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La catarata más alta de Galicia mide 70 metros y está escondida en el bosque

La Fervenza do Toxa se encuentra enmarcada dentro de un espacio de la Red Natura 2000, rodeado de frondosos bosques atlánticos y formaciones rocosas donde suelen anidar diferentes tipos de aves poco comunes
Fervenza do río Toxa, en Silleda.
Deputación de Pontevedra
Fervenza do río Toxa, en Silleda.
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Situada en las profundas tierras de la comarca do Deza, la localidad de Silleda es conocida tanto por su patrimonio natural y fluvial como por el peso dentro del sector ganadero. Lo cierto es que este municipio del interior de la provincia de Pontevedra constituye a su vez una de las etapas del Camino de Santiago, atrayendo hasta su territorio a miles de peregrinos cada año. Hablamos de la denominada como Vía de la Plata (o también Camino del Sureste o Mozárabe), siendo el Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro una de las paradas más relevantes de esta ruta sureña, una enigmática construcción medieval del siglo XII escondida entre los bosques silledenses. 

Pero más allá de esta riqueza histórica, cultural e incluso religiosa, el municipio pontevedrés destaca por albergar entre sus límites una de las cascadas más altas y espectaculares de toda Galicia: la Fervenza do Toxa, una caída libre de 70 metros de altura situada en mitad de un frondoso bosque de ribera, con carballos, castaños y otras decenas de especies más. Sin duda, una estampa idílica en un espacio de gran valor paisajístico que forma parte del Sistema Fluvial Ulla-Deza y que además se enmarca dentro de la Red Natura 2000 al estar considerado Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)

En el corazón fluvial del Deza

Imagen de la Fervenza da Toxa, en Silleda.

Todo el esplendor de la naturaleza se abre paso en el corazón fluvial de Silleda. Allí, escondida entre bosques autóctonos y abruptas paredes de piedra se localiza la conocida como Fervenza do Toxa, un auténtico espectáculo para los sentidos de luz, agua y sonido; y cuya visita resulta obligatoria durante cualquier época del año. De hecho, existe un pequeño sendero de apenas un kilómetro de distancia que avanza entre paisajes de ensueño hasta los pies de esta famosa catarata gallega. En este punto exacto, el curso del río Toxa forma uno de los saltos de aguas más grandes de Galicia, con una impresionante caída libre que ronda los 70 metros de altura. 

Además, en esta zona con vistas a la Fervenza do Toxa también se habilitó hace unos años una acogedora área recreativa con bancos y mesas para poder disfrutar de una jornada completa sumergidos en la naturaleza de Silleda. Cabe destacar asimismo que este rincón resulta un entorno ideal también para los amantes del birding, pues en las paredes que rodean esta catarata gallega anidar distintas especies de aves, entre ellos cuervos y halcones, los cuales necesitan de acantilados pétreos para poder anidar. La riqueza botánica también recorre el enclave que rodea a la Fervenza do Toxa, conformando un enorme bosque atlántico muy bien conservado y casi único en Galicia. Robles, castaños, laureles o alcornoques se van descubriendo a cada paso del camino, mientras que en las riberas del río destacan otras especies como los fresnos, alisos, sauces o incluso avellanos.  

Por otra parte, muy cerca del entorno de la cascada, tomando un pequeño desvío encontraremos también el Mirador de la Fervenza do Toxa, una espectacular balconada desde donde se obtiene una de las mejores panorámicas de Silleda. Desde este rincón en altura, los visitantes que alcancen el punto más elevado del mismo podrán observar la confluencia natural entre el grueso de las formaciones rocosas y los frondosos bosques que recorren el valle del Deza, así como también una parte del curso del río Toxa e incluso la parte de arriba del salto de agua desde una perspectiva totalmente diferente.

Otros rincones de interés en Silleda

Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro en Silleda. Foto: Wikipedia

Si bien la Fervenza do Toxa es unos de los lugares más impresionantes y visitados, la localidad pontevedresa alberga en su callejero otros puntos de interés que merece la pena marcar el mapa de cualquier viajero por Silleda. Uno de los más importantes es el ya mencionado Monasterio de San Lourenzo de Carboeiro, un templo medieval de estilo románico cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Como dato curioso, y aunque no existen pruebas documentales que lo confirmen, muchos historiadores y expertos apuntan a que pudo haber sido el Mestre Mateo ―autor del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago― el que diseñó los planos de este monasterio. 

Silleda también es unos de los destinos perfectos para todos aquellos amantes de la naturaleza y el senderismo. Sin tener en cuenta la Vía de la Plata, en todo el territorio podemos encontrar varias rutas que atraviesan estos valles del Deza tales como el Sendeiro da Saleta, la Ruta da Agua o del Románico o incluso la senda que se extiende hasta el Castro de Touriz, situado a sólo un kilómetro del núcleo urbano de la localidad. Otro de los espacios enmarcados dentro de la Red Natura 2000 más importantes de Silleda son las conocidas como Brañas de Xestoso, una pequeña pero espectacular cordillera situada entre las cuencas de los ríos Umia y Ulla. En sus alrededores se localizan varios humedales y lagunas como de Sacra de Olives, lugar en el que se encuentra la mayor representación de turbeiras acedas de toda Galicia.

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