Roberto Yepes, pintor de A Coruña

Roberto Yepes, pintor de A Coruña Quincemil

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El artista de A Coruña que pinta cuadros de coches: "No recuerdo haber dicho que quería ser pintor"

Roberto Yepes ha encontrado su nueva obsesión en los coches, una pasión que lo ha llevado a formar parte del legado visual de una icónica marca automovilística

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Sin necesidad de salir de A Coruña, Roberto Yepes ha logrado encontrar su voz en el arte. Un artista que desde joven se sintió atraído por la pintura y la creación visual. "No recuerdo haber dicho que quería ser pintor, quizás fue el azar o el hecho de haber conocido a las personas adecuadas", explica el coruñés. Y no es de extrañar, ya que creció rodeado de artistas, con una madre bailarina y actriz, y un padre fotógrafo y modelista.

Sea como sea, Yepes logró formar parte del legado visual de la icónica marca automovilística Porsche. Su último proyecto consistió en una obra de gran formato para Porsche Coruña, con motivo del 50 aniversario del Porsche 911 Turbo. Un logro que le ha hecho reflexionar sobre las casualidades que le han hecho llegar hasta aquí, desde la caja de acuarelas que le regaló su tía Fifí por su primera comunión, hasta su primer contacto con el arte.

Y es que fue en su niñez cuando Roberto empezó a descubrir que el arte podría ser mucho más que una pasión. "Mis padres a veces salían tarde de trabajar y me tocaba esperarles en la casa de los vecinos de arriba, Pilarita y Alfonso, un matrimonio encantador", afirma. Da la casualidad que el hermano de la mujer era el caricaturista e ilustrador Álvaro Cebreiro, por lo que las paredes de la casa estaban llenas de cuadros del artista: "Eran colores muy atrevidos para la época".

Una obra de Roberto Yespe.

Una obra de Roberto Yespe. Cedida

Pero fue el encuentro con Gerardo Porto, un artista polifacético, lo que realmente definió su camino. A los 18 años, Roberto comenzó a trabajar en su estudio, ubicado en plena plaza de María Pita. "Mis hermanos ya tenían una carrera universitaria o estaban en proceso, pero yo era más bohemio", indica. Este le involucraba en todos sus proyectos, de forma que le dio todas las tablas para lanzarse a otro tipo de trabajos. Realizó trabajos como maquetador para el departamento marítimo de la ONU en Londrés y trabajó varios años en Zara Woman como diseñador gráfico.  

Durante años, Roberto alternó entre el diseño gráfico y la pintura, hasta que comenzó a centrarse en la pintura figurativa, una disciplina que le permitía explorar diferentes temas, como los animales, los paisajes o el arte abstracto. Sin embargo, fue su creciente fascinación por los automóviles lo que lo llevó a profundizar en un estilo de hiperrealismo, logrando una asombrosa precisión en los detalles de cada obra.

Una obra para Porsche

Una obra de Roberto Yespe.

Una obra de Roberto Yespe. Cedida

Los coches, y especialmente los deportivos clásicos, han sido la inspiración más reciente de Yepes. Con una técnica que busca resaltar los brillos del metal y las sinuosas curvas de las carrocerías, el artista ha logrado crear una serie de obras que han captado la atención de los aficionados al mundo del automóvil y a los amantes del arte en general. Su último proyecto fue una obra de gran formato para Porsche Coruña, con motivo del 50 aniversario del Porsche 911 Turbo, una obra que destaca por su realismo y la sofisticación en cada pincelada.

Roberto también agradece la influencia de otros grandes nombres que le han apoyado en su desarrollo artístico. Uno de ellos es Camilo Chas, de la galería Artbys de A Coruña, quien fue clave en un proyecto significativo de su trayectoria. "Fue Camilo quien me contactó para colaborar con Porsche Coruña en la creación del gran cuadro conmemorativo del 50 aniversario del Porsche 911 Turbo", señala Roberto.

Una obra de Roberto Yespe.

Una obra de Roberto Yespe. Cedida

A pesar de que su estilo sigue siendo esencialmente impresionista, Yepes ha optado por trabajar más meticulosamente en los detalles. El proceso de creación de sus cuadros no es sencillo; desde la aplicación de las primeras capas hasta la creación de los últimos detalles, el tiempo y la paciencia juegan un papel crucial.

"Disfruto mucho en los comienzos, cuando tengo la tabla con un tono gris y empiezo a marcar las luces y sombras, pero el proceso medio es más laborioso y largo, aunque también lo disfruto. Lo que más me gusta es la última capa, cuando enfatizo luces y brillos", comenta el artista.