
Ramón Martínez, en el interior de la camisería Gala en la calle Torre.
Ofrecido por:
Camisas Gala en A Coruña: "Los clientes vienen porque están a gusto con nosotros"
El negocio en el que Amancio Ortega comenzó como chico de los recados se acerca a los cien años y mantiene abierta su única tienda en la calle Torre. Sin comercio 'online', sin página web y con una caja registradora de hace un siglo
Más sobre negocios antiguos: La Montañesa de A Coruña deja de dar leche: "He conocido a muchos vecinos en estos 70 años"
Las camisas de Gala, que en el siglo pasado se vendían en cuatro tiendas, perviven en el comercio tradicional de A Coruña. El nombre está asociado, además, a una de las grandes fortunas del mundo, la de Amancio Ortega, fundador de Inditex. Porque el empresario fue chico de los recados de Gala cuando era adolescente, en la década de los cincuenta.
En el antiguo establecimiento de la plaza de Galicia Ortega coincidió con José Martínez, que también llevaba las camisas de un lado a otro por la ciudad, y con su padre, quien en 1931 había abierto el establecimiento. El hijo del primero, Ramón, comenzó a trabajar en la misma tienda hace 22 años y hoy es el gerente de la única camisería Gala que queda, en el número 74 de la calle Torre.
Y como Zara, u otras tiendas de Inditex, parece que Gala no necesita más publicidad que su propio nombre. "No nos promovemos mucho, no lo necesitamos, al igual que otros pequeños comercios de la ciudad", explica Ramón Martínez. Gala tampoco vende por internet y ni siquiera tiene página web.

Exterior de la camisería Gala.
Martínez y sus dos hermanas atienden al público en la tienda de Monte Alto. Es muy probable que se jubilen ahí, como lo hizo antes su padre, cuando se cerró además el local de la plaza de Galicia en 2014, y como lo hicieron todos los empleados que han trabajado en Gala.
"Empezó con 14 años, con encargos, en el taller, de aprendiz. Este comercio era su vida", dice Ramón refiriéndose a su padre. "Tuvimos que echarlo fuera". Eso mismo ha contado José Martínez a los medios de comunicación que más de una vez han ido a Gala para preguntar cómo era Amancio Ortega cuando de joven daba sus primeros pasos en el ámbito textil.
"Ha cambiado la forma de vestir"
Gala enfila su centenario (faltan seis años) desde un bajo de Monte Alto, con el color verde "corporativo" de su fachada sin cambiar y como "comercio de barrio", donde los clientes "fieles" acuden a "tocar las prendas", probárselas o comprarlas, o simplemente a charlar.

Antigua caja registradora de Gala.
"Vienen los de la zona, también de Oleiros y Sada, a veces de Carballo. La gente viene porque está a gusto con nosotros y tratamos de darle soluciones: somos de los que recomiendan buscar algo en otro comercio si no lo tenemos, pero no decimos que lo busquen en internet".
La camisería vende también ropa interior, jerseys y abrigos de señora y caballero, gorras, medias y calcetines. Cada compra pasa por una vieja caja registradora tan antigua como el comercio. Por las camisas sigue siendo conocido el negocio, unas camisas que ya no fabrica la empresa familiar (tenía el taller en Emilia Pardo Bazán), que ya no hace a medida "porque ha cambiado la forma de vestir" y que obtiene de fabricantes nacionales. "Damos prioridad a lo confeccionado en España, donde la fabricación textil ha bajado brutalmente", apunta Ramón Martínez.

Artículos a la venta en en interior de Gala.
"Responder al cliente, tratarlo, ayudarlo". Es lo que más agrada a este comerciante y a sus hermanas. ¿Legarán el negocio a sus descendientes? No cree el gerente que haya relevo generacional, cada mañana entregado a un servicio casi centenario en el comercio de proximidad de A Coruña.