Una mujer joven
Natalia (34), vive sola y tiene 2 trabajos en A Coruña "Se me va parte del sueldo en el alquiler. Es agotador"
El 56% de los trabajadores en Galicia ha sido pluriempleado en algún momento. Natalia vive en A Coruña y tiene 2 trabajos para llegar a fin de mes
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Los jóvenes, y no tan jóvenes, atraviesan un momento complicado debido a la inflación y la precariedad laboral, lo que los obliga a tener varios empleos para poder generar los ingresos suficientes con los que cubrir, al menos, los gastos básicos de alquiler, facturas y comida.
Según un estudio publicado por Randstad, el 56% de los trabajadores en Galicia ha compatibilizado más de un empleo en algún momento. Un ejemplo de ello es Natalia, una joven que hace 8 años cambió Ponferrada por A Coruña y que hoy tiene 2 trabajos para cubrir gastos.
"Empecé prácticamente de cero"
En Galicia, como en muchas otras partes de España, cada vez más personas viven en una realidad que poco tiene que ver con la estabilidad laboral que prometían los años de estudio y esfuerzo. La idea de que estudiar garantizaba un buen trabajo y un salario digno, resultó no ser del todo cierta.
Ahora nos encontramos con personas muy cualificadas que, si no comparten piso, sufren por llegar a fin de mes. Natalia, una ponferradina que se trasladó a A Coruña hace ya unos 8 años, es un reflejo de esta generación que ha aprendido a encajar horarios imposibles y a multiplicarse.
Tras estudiar una carrera en Asturias, se marchó de su Ponferrada natal para mudarse a la ciudad herculina porque "veía que aquí tenía más oportunidades tanto a nivel profesional como personal", dice.
Lo hizo completamente a ciegas y sin nada atado: "No venía con trabajo; empecé prácticamente de cero, adaptándome a la vida de estudiante y buscando poco a poco opciones laborales", comenta.
"Se me va parte del sueldo en el alquiler"
Ahora, casi una década más tarde, Natalia tiene 2 trabajos: uno a media jornada en un gimnasio, y otro de clases extraescolares en un colegio con el acompañamiento escolar de autobuses. "Trabajo unas 30-35 horas semanales, combinando ambos empleos".
No es una elección que haya escogido por ambición, tampoco por acumular experiencia, sino que necesita el pluriempleo, "porque con un solo trabajo no llega para cubrir gastos básicos", afirma. De hecho, nunca ha tenido una oferta a jornada completa.
Lo que gana, se le va en gastos fijos: "Se me va parte del sueldo en el alquiler, que ronda precios altísimos y tengo coche, que lo necesito por el tema de ir de un trabajo a otro, si no, no llego. También la gasolina está por las nubes, la comida... y otros gastos diarios".
En parte, también le permite ahorrar algo, pero "el objetivo principal es cubrir lo imprescindible y necesario", afirma con resignación.
Al preguntarle si podría vivir con un solo trabajo, su respuesta es clara y directa. "No, con un solo trabajo mi calidad de vida se vería bastante limitada". Así, se vería obligada a renunciar a cosas básicas, incluso a su vida social. "Me resultaría difícil cubrir el alquiler, los gastos fijos y mantener una vida social activa".
Natalia no se anda con rodeos. Ella sabe perfectamente qué necesitaría para dejar de estar pluriempleada: "Vivo sola, por lo que necesitaría un sueldo de al menos 2.000€ brutos al mes para cubrir el alquiler, los gastos fijos y poder tener algo de margen para ocio y ahorro sin depender de un segundo trabajo".
Los precios de la vivienda en A Coruña, alquiler o compra, crecen cada mes, lo que dificulta el acceso a la misma, sobre todo para una persona sola. El alquiler en el último año ha aumentado un 6,1%, y la vivienda en propiedad lo ha hecho en un 13%, con un precio medio del m2 de 2.879 euros en septiembre, según Idealista.
Si a esto le sumamos otros costes del día a día como la lista de la compra, el sueldo bruto que plantea Natalia no es nada avaricioso. "Al final le quitas impuestos y te queda en unos 1.400/1.500 euros", indica.
"Es agotador tanto física como mentalmente"
Lo que más pesa, más allá del cansancio, es la sensación de estar siempre a medio camino en todo. "Lo peor es la falta de tiempo libre y la sensación de que nunca descansas. Es agotador tanto física como mentalmente", reconoce.
Hacer planes se vuelve una odisea: "También afecta un poco a la estabilidad y seguridad emocional, porque siempre estás pendiente de compaginar horarios y cumplir con varias responsabilidades a la vez", señala con tristeza.
La historia de Natalia no es un caso aislado. Es un ejemplo bastante nítido del presente que viven miles de jóvenes en Galicia, y en el resto de España. Personas formadas, con ganas, que hacen malabares para llegar a fin de mes, y que ansían algo tan básico como tener un empleo para vivir con tranquilidad y con dignidad.
Son muchos los que piden vivir sin tener que correr todo el día. Piden vivir, no sobrevivir.