mantiene "se puede morir". Así que están, por un lado, "las peluquerías baratas que malviven por debajo de los precios reales" y, por otro, "las que cobran lo que tienen que cobrar".

"El futuro es la especialización, un cambio que ya se manifiesta, y los precios tendrán que subir porque la especialización se cobra. Ya se ha producido en las barberías, donde el nivel es muy bueno"

Asunción Catoira, presidenta de la Asociación de Estilistas Coruñeses, Ecipa, y autónoma

Esa dinámica "habitual" de cierres y aperturas responde, según Catoira, a la alta empleabilidad que hay en el sector y a la vocación por seguir emprendiendo: "Cuando una peluquería reduce costes, liquida a una empleada, que, con lo que ingresa por la marcha, abre su propia peluquería. Por eso pienso que el sector tiene minifundios, porque clientela hay".

Su compañero Juan Manuel Martínez, por ejemplo, asegura que "casi toda" su clientela es la que ya tenía cuando hace más de seis años trabajaba en otro salón, en Matogrande, y que sigue poniéndose en sus manos en otro barrio. "El sector de caballeros es muy fiel".

El futuro: especialización con precios más altos

La presidenta de Ecipa describe un futuro con "más especialización". "Es un cambio que ya se manifiesta, y los precios tendrán que subir porque la especialización de mano de obra se cobra. Ya se ha producido en las barberías, donde el nivel es muy bueno".

"A mí me suben los precios, tendré que repercutirlos, pero tengo que tener cuidado con lo que subo porque puedo perder clientes"

Juan Manuel Martínez, propietario de Le Barbier

Como "empleada del pasado y autónoma del presente", añade Asunción Catoira que "hace seis años la media de empleo" en una peluquería era “de una autónoma y dos trabajadoras y media”. Ahora la reduce a dos empleadas, "y habrá unas veinte en A Coruña en las que solo hay una persona".

Porque entre el 80% y el 90% del sector en la ciudad son pymes y autónomos que, en ocasiones, hacen malabarismos para cuadrar horarios o reservar vacaciones. El resto lo cubren cadenas de peluquerías (Marco Aldany, Llongueras, Loida, entre otras) con más de un local o con años de consolidación, clientela estable y plantillas más numerosas.