Los espectaculares números de Óscar Gilsanz al frente del Deportivo

A Óscar Gilsanz le llegó la oportunidad de su vida pasados los 50 años. Tras varias temporadas integrado en la estructura de cantera del Deportivo, ascendió al banquillo del primer equipo tras la salida de Imanol Idiakez.

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El casting de entrenadores abierto por el club no dio resultados y Gilsanz se sentó en el banquillo del Deportivo en su visita a Cartagena. La situación del equipo era límite y una derrota en tierras murcianas podía situarlo como colista de Segunda División.

Pero nada más lejos de la realidad. El equipo ganó y lo hizo con contundencia por un gol a cinco. La victoria y la falta de concreción de la dirección deportiva en la búsqueda de entrenador provocaron que el club lo ratificara en el puesto hasta final de temporada.

Ahora con catorce partidos en el banquillo, el balance no puede ser más positivo. El equipo acumula siete triunfos, cuatro empates y sólo tres derrotas. De estar penúltimo en la clasificación con diez puntos en doce partidos ha pasado a ser décimo con 35.

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Sin hacer mucho ruido los coruñeses cabalgan con paso firme hacia la salvación y cuentan con once puntos de colchón sobre el descenso. También es inevitable mirar hacia arriba y aunque el playoff está complicado, los herculinos se encuentran a ocho puntos de la sexta plaza.

Gilsanz no es un técnico estridente y no deja grandes titulares en sala de prensa. Sin hacer ruido ha conseguido formar un equipo serio y equilibrado que está logrando muy buenos resultados. Además ha conseguido sacar la mejor versión de varios futbolistas como José Ángel Jurado o Mario Soriano.